POV Adam.
Miraba su reloj de pulsera cada un minuto. La noche anterior durmió pésimo pensando en que haría. No te iba a decir que no fueras más a trabajar para Joanne, sería extraño y poco ético (aunque ya había hecho varias cosas de dudosa eticidad últimamente).
Quizás simplemente iba a tener que llegar mas tarde para no verte y es que, sería un tormento. Con tener que sentir su corazón a mil por hora cada vez que se iban a reunir por la revisión y tener que luchar por ignorarte en clases, era suficiente.Refregó su rostro sintiéndose frustrado y a la vez confundido. Quería ser maduro y fiel pero, a la vez necesitaba saber que pasaba por tu cabeza. Esa noche en el restaurante cuando tocaste su pecho, sabía que en tus ojos había cierta intención, que habías querido que no se alejara.
Negó quitando esos pensamientos para luego levantar su bolso que estaba al lado de la silla de su escritorio. Entre los papeles que tenía sacó una hoja que estaba levemente arrugada y que intentó alisar lo más que pudo. Tu test.
—A ver. —le comenzó a dar una ultima ojeada y se sonrió nuevamente, igual que la primera vez que lo revisó. Tenías casi todo correcto, sólo unos pequeños detalles y hubiese sido perfecto.
Realmente le gustaba eso de ti, que fueras tan aplicada y que tuvieras ese interés real por la literatura.
Dando un suspiró se acordó de cuando le lanzaste el test y no evitó reír al recordar tu rostro. Si, en ese momento le molestó lo que hiciste, pero creía que lo merecía, estabas en todo tu derecho de estar tan furiosa.
Bajó su mirada al maletín que aún tenía sobre sus piernas y vio algo de color naranjo fluorescente.
¿Qué es eso?
Metió la mano y al sacar la notita la leyó "Que tengas un buen día Adam".
Cierto.
Le había parecido tierno el gesto, pero al notar que el segundo café que le llegó al escritorio, fue dejado por Melanie, no lo quiso. Había tenido la tonta esperanza de que fueses tu...
Pero no.
Iba a arrugar la notita para tirarla a la basura, hasta que sus ojos se fueron al test que tenía encima de su escritorio. Sus cejas se fruncieron pero, su estomago sintió nerviosismo puro. La sonrisa se hizo presente en sus labios y tuvo que bajar su rostro sintiendo que las mejillas le comenzaban a hacer cosquillas. Al comprarlas lo supo, era tu letra. Estaba más que claro.
Mordió su labio inferior sintiendo una emoción que realmente hace mucho no sentía. Llegó a soltar cierta risita nerviosa que no pudo contener comparando nuevamente los dos tipos de letras que, eran el mismo.
Así que si fuiste tú.
Tomó la notita y tu test sonriendo por última vez con cierta idea que se formaba en su cabeza, quizás podría hacer algo con ello. Y en tanto guardaba ambos papeles en uno de los cajones que estaban a su lado, alguien tocó su puerta.
Ansioso miró su reloj y se percató que ya era hora; que debías ser tú junto a Mat. Sentándose derecho arregló su cabello y enfocó su mirada en la laptop que estaba frente a él.
—Pasen.
Miró de reojo hacia la puerta en tanto se abría y te vio. Sus ojos brillaron pero notaron al instante la tristeza en los tuyos, por lo que no pudo evitar quedar mirándote, más aún cuando se percató que venías sola.
—Buenas tardes profesor. —dijiste seca sentándote frente a él.
—Buenas tardes señorita. —dijo agregando tu apellido. —¿Y su compañero?
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Profesor Driver. (Tú y AdamDriver).
RomanceÚltimo año de universidad, nuevo profesor de intercambio para tu tesis. ¿Guapo? Si ¿Te saca de las casillas? Si ¿Está casado? También ¿Problemas? Obviamente.