Just like a tsunami [Haikyuu] (CANCELADA)

Capítulo cinco: La calma tras la tormenta

🌙Narra Kiyoomi🌙
Me encuentro tranquilamente tumbado en la cama de la habitación en la que estoy durmiendo estos días, leyendo un libro, hace apenas quince minutos me desperté de un sueño medianamente reparador, tan solo eran las nueve de la mañana cuando me había despertado, por eso decidí leer un poco antes de bajar a desayunar. Mentiría si dijera que estaba tratando de atrasar el momento de bajar a desayunar, pues sabía que probablemente me encontraría con Atsumu, y siendo franco, no tenía ninguna gana de estar con él. Sabía perfectamente que los demás ya se habían levantado, pues escuchaba voces y murmullos por la casa.

De un momento a otro, cuando estaba a punto de pasar la página de mi libro alguien toca la puerta de mi habitación, estaba seguro que habían tocado la puerta del cuarto en el que estaba, me tenso ligeramente, coloco el marca páginas y cierro el libro, dejándolo en la mesilla de noche. Me quedo quieto, veo como la puerta de la habitación se abre levemente, alguien asoma la cabeza, era Komori, suspiró aliviado. Mi primo, al verme despierto, me sonríe y entra a la habitación, cerrando la puerta tras de sí.

-Buenos días Kiyoomi-Me saluda mientras sigue con esa sonrisa amable plasmada en sus labios, se sienta en el borde de la cama, mirándome
-Hola Komori-Respondo, en un tono tranquilo, sinceramente me había sorprendido que Komori se hubiera levantado antes que yo, normalmente era lo contrario.
-Hoy vendrás a buscar cangrejos con nosotros, ¿no?-Pregunta el joven de cabellos color caoba con una mirada emocionada en su rostro, yo solo tuerzo el gesto.
-Oh claro que sí, no tengo nada mejor que hacer-Ironizo, rodando los ojos-Komori, dime, ¿porqué pensabas que iría con vosotros?-Pregunto, mirándole con el ceño ligeramente fruncido.
-Quieras o no vendrás Kiyoomi, no te vas a pasar el verano aquí encerrado, ¿o sí?-Habla en un tono que denota algo de seriedad en sus palabras.-No me mires como si te acabara de leer la mente, aunque te hubieras querido pasar todo el verano aquí encerrado no te habría dejado, quiero que te lo pases bien, así que vas a venir con nosotros-Añade, sonriendo cándidamente.-Obviando el asunto de los cangrejos, ¿vienes a desayunar? Osamu está preparando unas tortitas, y si no vienes no las podrás probar.-Habló divertido, de nuevo con una brillante expresión en su rostro.

Suspiro y me levanto de la cama, bostezo y le miro con mala cara, no tenia ninguna gana ni de ir a desayunar ni de ir a buscar cangrejos, pero no tenía opción de rechazar ninguna de las dos cosas. Él solo se levanta de la cama, sonriéndome de lado con una mirada ingenua en sus ojos, parece que no entiende lo incómodo que será el desayuno- y básicamente todo el día-tras lo que pasó ayer con Atsumu.

Con mal gesto bajo las escaleras, caminando detrás de Komori. Un delicioso olor a tortitas golpea mi rostro, de veras, Komori no mentía cuando hablaba sobre las ricas tortitas que estaba preparando Osamu, seguro que sabían extremadamente bien. Relajo un poco mi expresión, quizá debería dejar de preocuparme por Atsumu y centrarme en disfrutar del desayuno. Pero aquellos pensamientos tranquilizadores se esfuman en cuanto entro a la cocina junto a Komori, porque aquellas grandes posibilidades se habían hecho realidad, ahí estaba Atsumu, hablando con su hermano, de pie junto a él, mientras Osamu preparaba las tortitas y Suna estaba en la mesa, sentado en una de las sillas con sus auriculares puestos, seguramente escuchando algo de música mientras comía las tortitas que aparentemente su pareja le había preparado hace poco, pues de la pila de tortitas salía una pequeña nube que me indicaba que aún estaban calientes, era el único que tenía las tortitas ya servidas.