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Los rayos del sol habían quedado ocultos detrás de unas enormes nubes grises que dejaban caer sus cristalinas gotas en la ciudad.

3 días...

Llevan encerrados tres días, los padres de Emilio dijeron que tardarían más de lo acordado, Renata se quedaría con algunas amigas después de su campamento, estaban acabados...

¿ Por qué no pidieron ayuda ? Porque al momento de querer mandar mensaje la señal se perdio.

Las gotas eran el único sonido que podian apreciar de el exterior pero la comida parecia no escasear o tal vez es porque el ambre era muy poca después de los sucesos en esa casa; han estado escuchando los golpes en la ventana, los rasguños en el armario, todos miran una sombra de un niño pero Emilio es el único que puede verlo bien.

Unos pequeños shorts rotos, un suéter de tejido color rojo igual de roto y unas manchas de sangre en este, no ha podido ver su rostro con claridad pero siempre lo mira llorar, lo escucha pedir ayuda, siente la necesidad de abrazarle y consolarle.

Decidido a ayudarlo subió a la habitación para empezar a despertar a sus amigos

Emi- despierten! Necesito su ayuda!- dijo comenzando a jalonear la cobija lejos de el alcance de ellos

Diego- en que quieres ayuda ?- pregunto medio adormilado, pues habían tomado la decisión de dormir de día y estar al pendiente de noche

Emi- debemos ayudarlo...

Azul- a quién?- se sentó en la orilla de la cama para poder prestar más atención a su amigo

Emi- se que sonara loco pero realmente necesitamos salvarlo

Andrés- haber habla más claro que no entendemos

Emi- al niño! El niño que nos ha estado haciendo vivir la experiencia más extraña de nuestras vidas

Diego- te volviste loco?!

Emi- claro que no! Siempre nos pide ayuda, en estos tres días todos lo escuchamos llorar y lo escuchamos pedir ayuda

Azul- y según tú, como lo vamos a ayudar genio?- pregunto con un toque de ironía al final

Emi- no lo sé, podemos hacer un tipo ritual?

Ale- no creo que sea una buena idea...

Niko- Ale tiene razón, y si en lugar de mejorar lo hacemos más grande?

Emi- pero-

Azul- No Emilio! No vamos a hacer eso!- grito con molestia interrumpiendo a su amigo

Emi- bien! Si ustedes no quieren lo haré yo solo!

Joaco- yo te ayudo - dijo firme llamando la atención de todos en la habitación - yo voy a ayudarte Emilio

Andrés- claro que no! No te vamos a arriesgar Joaco!

Joaco- si dicen ser mis amigos... Nuestros amigos nos ayudarían a resolver esto

Ale- no queremos que les pase algo!

Niko- tú bien sabes - se callo de repente haciendo que todos lo miren con confusión por la acción y la frase medio completa

Diego- qué?- pregunto caminando a niko - Qué es lo qué sabe?

Niko- nada...

Azul- Niko... Que es eso que ocultan?

Ale- tranquilos no malentiendan nada, a Niko le dan miedo estás cosas y aveces suele pensar de más

Sin decir nada más Niko y Joaco salieron de la habitación para caminar a la cocina y poder hablar mejor; después de unos 15 minutos ambos regresaron.

Niko- voy a ayudarlos pero por favor prometan que nada malo va a pasar con ninguno de los que están aquí - dijo mirando a los dos rizados, estos asintieron y comenzaron a buscar algún tipo de pistas en la casa

Buscaban cualquier cosa que les pueda servir, Diego, Niko y Andrés estaban buscando en el ático para ver qué podía servirles, buscaron en todas las cajas que estaban ahí pero la pequeña puerta se cerró dejando a los tres atrapados, corrieron para intentar abrir pero fue inútil

Niko- ahora que haremos?!- pregunto mirando asustado a sus otros dos acompañantes

Andrés- pues sigamos buscando

Con las linternas de sus celulares buscaron en cada caja y rincon para toparse con una que decía " mi pequeño ángel " Diego un poco dudoso se acercó a esta y levantó una de las tapas para encontrarse con foto de un pequeño bebé, se podía ver qué estaba con una señora, supuso que era la mamá, las fotografías se miraban viejas y maltratadas pero eso no le importo para tomar un pequeño oso de peluche, lo saco y lo puso a un lado, saco también unos carritos, ropita de bebé, chupones; estaba por tomar la foto cuando la puerta de el ático se abrió por si sola llamando la atención de los tres, volteo a ver la caja y pudo ver el rostro desfigurado de un niño que comenzó a gritar y se lanzó a él.

Diego aventó la caja y pudo ver cómo el pequeño niño se arrastraba a él, el miedo en su cuerpo le impedía ponerse de pie, Andrés lo levanto y los tres corrieron las pequeñas escaleras que conducian a la planta de abajo, Niko pateo la puerta escuchando los gritos desgarradores de el niño.

Sus respiraciones eran erraticas después de sentir la adrenalina, una vez recuperados fueron a la habitación para esperar a los demás.

¿ Cómo les estará llendo a los otros ?

Aún no es tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora