Soy un Cobarde en un Apocalipsis Zombi.

Congelador

Empezamos a entrar a la ciudad. Podría vómitar con solo mirar los zombis. No había rastro de vida humana, o al menos, eso parecía.

-No te alteres, Aaron y los zombis no se darán cuenta de que somos humanos.

Trate de no hacerle caso a los zombis y le preste atención a lo que dijo Santino. Vi una tienda, en la que capaz había un congelador.

-Santino, hay una tienda en la que capaz hay un congelador.

-Bien, ahora solo tenemos que mantener la calma y cerrar la puerta MUY despacio.

Caminamos CUIDADOSAMENTE hacia la tienda. Santino cerró la puerta de la tienda.

-¿Donde hay hielo?- pregunte yo.

-Habla bajo. Aún pueden haber zombis acá.

Habían unos 7 zombis.

-Yo me encargo- dijo Santino.

Santino miró por toda la tienda, pera ver si tenía algún arma, y encontró un cuchillo de cocina.

-¿Por qué tendrían un cuchillo en una tienda?- pregunté yo susurrando.

-Es el maldito apocalipsis, bobo.

Santino camino silenciosamente hacia el zombi. Lo apuñaló en la cabeza con el cuchillo. Fue hacia los otros 6 y los apuñaló en la cabeza también. Por suerte, no hizo sonidos que alertaran a los zombis.

-No estuvo tan mal- susurre yo.

-Aun pueden haber algunos más por ahí.

-Pero tenes un cuchillo.

-¿Eso que tiene que ver? Ahora si, me pueden agarrar. Se que me ves matarlos, pero eso no siempre que no son amenaza para mi.

Entendí lo que dijo Santino y seguimos. Había una puerta por la que decidimos entrar. Santino abrío la puerta y habían como 5 zombis. Santino tiro a 1 de ellos al suelo. Le clavo el cuchillo en la cabeza a otro.

-Aaron, aléjate, por que capaz que te atrapan.

Me aleje un poco. Vi como Santino le clavo el cuchillo en la cabeza a 2 de ellos. El otro zombi casi lo muerde, pero Santino le clava el cuchillo. Parecía que ya mato a todos, pero olvidó apuñalar bien el cerebro del  zombi que tiro al suelo y ese zombi se levantó y camino hacia el. Santino fue rápido y le clavo el cuchillo en la cara.

-Bueno, creo que mate a todos los zombis.

-¿Ves alguna heladera con frezer que podamos usar?.

Santino observo la sala y vio una heladera con frezzer.

-Creo que podemos usar esa heladera.

Abri el frezer y para sorpresa nuestra, seguía frío.

-¿Cómo hizo para mantenerse frío?- pregunte yo.

-Debido al hielo, el frezer logró mantenerse frío por semanas.

Santino empezó a picar el hielo con el cuchillo y lo puso en la caja.

Salimos a la calle. Yo llevaba la caja. Para mi suerte, a los zombis no les llamó mucho la atención.

Logramos volver sin un rasguño a la cabaña.

-Ya cargaste esa caja por mucho tiempo. ¿Queres que ya la carge por vos?- me pregunto Santino.

-Esta bien.

Le di la caja a Santino.

Llegamos a la cabaña y vimos a Melani y Luz esperándonos. Nos vieron y corrieron hacia nosotros.

-Vimos su nota. Guardamos los venados- nos dijo Luz a mi y a Santino.

Entramos a la cabaña.

-Primero, tendré que despellejar al venado- dijo Santino.

Santino tardo muchisimas horas en despellejar al venado, pero al fin logró meter su carne en la caja con hielo.

-¿Hasta cuanto tenemos que esperar?- le pregunto Luz a Samtino.

-Horas, pero al fin habrá algo para comer.

Era de noche. Estába comiendo venado junto a Luz, Melani y Santino.

-Santino, creo que no dijiste si los venados estaban en buen estado- le dijo Luz.

-Creeme, ya los revise cuando los caze, y no tienen ningún tipo de infección.

-Bien, supongo que al menos si pudimos comer. Esta riquísimo, la verdad- dijo Melani.

-Aun me siento mal por matar a esos venados bebes.

-No te preocupes, al menos no vamos a morir de hambre- dije yo.

-Pero... vi como la madre y sus hijos... murieron, eso me hizo sentir mal. Sobrevivieron por tanto tiempo, solo para que un monstruo los mate.

-Escucha, vos hiciste lo mejor que pudiste. No fue fácil, pero es el apocalipsis... y a veces, tenes que hacer... cosas horribles para sobrevivir- dijo Melani.

-Bien, pero solo harémos como que nunca mate a nadie.

El ciervo la verdad, no sabia nada mal. Pero me senti un poco mal por Santino. El estaba triste, mirando al suelo. De todos modos, al menos encontró algo para comer.

-¿Oyen algo?- pregunto Melani.

-No, ¿que es?- pregunto Luz.

-No lo se, pero suena como algún animal- dije yo.

Santino se dio vuelta y miró muy perturbado.

-¡Carajo, es un lobo!- dijo Santino.

-¿Cono sabes?- pregunto Melani.

-Los oí antes, cuando estaba almorzando... vinieron hacia mi y... de suerte, sigo vivo.

-¿Qué hacemos?- le pregunto Luz a Santino.

-Solo podemos volver sin hacer ningún rui-.

Un lobo salto de los arbustos y le empezó a morder el brazo a Santino. Santino grito de forma desesperada. Melani y Luz fueron a ayudarlo. Yo solo me quedé mirando.

-¡Aaron, vos también ayuda!- me dijo Melani.

Me quedé mirando, como si estuviera paralizado. Santino saco el cuchillo que guardaba en el bolsillo y apuñaló a lobo en la cabeza 5 veces. Saltaron otros 2 lobos. Melani le disparo en la cabeza a uno y Luz le tiro una piedra a otro, pero apenas le hizo daño. Santino agarro su cuchillo y le corto el cuello al lobo. Oí unos aullidos a lo lejos.

-¡Mierda, vos, Santino, quédate atrás mientras que yo, Luz y Aaron matamos a los lobos!.

Me quedé inmóvil, viendo como los pasos de los lobos se hacían cada vez más cercanos. Salí corriendo a la cabaña. Vi a unos cuantos zombis caminar hacia mi, pero por suerte, yo era más rápido. Me encerré en la cabaña y me escondí abajo de la cama.

"Esta pasando otra ves" pense yo.

Recordé como dejé a Larry y a Bok ahí tirados y los zombis lo mataron a Larry.

"Si sobreviven, van a cortarme la cabeza" pense.

Vi a los zombis pasar por la ventana. Empezaron a golpear la puerta. Mi corazón empezó a latir, como si estuviera a punto de darme un paro cardíaco. Pero oí algunos disparos. Los zombis dejaron de golpear la puerta. Me salí de la cama y abrí la puerta. Ahí estaban Luz, Santino y Melani. Santino me pego una piña en la nariz. Empeze a sangrar.

-¡Nos abandonaste!- dijo Luz.

-Es- estaba asustado.

Santino me apunto con una pistola. Luz y Melani lo detuvieron.

-No lo vamos a matar- dijo Luz.

Santino saco la pistola de mi cara.

FIN.