𝐒𝐞𝐢𝐬: 𝐒𝐭𝐚𝐲

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▭𝅼▬࣪▭𝅼▬ׄ▭ ꒰🌼꒱ ▭𝅼▬࣪▭𝅼▬ׄ▭𝅼

Ante aquel grito, el Dios mayor no dudó en correr hacia él interior de la casa y Louis lo siguió con algo de miedo, fue recibido por una pequeña sala con una modesta cocina, pero el sonido de llanto y las palabras suaves de Ossian venían de una habitación, se asomó por el umbral, con Googie abrazado a su pecho.

Pudo ver a aquel Dios que lo había recibido, aquel que en un momento le dió tanta seguridad, y confianza, y ese extraño sentimiento de familiaridad, aquel Dios que su corazón había seguido hasta aquel lugar... Ahora se abrazaba así mismo, entre lágrimas, y llanto ahogado, temblaba completamente, y Ossian le hablaba en un inútil intento de calmarlo.

—Harry... —Louis murmuró su nombre con dolor, sintió las lágrimas subir a sus ojos rápidamente, le dolía tanto verlo así, y unas súbitas ganas de protegerlo florecieron en su corazón.

—Louis, vete, por favor —pidió Ossian, quien encontraba indebido que alguien viera a Harry en ese estado, quería tener privacidad para que él pudiera sentirse mal en paz.

—P-pero... —murmuró en un puchero, ¿Cómo le podía explicar a aquel Dios que no podía irse, que su corazón no lo dejaba abandonarlo así?— ¿Qué le pasa?

—Son los humanos, están sufriendo, y Hazz sufre con ellos —dijo Ossian, con muy pocas ganas de explicar el dolor del joven Dios—. Harry... ¿Qué está pasando?

—N-no respiro —murmuró con dolor, escondiendo el rostro en sus rodillas, estaba hecho una bolita y el Dios mayor lo acunaba contra su pecho—. Ellos... Se están ahogando, y y-yo también me a-ahogo.

—Respira, Hazz, pasará —Ossian frotaba su espalda, mientras el Dios de los Humanos intentaba respirar profundamente.

—Sus almas... Son muchas, vienen hacia aquí.

—No puedes ir a recibirlas, Harry, no estás en condiciones —Ossian negó.

—¿P-puedes ir tú? Necesitan... Necesitan a alguien, p-por favor —pidió.

Ossian dudó, no quería dejarlo así, porque sabía que Harry estaba teniendo un ataque de pánico de tantas emociones humanas, y no tenía corazón para dejarlo en medio de su sufrimiento.

—Yo puedo quedarme con él —ofreció Louis, captando la vista del Dios mayor, Harry asintió levemente en aprobación, en realidad no le importaba quién se quedará con él, solo quería que alguien fuera a calmar a las dolidas almas de los humanos cuando llegaran a aquel mundo.

—Bien, iré —dijo Ossian, iría solo por el pequeño Dios, solo porque nunca podía negarle nada a Harry, porque era un joven muy querido para él.

Se apartó y le hizo señas a Louis para que se acercara, el castaño fue hasta el borde de la cama, Googie saltó de sus brazos hacia esta, y fue a oler a Harry, moviendo sus bigotes.

—No lo dejes solo —pidió Ossian, y fueron las últimas palabras que dijo antes de retirarse de la casa, dejando a ambos solos, con aquel conejo dorado que se frotaba contra los pies de Harry.

—Ha-Hazz... —murmuró Louis con duda.

—Mhm... —el rizado murmuró una leve respuesta, estaba intentando controlar su respiración para no ahogarse en aquel dolor que lo llenaba por completo.

Sentía sus pulmones pesados, su pecho comprimido, y la sensación de querer gritar en el fondo de su garganta, su corazón latía agitado por el miedo, y las lágrimas no dejaban de caer.

Estaba seguro, que en alguna, o en muchas partes, de la Tierra de los Humanos, un tsunami devastador había terminado con la vida de miles de inocentes, humanos que no tenían la culpa que el Mundo de Arriba estuviera temblando a causa de un Dios egoísta y cruel.

𝐋𝐚 𝐭𝐢𝐞𝐫𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐢𝐨𝐬𝐞𝐬 𝐦𝐮𝐞𝐫𝐭𝐨𝐬 [𝐋.𝐒]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora