❪ Neteyam ❫
-Toda la energía es un préstamo... que algún día hay que devolver.
❪ 𝘓𝘪𝘦 𝘴𝘪 𝘰𝘦 𝘕𝘦𝘵𝘦𝘺𝘢𝘮𝘶𝘳
𝘕𝘢𝘸𝘮𝘢 𝘴𝘢'𝘯𝘰𝘬𝘶𝘳 𝘮ì𝘧𝘢 𝘰𝘦𝘺ä
𝘈𝘵𝘢𝘯𝘵𝘪 𝘯𝘨𝘢𝘭 𝘮𝘰𝘭𝘶𝘯𝘨𝘦
𝘔𝘪𝘱𝘢 𝘵ì𝘳𝘦𝘺𝘵𝘪, 𝘮𝘪𝘱𝘢 '𝘪𝘵𝘢𝘯𝘵𝘪
𝘓𝘢�...
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Narra Ngayä
—Aún no me creo que sea real.
Giré mi rostro con suavidad y observé su perfil iluminado por la luz del horizonte, tratando de memorizar cada uno de sus rasgos. Mi silencio hizo que volteara su cabeza y me miró con una sonrisa dulce, provocando que agachara la cabeza algo cohibida por su mirada. —Yo tampoco.
Neteyam apretó levemente mi mano en un gesto cariñoso y devolvió su mirada al frente, mientras seguíamos caminando.
Disfrutaba su compañía como la de nadie, pero era aún más especial ahora que nuestra relación era oficial para todos los Metkayina. No podía evitar observarle todo el rato, sin poder creerme que algún día sería el Olo'eyktan y lideraría a los Metkayina a mi lado. Estaba segura de que Neteyam sería un líder justo y compasivo, perfectamente complementado por mi personalidad más arisca; había adquirido la naturaleza fuerte de mi madre, y estaba muy orgullosa de ello, pero Neteyam era una mezcla de lo mejor de sus padres. Sería un gran líder, y siempre me mantendría a su lado allá a donde fuera. Nuestros caminos por fin se había entrelazado por completo, caminaríamos juntos en la vida y, tras nuestra muerte, ambos caminaríamos junto a Eywa; siempre juntos.
—¿En qué piensas, cariño? —La voz de Neteyam me sacó de mis pensamientos y agité las orejas, emocionada por el apodo que había usado—. Pareces distraída.
—Pensaba en nuestro futuro; en ti como próximo Olo'eyktan. —Trató de disimular una sonrisa y mantuvo su atención en mí, siempre en mí—. ¿Estás emocionado? Siempre creíste que serías el Olo'eyktan de los Omaticaya. Sé que no es lo mismo pero-
—Ngayä, no me importa ser un Olo'eyktan. —Mis ojos se abrieron con sorpresa y me quedé mirándole, perpleja—. No me malinterpretes, es un gran honor, pero lo único que me importaba y me sigue importando es estar contigo. Siempre que estemos juntos el resto no tendrá importancia para mí.
Golpeé su hombro y negué con la cabeza, divertida. No podía evitar sentirme conmovida por sus palabras, Neteyam realmente era único—. Skawng.
Aparté la mirada y oí como mi pareja soltaba una risilla. Él sabía que nunca le llamaba así como un insulto, sino más bien como un apodo cariñoso. A menudo era mi forma de desviar su atención, normalmente para que no notara el efecto que sus dulces palabras tenían en mí.
De repente sentí su cuerpo tensarse levemente y devolví mi mirada hacia su rostro, buscando alguna razón de su repentino cambio. Su mandíbula estaba tensa, y la seriedad se había abierto paso en su expresión. —¿Qué ocurre?
En ningún momento habíamos dejado de caminar cerca del agua mientras le observaba, esperando una respuesta que no tardó en llegar. —Lo'ak. —Su tono fue de reproche, y no pude evitar fruncir el ceño ante su evidente frustración hacia su hermano pequeño—. Últimamente no deja de meterse en problemas. Mi padre está furioso, teme que Tonowari tome represalias.