23. Muerte.

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El anciano Wen salió con una misión, traer a Jiang Zhili a Qishan.

— Ese maldito bebé... — susurró al aire el Wen — Solo estorba y ni siquiera es suyo... —.

No tardo mucho en llegar a Yummeng, donde vigilo por días el movimiento dentro de la recién recuperada y reconstruida Yummeng.

Tardo alrededor de 12 días en aprenderse de memoria la rutina de todos. Ubicó perfectamente las habitaciones de los Jiang y de los discípulos.

Por lo que, la tarde siguiente, decidió esperar...

Cuando la noche cayó, las velas se apagaron y la luna ya se encontraba en lo más alto, el anciano Wen entró con sigilo. Encontró la habitación de Jiang Zhili y entró, cargó al bebé en brazos mirándolo con asco.

El Wen dejó una nota que había escrito antes de salir de Qishan, y se fue de la misma manera en la que entró.

Por la mañana, Zhili se levantó y fue directamente a la cuna de A-Jun, jadeando de pánico al no verlo.

— No... tranquila, tal vez entró Wanyin y se lo llevó... — se auto convenció de ello — Si... eso debe ser... —.

Se vistió y peinó con rapidez, de pronto vio la nota, caminó hacia ella y la tomó.

La carta decía así:

Quería Jiang Zhili, aquí un anciano Wen.

Su bebé... es horrible. No se como es que se encariño con una cosa tan horrible cómo está, pero no la juzgo.

En cambio, venga a Chongyang en silencio, le advierto que deberá venir sola. O su querido... "hijo" morirá.

La espero pacientemente...

Zhili respiro hondo y mordió su labio.

— A-Jun... — susurro y salió de su habitación, por suerte Wanyin no se encontraba en la Residencia Jiang, se encontraba en el campo de entrenamiento.

Por lo que aprovechó para salir de ahí sin que nadie la viera.

Viajo por agua, por el único lugar en la que su aroma se perdería y sería más rápido llegar.

El viaje de Yummeng a Chongyang en espada es de 3 días, a pie 6 días, pero por agua... 1 día, usando las corrientes de agua a su favor y usando sus alas de impulso. Aunque se encontraban rotas, aún cumplían con su función, menos de volar.

Salió del agua y respiro hondo, caminó hacia Chongyang con el ceño fruncido. Escondió a Shandiàn en su cuello usándolo de collar, acomodó bien su espada en su cintura y caminó.

Llegó a Chongyang antes de lo esperado, más exactamente, al lugar donde meses antes se había creado una guerra.

— Oh, señorita Zhili, llegó antes — dijo el anciano Wen con el bebé en brazos.

— ¿Por que? — preguntó Zhili, teniendo cuidado de ser una amenaza para el Wen.

— Primero que nada — empezó el Wen — Le agradezco que me hiciera caso en venir sola, eso me facilita las cosas — chasqueó los dedos y varios discípulos aparecieron, atrapando a la Jiang — Segundo, realmente creí que llevarías al hijo de Wen Rouhan, pero me equivoqué... —.

— ¿Qué es lo que quieres? — dijo Zhili, ya se encontraba de rodillas, sin su espada y sus alas detenidas por un discípulo.

— Quiero que vayas a Qishan, tú celo se acerca, ¿No es así? — la miró con burla — Y le des herederos a Wen Rouhan, Wen XueZhu y Wen Xiaosi son inútiles, de todos modos... pero tú... — caminó hacia ella — Eres especial, ese núcleo dorado que posees es tan fuerte y tan parecido al sol que sus hijos serían realmente fuertes... —.

Zhili gruñó y sintió sus alas ser jaladas.

— Vuelve a gruñirme y te arrancare las alas... — amenazo el Wen, apretando al bebé en sus brazos, causando que este llorase — Cállate, estúpido bebé —.

— Dejará de llorar cuando lo tenga en brazos... — dijo Zhili.

El Wen rió y negó con la cabeza — ¿Realmente creíste que lo dejaría vivo? — se burló, de nuevo — Este bebé es un estorbo para mis planes a futuro —.

Zhili sintió una enorme desesperación y gruñó por instinto.

— Te lo advertí — dijo el Wen — Háganlo —.

Dos discípulos se acercaron con sus espadas, las calentaron con rapidez. Zhili vio esto y trató de escapar, causando que la tiraran al suelo y estirasen sus alas.

— Eviten cortar su cabello, es parte de su encanto — ordenó el Wen, admirando la escena.

Los discípulos acataron e hicieron su cabello a un lado, haciendo que el tocado de serpiente cayera de su cabello.

— Paren, basta... — pidió Zhili — Iré a Qishan, pero deja mis alas y al bebé... —.

— Oh, querida... — fue lo único que soltó el Wen antes de volver a asentir.

Los discípulos cortaron con rapidez las alas de Zhili desde el nacimiento. La Jiang gritó y lloró de dolor, la sangre comenzaba a brotar por montones de las heridas. El bebé sintió la desesperación de la Jiang y comenzó a llorar con más fuerza.

— Ya me hartaste — dijo el Wen, quitó las cobijas del bebé y lo tomó el cuello.

— No, para — rogó la Jiang en un hilo de voz, arrastrándose al Wen.

El Wen gruñó apretó con fuerza el cuello del bebé, se escuchó que el pequeño cuello crujió y el bebé murió.

— ¡Noooo! — gritó Zhili, el Wen dejó caer el cuerpo del bebé y la Jiang se sentó a como pudo, abrazando al bebé.

El Wen rodó los ojos y le arrebató el cuerpo del bebé, lanzándolo lejos de ella.

— Llévensela de aquí, manden esas alas a Yummeng — ordenó.

Los discípulos se llevaron a la Jiang a rastras de ahí, un discípulo llegó a Yummeng después de 3 días.

Wanyin se encontraba en el pueblo, preguntando por su melliza cuando un niño gritó "¡Un Wen!".

Wanyin volteó con rapidez, pero dejó caer su espada cuando reconoció las las.

— Jijie... — susurro.

El discípulo Wen se acercó a él y extendió sus brazos, mostrándole las alas — Nos complace informar que Jiang Zhili ha sido llevada a QishanWen a casarse con nuestro generoso líder Wen — dijo y dejó caer las alas — Nuestra futura madame Wen aceptó en Chongyang y entregó sus alas —.

— Mientes... — susurró Wanyin.

El discípulo Wen solo se burló de él y se fue de ahí, dejando a un Wanyin en shock y al pueblo llorando en silencio.

Así se quedó Wanyin hacia el atardecer, nadie del pueblo podía hacer que Wanyin regresara en si, hasta que llegaron los demás.

Wangji reconoció las alas y corrió a abrazar a su prometido, quien de inmediato se aferró al Lan y se soltó a llorar.

— ¡La perdí de nuevo! ¡Soy un inútil! ¡Jijie! — gritó el Jiang.

Xichen se puso de rodillas y acarició las alas de su prometida, unas lágrimas traicioneras salieron de sus mejillas.

Los demás no dijeron nada, simplemente guardaron silencio, llorando.

Los demás no dijeron nada, simplemente guardaron silencio, llorando

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Estoy muy enojada.

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