Sonata claro de luna (OP. 08)

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Tu cuerpo es la luna que ampara las aguas de mi existencia. Esos luares lavanda amasaron en mi alma panteones pétreos. Los ojos de los arbustos enderezaron constelaciones de tanto observarte. Nuestros besos son un desolado espejismo; pero mis relámpagos lunares se maquillaron en tu vientre.

¿Será por tu sonrisa qué cascabelea en mi estómago de polillas, cuidándome de los dragones caliginosos? Eres la inspiración de cada verso, y estrofa; y poema, y trago; y vida. Vida…

Copa entre capas de copas, capaz eres compañera por noche opaca. Te quiero media, apagada; llena o luminosa. Me introduciré en el barco más voluptuoso, con los remos más voluptuosos, y así; presumirle a los infaustos planetas que pude redondearme en tu cintura. Caricias, manos mojadas, palidez… Las lagunas garzas se enrojecieron, donde las citaras oceánicas suspiran relentes serenatas.

Pléyade (Poemario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora