23. Inseguridad. Pt2

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—Amor. —dijo Joanne al ver a Adam al acercarse al estacionamiento. —¿Cómo estás? Hoy saliste temprano en la mañana y no alcancé a verte.

—Amm... si, es cierto. Tenía que ordenar algunas cosas por eso salí temprano.

—Lo entiendo. —dijo sonriéndole amablemente como en mucho tiempo no lo hacía.

¿Qué está haciendo?

—Entonces ¿necesitas algo? —preguntó realmente extrañando. No comprendía nada.

—No, bueno... si. Quería pasar a verte ya que tenía que venir a dejar unas cosas y... preguntarte que te gustaría hacer en nuestra cita de hoy.

Adam lentamente comenzaba a sentirse enfermo, quería esconderse, se estaba sintiendo horrible.

Realmente quiere salvar nuestro matrimonio y yo...

—¿Amor?

—Si... no, es que... tengo que confirmar ciertas cosas hoy y me sorprende mucho tu plan.

—Después de lo que hablamos anoche pues, debiste percatarte que quiero pasar más tiempo contigo.

¿Pero por qué cambio tanto? ¿Será que yo estoy mal? Joder.

—Bueno... yo...

—Espera, te traje tu café favorito. —dijo interrumpiéndolo y abriendo el auto para sacar un vaso de café. —Es de una cafetería muy buena. Deberíamos ir algún día.

—Gracias Joanne. —le dijo recibiéndolo y sintiéndose una basura, pero, a la vez muy confundido.

—¿Entonces que dices?

—¿No terminas muy cansada después de...

—Tranquilo. Gracias por preocuparte... —le sonrió después de interrumpirle. —pero, me esforzaré para pasar más tiempo contigo.

—Oh... pues quizás podría...

—Listo, ya está. —se acercó a él rodeándolo con sus brazos, a lo que Adam tuvo el insisto de alejarse pero, tampoco quería dejarla en vergüenza en tanto pasaban los alumnos; por lo que no se movió. —Me pondré muy linda para ti.

—Te avisaré ¿si?

—Yo iré de todas formas amor, no me dejes esperando. Será en el mismo lugar que fuiste con Pedro la vez pasada, a las siete. —y diciendo aquello se acercó a los labios de Adam, pero esta vez no pudo aceptarlo, por lo que moviendo su cara, hizo que Joanne besara su mejilla creando en él una gran incomodidad.

De hace mucho no se besaban, y no nacía en Adam hacerlo. Besar a su propia esposa.

Joanne se alejó dando un suspiro pero, al instante le sonrió. Una sonrisa que a Adam le revolvió el estómago, algo en ella, no sabía decirlo pero, la creía falsa... quizás manipuladora.

—Que suave está tu piel. —subió su mano a su mejilla y la acarició, logrando que el tacto estremeciera a Adam. —Pero me gusta como te vez con barba, te la deberías dejar, de hace mucho no lo haces.

—Ya debo entrar. —dijo tomando su mano y alejándola de él de la manera más suave que pudo intentando no hacerla sentir mal.

A pesar de cómo ella había sido con él hasta hace un día, no quería dañarla, y es que Joanne según Adam no había hecho nada tan malo como lo que estaba haciendo él contigo. Que mierda más grande.

—Entonces nos vemos en la tarde. Te quiero. —y diciendo aquello le movió la mano y se subió a su auto.

Adam, con su cabeza nuevamente echa un lío, soltó un gran suspiro. Miro a su al rededor y se dio cuenta que Melanie con sus amigas lo habían estado observando pero, no le dio importancia, era una niña patética.

Profesor Driver. (Tú y AdamDriver).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora