Capítulo 8

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"¿Te gusta?" Lena susurró a su oido.

"Mhg si, se siente genial" Kara respondió cerrando los ojos.

"¿Quieres que vaya más lento?"

"No, lo estás haciendo bien".

"Si te lastimo dímelo y me detendré".

"Solo continúa" La rubia pidió tirando la cabeza para atrás dejándose consentir.

Pues Lena se encontraba haciéndole un pequeño masaje en los hombros con el único propósito de consentirla y hacerla sentir mejor puesto que esa misma mañana Kara había amanecido con fuertes cólicos a causa de su periodo que recién comenzaba, solía ponerse delicada en aquellas ocasiones y el dolor que sentía lo empeoraba todo.

Obviamente a Lena no le gustaba verla así, solo quería devolverle su sonrisa, por lo cual esa mañana ella misma se había encargado del desayuno y de hacerle un té calientito que pudiera calmar un poco los dolores de cólicos, le trajo una mantita y estuvo a su lado en todo momento por si a la rubia se le ofrecía algo más, para así poder cumplírselo al momento.

Cuando Lena terminó esta volvió a acurrucarse al lado de la rubia para mantenerla abrazada mientras acariciaba su cabeza, era su pequeña cochorrita y debía cuidarla bien.

"Gracias por todo" Kara agradeció acurrucándose contra ella para abrazarse de su brazo derecho.

"No es nada Kara, solo quiero que estés bien" Lena respondió acercando un poquito más a Kara.

"Eres tan buena conmigo, aún no entiendo como alguien como tú decidió quedarse para lidiar con todo mi desastre".

"Kara, he dicho que te quiero, eso es suficiente para quedarme a tu lado, ¿No es así?"

"Pero... No quiero que pierdas tu tiempo en mí, además por las tardes debes ir a dar clases, estás desperdiciando tus mañanas".

"Oye, oye" Lena la llamó tomando su rostro entre sus manos para hacerla mirarla y notó como algunas lágrimas amenzaban con salir de los ojos de la rubia. "No debo ir todas las tardes, y aunque así lo fuese, estar contigo es agradable, ¿Sabes lo aburridas que eran mis mañanas antes de conocerte?"

Kara formó un puchero.

"No quiero dar pena" La rubia murmuró casi inaudible.

Sin embargo Lena si logró escucharla.

"No me das pena". Me gustas que difícil era decir aquellas palabras. "Escucha, es normal que algunas veces tengamos inseguridades, pero no deberías dejar que eso sea tu prioridad, tú vales demasiado Kara Zor-el".

"Es fácil decirlo cuando no tienes una inseguridad así de grande" La rubia insistió.

"Por supuesto que la tengo" Lena afirmó.

"Pero pareces una mujer perfecta" Los ojitos de Kara seguían llorosos.

"Pues no lo soy".

"Entonces... ¿Cuál es tu mayor inseguridad?" Kara se separó un poco para mirarla de frente.

Lena fue tomada por sorpresa, ¿Debería decirlo? Porque ella temía ser juzgada, después de todo había conocido a Kara hace apenas tres semanas, aunque inexplicablemente sentía como si la conociera desde toda la vida pues la confianza que tenía con ella era demasiada.

"Yo.." Lena tomó un respiro. "Soy intersexual".

Lo había soltado, ella había dejado ir aquella carga.

"¿Y por qué te avergonzarías de eso?" Kara preguntó mirando a Lena, la cual yacía con los ojos cerrados esperando a ser juzgada.

Pero eso nunca llegó, Kara no la juzgó.

"Para empezar, ¿Sabes lo que eso significa?" Lena preguntó sin creerlo todavía.

"He escuchado un poco, ¿Qué hay de malo con eso? Todos los cuerpos son perfectos". Y el tuyo mucho más Kara pensó, que ganas tenía de lucir como ella.

"No era una inseguridad hasta que mi ex novio se enteró de mi condición y me dejó por eso, él era estadounidense, se fue de intercambio a Irlanda, al principio creí que me amaba, pero cuando supo que yo era intersexual decidió dejarme y poco tiempo después regresó a Estados Unidos luego de su graduación, a decir verdad él era demasiado inmaduro a pesar de ser mucho mayor a mí". Lena contó con algo de nostalgia.

"¡Oh! Yo... Lo siento mucho" Kara acarició su brazo en señal de apoyo.

"Está bien, en su momento me afectó un poco, pero he tratado de ir superando esa inseguridad poco a poco, después de todo debo amarme a mí misma para poder amar a alguien más".

Lena sonrió y automáticamente Kara también lo hizo.

"Tienes un poder para hacerme sentir mejor siempre". La rubia soltó con total sinceridad volviendo a acurrucarse contra Lena al mismo tiempo que sentía como esta acariciaba su cabello.

Era agradable pasar tiempo con ella, Lena siempre sabía como hacerla sentir mejor.

Y sin darse cuenta Kara cayó dormida, no supo cuando ni como Lena se había ido, al parecer la alarma le había avisado que era hora de volver a casa.

Entonces cuando Kara despertó se dió cuenta de que ahora estaba en la cama de su habitación, Lena la había llevado hasta ahí para que pudiera terminar de descansar; Ella estaba algo triste ya que no había podido despedirse de su amiga y tendría que pasar por un largo fin de semana para poder volver a verla.

Fue grande el susto que se llevó al mirar la hora y notar que su esposo estaba por regresar cuando ella aún no había hecho el almuerzo, iba a ir apresurada a la cocina para hacerle algo de comer cuando escuchó la puerta ser abierta.

No había más por hacer, él iba a notar que no había preparado nada y la violencia comenzaría nuevamente.

Así que solamente cerró los ojos y esperó a ser llamada.

"¡Kara!" Su esposo gritó.

Y ella fue hasta la cocina con la cabeza gacha esperando los golpes.

Pero estos nunca llegaron.

"Por fin aprendes a cortar los fideos antes de servirmelos" Mike felicitó exageradamente y Kara no pudo estar más confundida.

Entonces levantó la cabeza y lo entendió todo.

Casi dejó salir una lágrima de alivio al notar que Lena había comprado fideos y los había servido para Mike antes de irse, instintivamente volteó la mirada hacia la sala y notó como todo estaba organizado tal como en la mañana se encontraba antes de su llegada, parecía un sueño que Lena hubiese estado ahí hace apenas un par de horas.

Lena parecía un sueño, un sueño tan perfecto del que no quería despertar jamás.

No sabía lo que había hecho para merecer que alguien como ella en su vida, pero estaba agradecida, Lena la había salvado, no solamente del maltrato que estaba por recibir, también le había dado esperanza para seguir adelante a pesar de lo mala que era la vida al lado de su esposo.

Lena era su heroína.
 
 
 
 
 
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ESTÉRIL (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora