Jamás pensó que su vida podría cambiar de esa forma en tan solo un año.
—¡Ya llegué! —escuchó anunciar a la vocecita de la persona que le había cambiado la vida, en todos los sentidos existentes, a la vez que escuchaba como la puerta se abría y cerraba.
—Bienvenido, ¿Cómo te fue hoy en la universidad?
Senjuro dejó su bolso con sus libros y carpeta para sucesivamente sentarse en la mesa, la voz de Tanjiro venía desde la cocina y prefería no turbarlo mientras cocinaba, desde que le había enseñado como hacerlo, el hibrido insistía en hacerlo por su cuenta, después de todo, él era quien estudiaba y trabajaba para poder pagar el departamento.
Sí, después de desechar la beca en Inglaterra, quedarse en casa de sus padres no era opción.
Fue duro, pero habían logrado balancear sus vidas y relación.
Era dulce de parte de Tanjiro que tratara de consentirlo.
—normal, aburrido —respondió, estudiar veterinaria estaba siendo considerablemente pesado, pero, valía la pena para conseguir sus objetivos.
Aunque tenía varias opciones, la principal era abrir un centro de adopción y clínica.
Aunque, a una parte de él también le gustaría abrir un café para gatos.
Sus planes aún eran difusos, pero estaba seguro de que, con tiempo, tomarían forma.
—sinceramente, creo que te hubieras quedado dormido en casi todas mis clases.
—no me hubiera molestado, dormir en tu mochila siempre me traerá buenos recuerdos.
Las orejitas y cabellos burdeos aparecieron finalmente con un par de platos de curry, recientemente había notado la insistencia del felino en tratar de perfeccionar su receta de este alimento.
A Senjuro no le molestaba, amaba comer todo aquello que Tanjiro cocinaba.
—cada vez te queda más rico —le dijo después de dar el primer bocado.
—me alegro de que te guste —respondió sonriente.
El híbrido lo veía comer con ganas su comida, y eso lo hacía feliz.
—te amo —soltó de la nada, sonriente.
Senjuro se detuvo, con la boca llena y las mejillas teñidas de un tono melocotón miró al contrario.
Siempre lo agarraba por sorpresa, Tanjiro se aseguraba de recordarle constantemente lo mucho que lo amaba.
Senjuro tragó con dificultad y cubrió su boca con una mano, mirando hacia otro lado, a Tanjiro se le hacía lindo ese gesto de timidez.
—yo también —lo escuchó responder con voz baja.
En un pasado no lo hubiera imaginado.
Pero, estar lejos de sus padres le daba cierto grado de paz.
Su vida ya no era una tortura.
Era feliz.
Un epílogo cortito con un timeskip de un año.
La verdad, no tengo mucho que decir, pero tratare de decir algo en los agradecimientos, así que, vamos allá.
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Ah! It's a wonderful cat life! | | K N Y | | A U | | TANJISEN | |
FanfictionSenjuro Rengoku se había convertido en un estudiante de preparatoria en decadencia. Entre los problemas de concentración y discusiones constantes con sus ligeramente ausentes padres y otros desacuerdos con su familia. Un día, tras escapar de casa de...