35. Lugar lejano

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No estaba en la gasolinera, en realidad se habia ido sin mi. Tuve que tomar un autobus por 1 hora y media a casa, ya que me habia traido al lugar mas lejano del mundo a comer una hamburguesa vegana, sin lacteos ni canabis.

Era un buen gesto, que entendí luego de que el se fuera muy molesto. Quiza fue cosa mia, ser asi de malagradecida.

Llegué a casa y Papá me obligó a tirar la basura y preguntó por sus condones porque no habia ninguno. Me negué a responder y juré que limpiaria todo si evitabamos esa conversacion de nuevo. El aceptó y me despidió a mi habitacion con una sonrisa y un beso de buenas noches.

Vi a Andrew la mañana del domingo, gritandole a su madre accidentalmente, entre sin tocar y ellos estaban en la cocina gritandose cosas que es mejor no repetir. Quise irme, pero Sandra me vió y me ayudo recuperando las jarras que me había prestado.

Andrew no dijo nada y subió las escaleras sin decir 'hola o buenos dias'. Sandra dijo que estaba en un momento inmaduro tipico de el, pero que se le pasaria luego.

Intente entender porque ella me trataba tan bien a mi y sentia ese cariño cuando me abrazaba y reia conmigo. Pero Andrew no sentia eso, y me senti terrible. Como una usurpadora. Me fui a casa lo mas pronto posible y estudie para mi examen de quimica del lunes.

En la noche alguien tocó la ventana. Cerré los ojos y me levanté lentamente para abrirle.

—¿Qué pasa?—pregunte y el me abrazo de inmediato. Me quede quieta y lo escuche suspirar en mi cuello.

—Estoy molesto contigo—dijo y se apartó.

Gire y caminé hasta mi escritorio. Cerré mi libro y guarde mis lapiceros.

—¿Estas oyendome?—preguntó y asenti mientras guardaba todo en mi mochila. No lo miré no sabia de que estaba escapando o quiza si sabia. —. Mirame—dijo y lo miré.

Tenia el pelo desordenado y no sonreia como sirmpre. Movia los pies y sus manos tambien, podia verlas dentro de su bolsillo.

—Me dejaste sola en ese lugar—dije y no era una acusación. Aunque sonó como tal—. Tuve que tomar el autobus. Solo tenia 4 dolares.

—Estoy molesto contigo—dijo de nuevo y caminó un poco. Retrocedí y fingí querer desconectar mi telefono.

—Si. Ya dijiste eso—respondí, deje mi telefono en el escritorio y camine hasta el ropero —. Y estas molesto conmigo. Y con tu madre. Y con Josh—lo miré —. ¿Porque le enviaste un mensaje diciendo que querias golpearlo? —casi me reí, no lo hice el no parecía estarse divirtiendo—. Debes haber estado muy ebrio.

—Todavía quiero —dijo y me reí  el sonrió un poco pero no demasiado—. Y no estaba tan ebrio. No se porque crees eso.

—¿Y porque? —pregunté, el se apoyo en la pared junto a al ventana. La cama nos separaba y era casi un alivio—. ¿Eres tan violento?—reí—. Porque golpearias alguien sin razón.

—Porque te besó —dijo y me miró  fijamente a los ojos—. Y tu lo besaste a el. Y luego te besé. Vine para hablar de eso.

Desvíe la mirada de el, y miré mis manos.

—Tambien bese a uno de los gemelos, y a una chica de pelo azul. —dije y le sonreí intentado evaporar lo que sea que estaba poniéndome tan tensa—. ¿Tambien estas molesto por eso?

—No.—dijo —. No es así. A lo que me refiero es que

—Y tu besaste a dos chicas tambien y al otro gemelo. —lo pensé interrumpiendolo.  Cambié el tema por puro gusto —. Guau podriamos contar ancedotas y descubrir si besan igual—rei—. ¿Cuales son las posibilidades que sean iguales en eso tambien?

Atrapando a RomeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora