CAPITULO 9

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Mew

Volví a mi camerino a vestirme, por lo que converse con el encargado la temática seria relacionado a la primavera y la sensualidad que puedes expresar en esa época del año… no sé qué quiso decir, pero ya lo averiguare.

Solo vi mi vestuario y ya comencé a sufrir, es un vestuario tan ligero, solo unos jeans delgados y una camisa con unos botones sin abotonar, pero el problema no fue ese, el problema fue en mis pantalones cuando salí del camerino y vi a Gulf vestido con una jeans ajustado y una polera transparente.

Dios se le ve todo.

Cuanto extraño pasar la lengua por su cuello e ir bajando cada vez más hasta escuchar sus gemidos, poder tocar todo lo que era mío.

La sesión de fotos fue la más complicada que he vivido, el fotógrafo nos pedía abrazarnos, debía estar detrás con mis manos en su cintura y pecho, mi cara en su cuello.

En otra tuvimos que estar frente a frente, tomarlo de la cintura para acercarlo lo más posible mientras el posaba sus manos en mi pecho… su perfume me tenía embobado… pero en la foto final no evite pegarme lo más posible, estaba duro dentro de mis pantalones, sé que me sintió cuando rose mi entrepierna en sus nalgas porque inconscientemente busco mayor contacto al moverse más atrás.

Estaba en la luna y ya no sabía cómo bajar de ella sin que se notara.

Gulf

Cada foto es más vergonzosa, tengo que abrazarlo, tocar su pecho, su cabello y rozar mi trasero con su entrepierna, lo he sentido todo el rato, está caliente y eso me pone más nervioso.

Inconscientemente me he ido inclinando cada vez más  para rozarlo y sentirlo más aun, el cada vez sube sus manos por mi vientre, quiero que me toque, lo necesito.

La ultima foto fue tomada y el fotógrafo nos felicitó por el excelente trabajo.

Nos quedamos mirando un momento, aun no nos despegábamos, lo único que mi cuerpo atino a hacer fue tomarlo de la mano e ir a mi camerino, no sé que estoy haciendo, pero mi cabeza no está funcionando en este momento, al menos no la cabeza que tengo sobre mis hombros, me siguió con una mirada ya oscurecida por la lujuria, apenas cerramos la puerta la pasión se desencadeno.

Mew me atraco contra la puerta y devoro mis labios sin delicadeza
—Gatito, no sabes cuánto te e extrañado, repetía con voz ronca, mientras me iba dejando sin aliento en cada beso.

Comencé a sentir sus manos por todo mi cuerpo, recorriendo cada rincon hasta llegar a  mi trasero y comenzar a masajearlo solo como él sabe.

El beso no se detuvo hasta que el aire comenzó a faltar, no podía evitar gemir entre sus labios, mientras sentía nuestras entrepiernas rozarse cada vez más.

Era una bestia insaciable, comenzó a besar mi cuello, mientras subía sus manos por debajo de mi polera, solté un pequeño grito cuando sentí que tomo uno de mis pezones y lo apretó.

-—Oh, sí, sigue por favor, no pares

— Oh Bebé, te aseguro que no parare, de aquí no sales sin que sepas quien es tu dueño, comenzó a decir mientras sacaba mi polera y bajaba sus manos al boton de mi pantalón.

De un momento a otro me dio la vuelta quedando mi cara pegada a la pared, tomo mi trasero y lo levanto para comenzar a rozar su polla que aún estaba dentro de su ropa.

Algún día, es mucho tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora