Pequeño e inocente Scamander | Newt Scamander x Lectora |

XLI

Desperté con un fuerte dolor de cabeza.

Apreté mis ojos y parpadeé algunas veces para que se acostumbraran a la luz brillante de la habitación.

Me senté de golpe en la cama provocándome aún más dolor.

Me quejé en voz baja mientras sobaba mi cabeza.

No traía mi uniforme, estaba en una vata de la enfermería porque claramente estaba en una camilla en la enfermería.

—Señorita Lins, tenga cuidado por favor, —pidió una de las enfermeras —sigue delicada, necesita reposar.

No entendía a lo que se refería, mis labios estaban secos al igual que mi garganta.

—Meredith, trae agua para la chica. —le ordenó a otra enfermera que no tardó en llegar a mi con un gran vaso de agua.

—Aquí tiene. —lo tomé con mis manos y lo vertí en mi boca, era muy reconfortante la sensación de como quitaba la sed en mi.

Bebí toda el agua, ahora me sentía mejor.

—¿Q-qué pasó? —pregunto confundida —¿A qué se refiere con que sigo delicada?

—Bueno, tuvo un colapso por la noticia que le dio el director ayer en la mañana.

La miré confundida.

¿Como que ayer en la mañana?

—¿Pues qué día es hoy? —dije con una expresión de sorpresa.

—Ayer fue jueves, hoy es viernes por la noche. —informó.

—Un chico ha estado viniendo a verte, —dijo la otra enfermera —¿te gustaría que le informara que ya despertaste?

—Si, por favor.

La mujer asintió y salió de la enfermería.

Ahora entiendo, la noticia me cayó horrible.

Me dolió el estómago de solo recordarlo.

No, es imposible que sea hija de Voldemort, mi madre dijo que soy la viva imagen de mi padre.

No. No. No puede ser, es imposible.

Lucius solo exageró para que le quitaran los más años posibles.

Suspiré sintiendo un escalofrío en mi cuerpo, mis ojos empezaban a llenarse de lágrimas.

Me abracé a mi misma, empezaba a sentir mucho frió.

Mi pecho dolía, mi respiración iba irregular se me dificultaba respirar por la nariz.

Cerré los ojos con fuerza tratando de olvidar eso.

No, es falso, no soy su hija, ni es cierto.

Estaba por colapsar cuando sentí unos cálidos brazos rodearme.

—Tranquila, tranquila, estoy aquí contigo, —la suave voz de Newt me susurraba mientras me abrazaba con fuerza —respira, _____, trata de calmarte.

Llevo su mano a mi espalda, la pasó suavemente mientras yo me calmaba.

Sus caricias me relajaban, me hacían sentir mejor.

Newt siempre me hacía sentir mejor.

La puerta de la enfermería se abrió de golpe.

—¡Joven, no puede entrar de esa forma a la enfermería!

Tom había entrado bruscamente a la enfermería, se miraba muy molesto. Me buscó con la mirada y al verme caminó rápidamente hacia mi.

Se paró frente a mi cama y arrojó con fuerza el periódico que traía en sus manos hacia mis piernas.

—Está mierda es completamente falsa, ni de broma eres su heredera.

La molestia en su voz era más que obvia.

—Riddle, será mejor que te vayas. —dijo Newt molesto.

—Cállate, Scamander.

—No lo estés callando. —le dije molesta —Newt, sal un momento, déjame hablar con este loco.

—¿Estas segura? —preguntó desconfiado.

—Si, será rápido.

Me dejó de abrazar y salió de la enfermería, no sin antes darle una mala mirada a Tom quien solo rodó los ojos como respuesta.

—Explícate. —exijo molesta.

—No eres su jodida heredera, ¿para qué mierdas te iba a querer a ti teniéndome a mi ya? —dijo con una mueca de enojo —si, tus tontos padres fueron y le pidieron que les ayudara, pero solo sanó el maldito vientre infértil de tu madre.

Lo miré confundida.

—¿Y tú cómo sabes eso? —pregunté molesta.

—¡Vivía ahí, idiota! —respondió frustrado —soy mayor que tú, él me contaba todo porque YO sería su heredero, no una mocosa que viviría alejada de sus planes, en ningún momento estuviste cerca de él porque no te quería para eso, solo eras el punto débil de tus tontos padres y si se atrevían a traicionarlo te mataría.

Sus palabras de alguna forma u otra me hicieron sentir mejor.

Era un alivio saber que no era nada de ese horrible hombre.

—Jodete, lo supiste todo este tiempo ¿y jamás te atreviste a decírmelo?

—No veo porqué lo haría, solo eras la chica con la que me gustaba coger, no somos amigos, _____, y mucho menos hermanos.

—Créeme que es un gran alivio no tener ningún lazo contigo.

Sonrió, era un jodido loco, le gustaba ese tipo de actitud.

—Espero y te haya quedado en claro que tú no fuiste nada ni nadie para Voldemort más allá de un punto sensible para acabar con tus malditos padres, lo único que él hizo fue sanar de una u otra forma el jodido vientre infértil de tu madre.. —dice cruzándose de brazos, mirándome desde arriba con un aire de superioridad.

—Créeme que me quedo más que claro y no me podría sentir mejor al saber eso, —agarré un jarrón y se lo arrojé —¡Maldito loco!

—¡Tú eres la jodida loca aquí! —como pudo había esquivado mi ataque, y también el segundo donde le arrojé una vela.

—¡Compórtense en la enfermería, más respeto! —exclamó la enfermera, llegando con sus ayudantes.

—¡Lárgate! —el maldito salió hecho furia de la enfermería —lo lamento.

Las enfermeras volvieron a su lugar.

Tsk, Tom solo es un maldito inmaduro, que actitud más infantil, como si yo quisiera tener algo que ver con el jodido voldemort.

[...]

Unas horas después me dejaron irme a mi habitación, Newt venía conmigo y ambos sentíamos las miradas sobre mi.

—No voy a soportarlo mucho tiempo. —dije, él entendió a lo que me refería.

—No quiero hacerte sentir mal, pero toda la escuela está hablando de ti.

—Lo sé, antes no era la gran cosa en Hogwarts, los chismes solo eran cosas falsas que yo de una u otra forma lograba desmentir, —comenté mientras caminábamos por el pasadizo para ir a Ravenclaw —pero ahora no tengo idea de cómo demostrar que no tengo ni una gota de sangre de ese tipo.

—Si, bueno, si Riddle en realidad supiera que eres su hermana dudo que hubiera hecho eso contigo. —respondió mientras subíamos las escaleras hacia mi sala común.

—Tom... —murmuré pensativa.

Si tan solo ese idiota desmintiera ese rumor de que soy hija de Voldemort todo se arreglaría, él era su hijo, todos los saben, así como también saben que nosotros nos acostábamos, no creo que esté tan loco como para acostarse con su media hermana.

Porque claramente no tenemos nada de hermanos.

Llegamos a mi dormitorio, necesitaba pensar.