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Era de día y todos estaban dormidos a excepción de Joaquín, quien estaba prepando un desayuno para cuando sus amigos decidan despertar, al finalizar lavo todo lo que ocupo y se sento en la sala para poder ver algún programa.

El tiempo pasaba y comenzaba a aburrirse, estaba dispuesto a subir las escaleras cuando escucho los pasos de todos bajar las escaleras.

Joaco- buenos días!- saludo con una sonrisa pero nadie le contesto - que tal amanecieron?- volvió a preguntar pero volvió a ser ignorado

Miro como todos entraban a la cocina y se servían el desayuno que había preparado, todos sentados en la mesa, el ojimiel se levantó de el sillón para ir a la cocina e intentar hablar nuevamente con ellos.

Joaco- descansaron bien?- pregunto por tercera vez capturando la atención de todos en la mesa

Diego- como pretendes que descansemos si estamos en esta maldita casa?- dijo con enfado e irritación en su voz

Joaco- lo siento... Creí que habían dormido más tranquilos

Azul- Joaco, por favor cállate... Me duele la cabeza - se quejo al momento que comenzaba a masajear su sien

Joaco- quieres una pastilla? Puedo ir a buscar una si quieres - hablo con amabilidad

Azul- no Joaco, solo ya no hables mucho

Joaco- estás segura? Puede empeorar si no tomas nada, también te puedo preparar un té

Azul- Dios Joaquín! Que no! No quiero nada solo necesito que te calles y ya!- grito furiosa y salió de la cocina dejando un tenso ambiente

Ale- tranquilo Joa, todo estará bien, solo deja que se le pase y ya después le das la pastilla

Joaco- es por mi culpa verdad?- hablo entrecortado y la mirada baja

Emi- claro que no! Ella de por si es muy amargarda. Tú no tienes la culpa de nada ok?- dijo con una linda sonrisa y Joaquín se la devolvió para después sentarse a desayunar nuevamente con ellos - dormiste bien Joaco?

Joaco- sip! Creo que dormi mejor que otras veces - respondió olvidando su tristeza de hace unos minutos

Emi- me alegra

Después de terminar de desayunar intentaron distraerse con algo, pero no había nada en esa casa que los ayude a despejar su mente de todo lo que han vivido esos últimos días.

Rendidos decidieron buscar por toda la casa alguna otra pista que les ayude a entender un poco más la situación.

Ale- vallamos al sótano!- propuso la castaña

Azul- estás loca?!- regaño la rubia levantándose de el sillón de la sala - no pienso volver a ese lugar!

Niko- podemos ir todos juntos si quieres - dijo intentando que aceptara

Andrés- vamos todos - se levantó de el sillón y tomo una linterna - Azul

Azul- no voy a entrar - volvió a decir con los brazos cuzados

Andrés- te iba a decir que nos puedes esperar en la puerta

Ale- no tardaremos mucho, solo para que no estés sola aquí en la sala

Niko- puedo hacerte compañia

Diego- ni lo pienses! Tú vas con nosotros - dijo tomando el brazo de Niko y comenzar a caminar al sótano con los demás detrás

Niko- gracias por hacerme perder mi oportunidad de estar a solas con ella - susurro mirando al rubio con una mirada fulminante

Diego- lo siento pero me da miedo entrar solo, porque es obvio que Emilio estará con Joa y Andrés con Ale

Explico en voz baja pasando su brazo por encima los hombros de Niko; al llegar a la puerta que conducía al sótano la abrieron y se adentraron.

Al llegar abajo comenzaron a inspeccionar cada rincón en busca de cualquier cosa que les de una respuesta.

Niko- todo está muy sucio y huele un poco raro

Diego- creen que también sucedió algo aquí?- pregunto moviendo unas tablas que cubian una foto familiar

Diego quitó las tablas con ayuda de Niko, llamando la atención de los demás.

Empezaron a limpiar el polvo que tenía encontrando a una señora abrazando el brazo de su esposo y este teniendo sus manos en los hombros de un niño, por desgracia los rostros de las personas estaban manchados y rasgados.

Ayúdenme...

Escucharon un leve susurro, todos se miraron entre si, esto les dejara más miedo de el que ya tienen...

La puerta que se encontraba bajo las escaleras se abrió lentamente dejando escuchar un rechinido que le provocó un terrible escalofrío recorrerles desde la cabeza hasta los pies.

Aún no es tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora