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La noche se convierto eterna para Emilio que casi no pudo dormir hasta las 5:49 de la mañana, todos en la casa se despertaron para desayunar, Emilio murmuraba cosas sin sentido y los demás solo lo miraban pensando que se había vuelto loco, pero seamos sinceros, ¿quién no se volvería loco con una noche como la que tuvo Emilio? Joaco entro a la habitación y decidió cuidar de Emilio hasta que este despertara, lo cual no fue luego, Joaquín revisó su celular por décima vez en esas 2 horas, 10:50 marcaba su celular, no quería despertarlo porque se dio cuenta de la noche que tuvo, pero estaba aburrido y los demás habían salido por comida y ropa, el menor se acosto con Emilio y se quedó dormido con él un rato, unos diez minutos por mucho y volvió a despertar.

12:06, la hora en la que Emilio abrió los ojos, mirando al menor sentado en el piso jugando en su celular

Emi- que hora es? - pregunto tallándose la cara y estirandose al mismo tiempo

Joaco- oh, ya despertaste, son las 12 de la tarde

Emi- donde están los demás? - decía mientras miraba a los alrededores

Joaco- salieron para comprar las cosas para la comida y también fueron a sus casas por ropa

Emi- a ok

Intento levantarse pero un leve mareo se lo impidió haciendo que el menor de los dos se preocupara al verlo en ese estado, Emilio solo apretó los ojos fuerte y después los abrió lentamente, el mareo disminuyó y decidió levantarse para lavarse la cara y los dientes, cuando salió Joaco le dejó su almuerzo en la cama y decidieron ver una película pero esta vez nada de terror.

La tarde llegó y la hora de comer también, todos hicieron su mayor esfuerzo para no incendiar la cocina, después de un largo rato la comida estaba lista, una rica ensalada, junto a carne asada y una refrescante agua de sandía, nada mal.

Todos se sentaron, todo iba bien pero ya saben que siempre algo, hasta lo más diminuto puede llegar a arruinar lo más perfecto, Emilio se levantó de la mesa y corrió al baño a vomitar pero valla fue su suerte que no eran solo restos de comida, sino que también era sangre la que llegó a escupir.

Diego- hey cholo estas bien?- dio leves toques en la puerta

....

Ale- oye Emilio que tienes?- dijo intentando abrir la puerta

Tiró de la manecilla de la puerta pero no logró abrirla, lo cual significaba que estaba cerrada desde adentro, al no obtener respuesta se alarmaron e hicieron de todo para abrirla pero era inútil, su preocupación creció más a medida que pasaba el tiempo

Azul- Emilio abra la puerta YA!!!

Niko- nos estas preocupado abre por favor

Andrés- EMILIO!!!

La puerta se abrió dejando ver a un chico pálido con su mano limpiando su boca y un tanto preocupado de si mismo, todos se acercaron a él para estar seguros de que se encontrara bien pero Emilio solo los pasó de largo.

La curiosidad de saber que le pasaba a Emilio era grande pero éste solo se metió entre sus cobijas sin decir nada, nadie sabía que hacer o que decir al pobre chico.

Ale- que deberíamos hacer?- preguntó un tanto preocupada

Azul- no lo sé, lo llevamos al doctor?- dijo mientras volteaba a ver a los demás

Andrés- no sé, está raro pero no esta enfermo

Niko- Andrés tiene razóntal vez se siente cansado por la noche que tuvo ayer

Diego- aún así me preocupa verlo en ese estado

Azul- entonces debemos esperar a ver que tan mal se pone?

Niko- no pero podemos cuidarlo entre todos

Ale- bien entonces vamos a prepararle algo para que cene

Las dos chicas bajaron a la cocina para prepararle algo a Emilio, pero una vez abajo miraron a un castaño en un rincón llorando abrazando su piernas y ocultando en estas su rostro.

Ale- Joaco que tienes?- se acercó y lo tomó de un hombro

Azul- porqué lloras corazón?- se arrodilló frente a él e hizo que la mirara

Joaco- es mi culpa.... es.. es mi culpa lo que le pasa a Emilio...

El pequeño rizado se soltó a llorar nuevamente aferrándose más a sus piernas, tan fuerte que se podría decir que con esa fuerza le quedarían moretones

Azul- no claro que no lo es, puede que solo sea alérgico a algo pero no es tu culpa

Joaco- no quiero que le pase nada malo....

Ale- tranquilo, no tienes que culparte de todo Joa

Azul- si tú tranquilo que todo estará bien

Joaco- no quiero que muera... él no se lo merece... él no...

Azul- de que hablas?- hablo con la voz temblorosa por lo que estaba diciendo

Ale- tranquilo, debes estar cansado, mejor ve a dormir con Emilio, y nosotras preparamos algo para ustedes les parece?

Joaco- si esta bien - dijo con una sonrisa y se levanto del piso

Joaco subió las escaleras como si fuera un niño de cinco años, Azul estaba confundida por lo que acababa de pasar pero no dijo nada y se limitó a ayudar a su amiga a preparar la cena, le pareció raro las palabras que dijo el pequeño de todos pero aún así ya no quiso preguntar más.

Todo era raro en esos momentos pero no quería preocupar a los demás, terminó de preparar algo para comer y se acostaron a dormir, que otra cosa podría pasar?

Aún no es tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora