Profesor Driver. (Tú y AdamDriver).

30. Vuelta a la realidad.

POV T/N

Te estiraste sintiendo todos tus músculos tensos, ya que la noche anterior había sido increíblemente agotadora y a la vez placentera. Nunca creíste que lo podías hacer tantas veces seguidas, pero con Adam, con ese hombre simplemente no podías parar.

Soltándo una paqueña risa, y girando tu cuerpo para abrazarlo te encontraste con sábanas tibias y vacías. Tus ojos agotados se abrieron y frunciendo el ceño miraste hacia la puerta notando que esta estaba cerrada.

—Mmh... —suspiraste estirándote nuevamente para tomar tu celular y mirar la hora. —¿las nueve? —abriste grande tus ojos y poniéndote de pie, te pusiste la camisa de Adam y unas pantaletas nuevas.

Rápidamente te acercaste a la puerta abriéndola y viste a Adam con sus lentes puestos trabajando en su laptop sobre el cómodo sillón. Al segundo, el giró su rostro hacia a ti regalándote una tierna sonrisa.

—Buen día cariño.

—Buen día. —dijiste acercándote a él. —¿No era a las diez el check out? —preguntaste nerviosa.

—Si, pero pensé que dormirías más y pregunté si se podía correr la hora. Me dijeron que para la tarde en esta habitación no hay reserva, así que nos dieron tiempo hasta las dos.

—Oh... eso es... —te sonreíste al pensar en su gesto y rápidamente te pusiste a su lado para besar su mejilla. —fantástico.

Adam te miró con esos ojos brillantes tomando tu barbilla y esta vez besó tus labios.

—Se te ve muy bien esa camisa.

—Gracias. —le susurraste aún enternecida dando otro beso en esos carnosos labios rosados. —¿Cómo dormiste?

—Muy muy bien ¿y tú? --respondió con una sonrisa pícara.

—Bien también. Aún que mis músculos están un poco doloridos.

—Los míos también. —dijo riendo y haciéndote reír sabiendo los dos a que se referían.

—¿Estás trabajando? —miraste la pantalla de su laptop y el te asintió.

—Si, tengo ciertas cosas que terminar y...

Tus ojos se abrieron y tapaste tu boca al recordar algo.

—¿Qué pasó?

—No... nada. —dijiste poniéndote de pie y caminando hacia la habitación.

—¿Nada?

¡Ay! Soy la peor amiga y compañera.

Matt te había enviado un mensaje la noche anterior avisándote que había avanzado bastante en la corrección de la tesis y que esperaba tu comentario y avance, de los cuales no habías hecho ninguno.

Carajo.

Pensaste sacando tu antigua laptop y apretando el botón de encendido.

—¿Amor? ¿Qué sucedió? —te preguntaba Adam desde al sillón.

—¡Nada! Solo me acordé de algo. —dijiste suspirando y a la vez frustrada por tu irresponsabilidad.

No le querías confesar a Adam que andabas de floja, es decir, es en parte su culpa pero, nunca haz sido así y te avergonzaba admitir que no habías avanzado nada más para su junta del día martes.

—¿Qué olvidaste? —te preguntó afirmado en la entrada de la habitación, lo que te hizo saltar aún arrodillada con tu laptop. —Pero amor ¿por qué te asustas? —preguntó riendo.

—¿Y tú por qué actúas como profesor?

—Primero, porque soy profesor y segundo no estoy actuando así. Solo me preocupe bobita.