THE TRUTH UNTOLD. [EN HIATUS]

15. Refugio, parte 2.

Wen XueZhu ayudó en todo a los Lan, tanto para reconstruir como para buscar los cuerpos de los líderes.

También ayudó en saber con cuantos discípulos contaba la secta Wen, sus puntos fuertes y débiles.

— Hay oficinas de supervisión aquí y aquí — señaló XueZhu — Mi prima fue enviada a la oficina de supervisión en Yiling desde antes de que me ordenaran atacar Gusu, por obvias razones, no fue pero Xiaosi me informó que recientemente se encuentra ahí —.

— Vengo de ahí, ahí no están... — dijo Wanyin.

— ¿Siguen sin...? — preguntó el Wen.

— Los arrojaron a los túmulos funerarios — dijo Xichen.

— Mierda — soltó el Wen.

Wuxian entró en ese momento — La energía resentida desapareció hace una semana — informó — La gente tiene el rumor de que vieron a tres personas salir de ahí y comprar túnicas nuevas, nadie sabe a donde fueron —.

— Joder, deben ser ellos — dijo Mingjue.

Los demás asintieron de acuerdo.

Y durante los siguientes 4 meses, siguieron buscando.

Xichen tenía el anillo de Zhili en el dedo anular, lo habían encontrado en Yiling la única vez que fueron a investigar. También habían logrado recuperar las espadas, por lo que Wanyin portaba la espada de su hermana.

Esto fue gracias a Wen Xiaosi, quien desde adentro estaba ayudando a las demás sectas. Aunque conforme pasa el tiempo, menos puede ayudar.

— Llegó una carta por parte de A-Chao — dijo XueZhu — Se le hizo difícil, pero no encontraron el cuerpo de los líderes Jiang, solo pudo recuperar esto — el Wen sacó el tocado de ZiYuan y la campanilla de Fengmian — Habló con varios discípulos Wen, dicen que no llevaron ningún cuerpo que le perteneciera a alguno de los líderes —.

— Pasó igual con mis padres... — dijo Xichen.

Wanyin tomó la campanilla y el tocado, acercándolos a su pecho.

— Nada de lloriqueos, nieto mío — dijeron en la entrada de la carpa.

Wanyin de inmediato miró hacia arriba — ¡Abuela! — gritó y corrió hacia ella, abrazándola.

La señora correspondió al abrazo — Encontraremos a tu hermana... lo prometo —.

— Tenemos algo que informar — dijo un discípulo Jin.

— Habla — ordenó el líder Nie.

Wanyin se separó del abrazo de su abuela pero no le soltó la manga de la túnica.

— Se vio a Jiang Zhili en la frontera entre Lanling y Yummeng — informó — No pudieron seguirla, desapareció entre el busque —.

— ¿Estas seguro? — cuestionó Jin FuGui.

— Si, mi líder — respondió el discípulo Jin.

— ¿Qué estamos esperando? Vamos — dijo un esperanzado Wanyin.

— Vayan ustedes — dijo el Nie — Jin FuGui y yo nos quedamos aquí, si nos movemos esos bastardos atacarán por la espalda —.

— Vayan — dijo el Jin.

Los Lan y Jiang partieron ese momento. DuLian se les unió poco después.

— Lian-jie, dime que la vamos a encontrar — dijo Wanyin.

DuLian suspiró — Eso espero, ChengCheng —.

Emprendieron vuelo y fueron lo más rápido que podían a la frontera.