Capítulo 25 "prometo recordarte"

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La voz de Danielle me detiene, en realidad no sé que hacer. Simplemente salir corriendo o sentarme como ella me lo pedía, las piernas me tiemblan, temo tener que hablar con ella y explicarle que lo de la noche pasada había sido un error, error que nunca más se repetiría.

—Stefania —vuelve a llamarme, consiguiendo que mi mirada se desvíe hasta ella— ¿Te sientas?

Sin decir nada asiento con la cabeza, camino hasta su escritorio y me siendo frente a ella.

—Tu dirás —la veo—

—Stefania podrías decirme el nombre del proyecto en el que trabajamos juntas

—¿Cómo? —mis ojos se abren grandemente—

—Si —asiente con la cabeza— necesito el nombre para poder buscar el proyecto en el historial de DSavre

—Danielle ¿Qué es lo que buscas en realidad?

—Solo busco respuestas, busco la manera de aclarar todo esto —se pone de pie y camina hasta el ventanal de aquella oficina—

—¿Esto? —cuestiono colocándome de pie al igual que ella—

—Stefania dime... —se voltea y clava su mirada en mi— ¿Cómo es posible que no hay una huella de ti acá? —camina hasta donde me encuentro y se que nota mi confusión— si, si Stefania, hoy programe una reunión para saber que era eso que grabe contigo, ¿y sabes cual fue mi sorpresa —niego con la cabeza— ¡Qué no existes, no existe una Stefania Spampinato en DSavre!

Ahora mismo estoy igual que Danielle sin entender que es lo que esta ocurriendo, esto claramente no lo había hecho yo, pero si entendí que me estaban ocultando de Danielle.

—Stefania dime ¿Cómo se llamaba ese proyecto, quien lo dirigía, su fecha de estreno?

—No.

—¿No?

—Danielle eso ya es pasado, no tiene importancia, ¿por qué insistes tanto en saber? —ambas intercambiamos miradas desafiantes, cada una sosteniendo su postura y nuestra necedad—

—¿Quieres saber enserio porque insisto tanto? —afirmo con la cabeza— porque anoche cuando te pregunte eso de "siempre era así" fue porque... —veo como refresca su garganta tragando saliva y desvía su mirada al suelo— me di cuenta que no había sido mi primera vez...

—Bueno Danielle, si era lógico que no fuera esa tu primera vez —la corto—

—No Stefania, no era mi primera vez contigo... —mi rostro se descompone por completo— y me lo acabas de confirmar, mira como te pones —suelta un suspiro— Stefania yo no te lastime por algo del trabajo ¿cierto?

Doy un paso hacia atrás y desvío mi mirada de su mirada azul sumamente penetrante.

—Stefania —noto como busca mi vista—

—¿Qué fue lo que recordaste? —pregunto sin devolverle mi mirada—

—No lo sé, ni siquiera se que fue eso, solo es algo borroso —cierra sus ojos y trata de hacer memoria, veo su ceño fruncido— era una habitación grande, tu y yo brindamos, luego solo puedo verte debajo de mí —sus palabras logran que la piel se me ponga de gallina— y luego solo puedo verte repitiendo entre leves gemidos mi nombre... —sin que Danielle lo note me doy aire con la mano—

Danielle continua con los ojos cerrados en busca de más recuerdos, por mi parte estoy temblando, rogando porque no recuerde nada más, sabía de que me hablaba, aquella noche había sido la noche del privado donde yo me le entregué en cuerpo y alma.

—Stefania —mi mirada se conjunta con la suya dime que no estoy loca y no es una alucinación —niego con la cabeza— bien entonces dime ¿eres una mentirosa y nunca trabajaste acá?

—Si, digo no, digo si —intento explicar— si, trabajé acá para DSavre fue un short film y no, no soy una mentirosa

—Bien entonces dime ¿Cuál es el nombre del short film? —nuevamente aquella mirada fría y calculadora se plasmaba en su rostro—

—Lo siento pero no, no te lo diré, no veo porque hay que mover el pasado —y si veo como me maldice con el pensamiento, la conozco y sé que ahora mismo estaría gritándome—

—Bien —responde—

—¿Bien?

—Si Stefania, está bien, si no quieres decirme yo lo averiguare, y te voy a recordar, quien eres y quien fuiste en mi vida —da unos pasos hacia atrás y camina hasta su silla nuevamente—

—Danielle solo no le des más vueltas al asunto, déjalo así —me siento frente a ella—

—¿No tienes idea cierto?

—¿De qué?

—Stefania de todo, no te imaginas lo que se siente despertar un día sin poder reconocer quienes son los que te rodean, ni siquiera sabes quien eres, te vez en un espejo y no sabes quien eres, que te gusta, que no te gusta, no sabes nada, es empezar de cero. No me gusta no recordar, estoy segura que si tu estuvieras en mi lugar estarías igual de desesperada... pero sabes algo, la mente olvida más sin embargo el cuerpo no.

—¿Cómo?

—Stefania, mi mente pudo olvidarte pero al sentir tu contacto conmigo pude sentir miles de cosas, sentí como mi piel te reclamaba, me hiciste recordar y no te imaginas lo bien que se siente recordar sin que alguien más te lo diga —sus ojos se llenan de lágrimas— todo este tiempo todos se han encargado de decirme como soy, que hacía, que me gustaba —suelta un suspiro y unas lagrimas caen— y Stefania —sujeta mi mano por encima de la mesa— es tan desgastante... pero cuando estuvimos juntas se sintió como si estuviera por primera vez viviendo luego de todo este tiempo... tu me hiciste sentir viva...

Sin poder contenerme más lagrimas empiezan a recorrer mis mejillas, mientras veo la vulnerabilidad de la mujer de la cual yo me había enamorado perdidamente.

—Danielle lo de anoche...

—Lo de anoche me hizo la mujer mas dichosa del mundo, me quitó una venda de los ojos —Danielle deja un tierno beso por encima de mi mano— Stefania necesito recordarte...

—No —respondo en un susurro— no lo necesitas...

—¿Por qué?

—Porque es mejor así —me suelto y me pongo de pie— Danielle por favor no muevas más el pasado...

—Stefania no es solo tu pasado —se pone de pie y camina conmigo hasta la puerta— ¿no crees que eres una egoísta al pensar solo en ti y en lo que tu quieres? —¡Si, si que lo soy, pienso— pero esta bien... yo te recordaré de eso no tengas duda alguna... Te prometo que voy a recordarte

Doy media vuelta y abro la puerta de su oficina nuevamente.

—Stefania —me detiene y me toma de la mano— ¿Qué quieres esta noche para cenar?

—¿Cómo? —la veo sin entender nada—

—Stefania que te quiera recordar no significa que debas irte de casa... —no respondo— por favor dime que quieres que cenemos hoy

—No lo sé...

—¿Te gusta la pizza?

—Soy italiana ¿enserio preguntas eso? —respondo sarcásticamente logrando que después de todo Danielle me regale una sonrisa—

—Está bien la pediré desde acá y en cuanto llegue comemos ¿te parece? —asiento con la cabeza— bien, nos vemos en casa Stefy —siento como se acerca y deja un suave beso por encima de mis labios—

Danielle me suelta y dándose media vuelta camina hasta su escritorio, doy medial vuelta al igual que ella y salgo.

Mi respiración luego de cualquier encuentro con Danielle era irregular y era de preocuparme ahora mas que nunca, Danielle estaba decidida a recordarme, no puedo permitirlo, Danielle no debe recordar lo que un día fuimos.

The short filmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora