21

15 2 2
                                    

Todos miraban a Emilio con preocupación, hace tres horas se quedó dormido y ¿Cuál es el problema? No sabían que soñaria...

Le dieron unas pastillas para que pueda dormir y ellos lo cuidarían por cualquier cosa que vean extraño.

Diego- ya lo despertamos?- pregunto con preocupación

Joaco- aún no...

Azul- y si él quiere despertar?- apoyo a su amigo con miedo - como lo sabremos?

Ale- tranquilos, todo estará bien

Niko- sí, solo debemos esperar

Pero el tiempo era entreno para ellos, mientras que para Emilio todo era muy rápido.

~*~

Emilio caminaba al ático con pasos calmados, cuando subió pudo ver cómo este era muy bonito, tenía un pequeño sillón en una esquina, juguetes en la otra, la ventana tenía una lindas cortinas blancas y los rayos de el sol entraban gustosos dándole un aspecto más tranquilo.

Entro y dejo salir una sonrisa alegre cuando miro todo, parecía como si lo que leyó en los periódicos hubiera sido algo falso, pasos se escucharon en las escaleras y volteo a ver, pudo ver a ese pequeño correr a los sillones con un peluche de león, se sentó y comenzó a comer un chocolate; era una escena muy tierna ante los ojos de el rizado.

Pero todo se fue a un acantilado cuando escucho los finos tacones de una mujer, cuando la miro entrar se dio cuenta que era la mamá de Diego...

Con miedo miro como el niño ante él era su amigo, el pequeño comenzó a temblar cuando la mujer termino de entrar a ese pequeño ático que también había dejado de brillar y los colores se habían vuelto palidos.

- qué estás haciendo?!- grito la mujer caminado al niño con pasos rápidos y firmes haciendo que sus tacones resonaran en toda la habitación, estando cerca le arrebato el chocolate a medio comer - te he dicho que no puedes comer esto! O qué?! No logras entender esto tampoco?!

Diego- pero... Solo es un dulce - decía con voz temblorosa y lágrimas en sus ojitos

- y crees que te lo mereces?! Tus malditas notas son un asco al igual que tú! No mereces nada, es más, hoy no vas a cenar y te vas a quedar aquí para que aprendas a no desobedecerme!

La mujer salió y cerró la puerta de el ático con el niño dentro, Emilio quiso hablarle, abrazarlo, consolarlo pero no podía...

Miro como lloraba en silencio, como se aferraba a su peluche, como sufría solo...

El sol se oculto y miro la luna y estrellas hacer presencia en el cielo, la mujer volvió a subir y abrió la puerta para entrar con su marido quien se quitó el cinturón y le ordenó que se arrodillara frente a él.

Diego- no... Papá... Por.. por favor...

- que te arrodilles! - grito acercandose al pequeño

Con temor se arrodilló y bajo la cabeza, su padre se posicionó detrás de él y lo empujó hacia adelanté, encorbando su cuerpo y comenzó a golpear su delicada espalda con el cinturón. 

- te he dicho que tienes que obedecer a tu madre! Que tu única obligación es tener buenas notas! No me voy a estar matando en el trabajo para mantener a inútiles como tú!- golpeaba a su hijo causando que el menor soltara lágrimas lastimeras

Diego- ya papá! Por favor... Me duele mucho...

- eso es lo que quiero! Que te duele para ver si así aprendes de una maldita vez tu puta obligación en esta casa!

Los golpes eran fuertes, los sollozos y suplicas de el pequeño también, la mujer solo los miraba desde una esquina con los brazos cruzados.

Perdió la cuenta de cuántos golpes recibió el pequeño pero al final lo dejaron, los adultos salieron y el niño solo abrazo a su peluche manchando de sangre el juguete.

Emilio se arrodilló llorando por lo que había visto.

Diego- salvame... Por favor...

Emi- cómo?...

Diego- por favor... Despierta...

Emi- Diego?

Ale- Emilio! Despierta!

Joaco- Emilio! Despierta ya!

Emilio se levantó y salió de el ático corriendo para llegar a su habitación y acostarse en la cama para cerrar los ojos fuerte para poder conseguir despertar.

Azul- Emilio ya!- soltó una cachetada al tiempo que el rizado abría los ojos

Emi- Auch! Azul!- se quejo tomando una mejor postura en la cama para poder mirar a la rubia

Azul- no me reclames nada porque solo estaba intentando traerte a la vida!- dijo en modo de justificación al momento que cruzaba los brazos

Emi- pero no me morí! Solo estaba dormido

Azul- aún así! Me preocupe...

Diego- y?- todos lo miraron - Qué descubriste?- de igual manera volvieron su atención a Emilio

Emi- es verdad... Sufrió mucho. Lo soñé en el ático, estaba muy feliz con su peluche de león, estaba comiendo un chocolate pero su madre apareció y lo regaño, lo dejo encerrado y después llegó su padre y lo golpeó tan fuerte que le hizo sangrar la espalda, piernas y brazos...

Ale- que monstruos...

Andrés- pudiste mirar su rostro?

Emi- si pero no lo recuerdo, cuando su madre entro mire que era la mamá de Diego...

Diego- mi madre?! Significa que...

Emi- si... Se mostró como tú está vez...

El dolor de saber que todo era una cruel verdad los estaba matando, tenían que salvar a ese pobre niño en pena...

Tenían que hacerle justicia y poder ayudarlo a qué pueda descansar en paz al fin.

Aún no es tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora