El Comienzo.

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Me llamo Aaron Blanco.

Siempre fui el molesto del salon. Siempre los cargaba a todos y me hacía el canchero. Debido a eso, me hacía más amigo de las chicas.

Tengo 17 años y solo me faltan 2 meses para terminar la escuela.
Y aun conservo mis amigas, Luz, Alma y Melani.

Un dia, llego la profesora. Tenía un rostro pálido y tenía el olor de un cadaver en proceso de descomposición. Se acercó de forma lenta a un compañero mío, Angel, y lo miró.

-¿Profe, queres que llame a un medico?- pregunto Angel.

La profesora se lanzó hacía el y le empezó a morder la nariz. Todos gritamos y corrimos del aula, pero la preceptora nos detuvo.

-¿Adónde van?.

-¡Prece, tenes que abrir la puerta ahora!- dijo un compañero que se llamaba Bauti.

-¿Por que quieren que abra la puerta?.

-La profe lo mordió a Angel en la nariz y se lo esta comiendo- dijo un compañero muy enano que se llama Jianlucas.

-Voy a ver.

La preceptora entro en el aula y vio a la profe con la boca llena de sangre. Cerca suyo, estaba el cadaver de Angel todo desmembrado. Incluso llegaba a verle un poco el cráneo.

-¿Estas bien?- pregunto la preceptora.

La profesora camino rápido y se tiro arriba de la preceptora. Vimos como la profesora mordió a la preceptora y se la comió. Yo estaba tan paralizado, que casi no podía moverme. La profesora nos miró y empezó a caminar hacia nosotros. Gritamos tan fuerte, que llamamos la atención de los otros salones.

-¡¿Qué paso?!- pregunto una profesora enana que se llamaba Valeria.

Valeria corrió para ayudarnos, pero justo cuando estaba al lado de la puerta de nuestra aula, Angel (que ya se convirtio en un zombi) salió del aula y destripo en frente de nosotros a Valeria. Algunos de mis compañeros empezaron a llorar.

Nos acercamos a el portón. Vi que estaba viniendo la portera.

-¡Tenes que abrir la puerta!- le dijo un compañero llamado Jorge a la portera.

-No puedo hacer e--.

Nuestro profesor de ciencias naturales, Ocaranza, la mordió en el cuello a la portera. Jorge agarro sus llaves y abrió el portón. Yo junto a todos mis compañeros, corrimos como si no hubiera un mañana.

-¡Aaron, espérame!- dijo mi amiga, Luz.

Yo tenia tanto miedo, que no la escuche y solo seguí corriendo. Las calles eran un kilombo. Había autos dados vuelta, gente siendo devorada por zombis, policias luchando contra zombis. Nuestro compañero, Jorge, era muy gordo, lo que lo hacía muy lento (no es discriminación hacia la gente gorda). Una horda de zombis lo rodeo. La horda no corria, solo caminaba, pero lo rodearon a Jorge y lo mataron de una forma muy lenta.

-Esto es un infierno- me dije a mi mismo.

Un compañero, Nico Benitez, estaba corriendo, pero se canso y se detuvo. Una horda de zombis lo agarro. La policia lo salvo disparandole a los zombis. Yo llame a la policia y ellos me subieron al auto. Luz, Alma y Melani se subieron al auto tambien.

-Gracias por salvarnos- le dijo Luz a un policía.

-De nada, pero tenemos que irnos de aquí.

Mientras los policias manejaban, vi a uno de mis compañeros, Martin, estando rodeados de zombis. Se escapo de milagro y se fue por el callejón. Los zombis lo siguieron. No pude confirmar si murió o se salvo, por que no lo vi más, pero las posibilidades de que allá sobrevivido a ESO no eran muy altas.

-Creo que Martin se murió.

-¿Era al que molestabas?- me pregunto Luz.

-Si.

Estuvimos en auto 2 minutos. Veíamos a Niko marearse un poco. Fuera del auto en el que estábamos, veíamos a un montón de niños y adultos muertos. Yo me puse a llorar. Pero Niko se callo al piso. Los policias se dieron cuenta.

-¿Te sentis bien?- le pregunto uno de los oficiales.

-Si, solo me siento un poco... un poco enfermo.
Niko se dio vuelta y los policías vieron un pedazo de tela rota en su remera. En ese pedazo de tela rota, se veía una mordida.

-¡DEMONIOS! para el auto- dijo un policía.
El otro policía paro el auto.

-¿Qué pasa?- le pregunto el policia que manejaba al otro.

-Esta mordido.

-Mierda, ¿que haran?- pregunto Alma.

-No queremos llegar a esto, pero lo mataremos o lo tiraremos a los zombis- dijo el policia que conducía.

-Yo lo hare- dije yo haciéndome el valiente.

-¿Estás seguro?- pregunto Luz.

-Si.

Un policia me dio su pistola. Le apunte a Niko, pero no tuve las agallas para apretar el gatillo.

-Sos débil. No tenes lo que se necesita para matarlo- me dijo Luz pegándome en la cabeza.

El policia me quito su pistola
y le apunto a Niko, pero no pudo hacerlo.

-No te culpo, chico. Es difícil matar a alguien- me dijo el policía que me dio su arma.

Los policias tiraron a Niko del auto. Y yo, Luz, Alma y Melani vimos como los zombis lo despedazaban. Quedamos muy traumados.

-Se que fue difícil de ver, chicos, pero era eso o nos devoraba el chico- nos dijo el policia que manejaba.

-¿Me podes llevar con mis papas?- le pregunto Alma a un policia.

-Temo que no se puede hacer eso, pero si nos decis el nombre de tus papas, los buscamos- dijo un policía.

-Se llaman Hector y Nina.

-Entendido.

-Chicos, se que todo va a estar bien- dijo Melani.

-"¿Todo estará bien?"- dijo Alma.

-Nos van a llevar a un refugio y nos darán comida- dijo Melani

-¿Y tus papas?- pregunto Luz a Melani.

-Tienen que estar escondiéndose en mi casa. No pueden ser tan boludos como para salir con alto apocalipsis.

-Señorita, lo siento, pero no podemos confiar mucho- dijo el policia que manejaba.

-¡Vos callate!- le dijo Melani al policia furiosa.

El policia se sorprendió por la respuesta que le dio Melani.

-Perdon, es que solo estoy un poco preocupada- volvió a decir Melani.

-Tranquila, entiendo el que fui un poco pendejo con lo que dije.

Llegamos a un cuartel militar. Salimos del auto y los militares nos dieron unas habitaciones y un poco de comida.

-Gracias- dije yo.

Los militares ni siquiera me miraron.

Este es nuestro nuevo hogar, ahora y me voy a tener que acostumbrar, si no quiero que me echen.

FIN.

Soy un Cobarde en un Apocalipsis Zombi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora