▭𝅼▬࣪▭𝅼▬ׄ▭ ꒰🌼꒱ ▭𝅼▬࣪▭𝅼▬ׄ▭𝅼
En el principio de los tiempos, había sólo dos hermanos, ambos con el mismo poder: Crear y destruir.
Juntos hicieron un mundo, formaron primero la tierra y el agua, luego hicieron soplar el viento y arder el fuego, crearon desiertos y oasis, valles de hielo y montañas, hicieron crecer plantas y flores para decorar la tierra, luego vinieron los animales, para vivir en cada terreno y espacio de su obra.
Luego de crear todo, juntos decidieron crear algo más, una criatura inteligente, que los reconociera como sus dioses, hechos a su imagen y semejanza, los humanos.
Los humanos eran simples y complejos a la vez, diferente a los animales, ellos pensaban y razonaban muchísimo, eran inteligentes y astutos, pero a su vez, eran débiles y sensibles.
Los humanos fueron sus mejores fieles, sus únicos seguidores y creyentes, ya que los animales no reconocían a los hermanos dioses como tales, los humanos les dieron poder, la fé los hacía más grandes.
Tanto poder enloqueció a uno de los hermanos, que quería más, más grandeza, más reconocimiento, quiso ser el único Dios tan poderoso.
Creo su propio mundo, al que llamó "El mundo de arriba", e impidió a su hermano subir a este.
—Es mí lugar, sólo hay un lugar para un Dios, sólo el más grande, sólo yo —dijo, con una sonrisa enorme y arrogante.
—Llegamos al mismo tiempo, hicimos todo esto juntos, Auritz —replicó el otro— ¿Qué te hace creer que eres mejor que yo?
—Soy mejor que tú porque puedo controlar todo esto solo —dijo, con soberbia—. Y tú eres más débil y ridículo porque quieres seguir teniendo mí ayuda para mantener este mundo.
—¿Crees que puedes mantener todo el mundo tu sólo?
—No lo creo, puedo, Ossian.
Un hermano estaba dispuesto a pelear, esperando dar el primer golpe, dispuesto a demostrar lo poderoso que era.
El otro hermano no se iba a rebajar, no iba a caer en una lucha eterna, siendo ambos igual de poderosos, era imposible destruirse el uno al otro.
—Bien, entonces, quédate sólo —finalizó, para retirarse de aquel mundo.
Tal como su hermano, creo el propio, lejos del alcance del otro Dios, quizás su error más grande fue dejarlo sin un nombre, fue bautizado como el "Inframundo" o el "Mundo de abajo" por su único rival.
Su hermano comenzó a enviar a aquella tierra todo lo que no deseaba, criaturas que eran muy feas a su gusto, las almas de los humanos luego de morir, y posteriormente... Los Dioses Indeseados: aquellos también creados por él, pero que por algún motivo, ya no servían.
Auritz se vio abrumado por tantas cosas y problemas en la tierra de los humanos, que creó a sus propios Dioses para ayudarlo.
Uno para controlar el clima, otro para el día, otro para la noche, otro para los animales y otro para las plantas... Y también para que todos esos Dioses lo obedecieran, ellos le debían su vida y su ego necesitaba crecer, ya no alcanzaba solo con los humanos.
Y Dios que se negara a su poder, era un desterrado de todos los dominios del Dios Creador, iba directo al Inframundo, la tierra de los Dioses muertos.
Ossian recibía todo aquello de su hermano rechazaba, porque a él no le importaba la apariencia, tampoco quería que lo veneraran, no necesitaba la aprobación ni admiración de nadie para saber su propia grandeza, para quererse a sí mismo.
Les daba un nuevo lugar, un hogar, un nuevo comienzo lejos de cualquier dominio u orden, allí eran libres.
Y mientras Ossian vivía tranquilo en su propio mundo, junto con las personas y criaturas más felices, Auritz continuaba creando Dioses menores, esta vez, buscando la perfección, la belleza más pura, el Dios más hermoso que cualquiera de los mundos haya visto...
De aquella flor nacida bajo la luz de la luna, nació Louis, aquel joven de cabello castaño oscuro como la noche, sus ojos cargados de estrellas, un rosado rubor siempre presente en sus mejillas, con músculos marcados y rasgos delicados... El Dios de todo lo Bello.
Aunque poco iba a sospechar la revolución que aquel joven de ojitos azules iba a lograr.
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𝐋𝐚 𝐭𝐢𝐞𝐫𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐢𝐨𝐬𝐞𝐬 𝐦𝐮𝐞𝐫𝐭𝐨𝐬 [𝐋.𝐒]
FanfictionLouis, el Dios de lo Bello, huye del los dominios del Dios Creador, desatando su furia, en búsqueda de su libertad y felicidad, para vivir una vida sin presiones. Va hacia el Inframundo, la tierra de los dioses muertos, dónde conoce a Harry, Dios de...