Emma abrió los ojos lentamente, cuando se enderezó miró a su alrededor, se encontraba en una cama en una habitación pequeña, el lugar era oscuro, sin ventanas y el único mueble además de la cama era un pequeño armario de madera al lado de la puerta.
Conocía aquella habitación.
Se tocó el cuello con dolor, ardía, como si no hubiese bebido agua desde hacia una semana. Emitió un quejido de dolor.
Abrió los ojos sorprendida al percatarse que podía volver a oír, chasqueo los dedos, el sonido la alegro por completo.
Se levantó lentamente de la cama, miró su ropa, tenía una gran camisa negra puesta, abajo se encontraba solo con bragas ¿Qué le había pasado? Trató de recordar, los recuerdos pasaron por sus ojos fugazes.
Restaurante.
Callejón.
Alex.
Golpes.
Dolor en su ojo.
Dolor en su entrada.
Samael.
Dolor en su cuerpo.
Tembló. Emma sentía que el mundo le daba vueltas, así que se enfocó en la puerta adelante suyo, pero tambaleó al ver que podía ver cada detalle de ésta.
¿Qué le estaba pasando?
¿Qué es eso que se ve en el aire?
¿Y esos detalles en las paredes?
De pronto, los pasos de alguien detenerse delante de la puerta la hizo retroceder, la puerta rechino y Samael se asomó por ella, los ojos rubíes la miraron con un destello, se acercó lentamente a ella.
—¿Cómo te sientes? —preguntó con suavidad, Emma permanecía apoyada contra la pared, el abrir de la puerta le hizo llegar un olor a sangre a sus fosas nasales.
Hizo un gesto con la mano apuntando a su garganta, Samael asintió y se acercó a ella para tomarle de la mano.
—Es normal, acabas de terminar la transformación, no te preocupes, ya te sentirás bien —respondió empezando a caminar hacia la puerta, Emma a su lado todavía procesa a todo aquello, quería preguntarle cosas a su hermano, pero su voz no salía.
¿Transformación? Significaba que...
Paró, sus pies quedaron clavados en el suelo como si fuera un poste de luz, no quería moverse. Samael la miró con unos ojos que demostraban lástima, la abrazó, le dijo que lo lamentaba, pero era lo único que pudo hacer.
—Mil perdón, Emma —murmuró con dolor en su voz, la menor sintió los ojos arder, pero supo que no podía llorar, abrazo con fuerza a su hermano y quedaron así por varios minutos, la piel de los dos era helada, demostrando que era la piel de un cadáver.
Emma era una vampiro.
Estaba muerta, ya no era alguien con vida y cuyo corazón latía, ahora era un ser sobrenatural, un monstruo, alguien o algo que no podría mostrarse como era, iba a tener que vivir escondida de los humanos.
Con la mirada perdida permaneció mirando algún punto de la habitación hasta que Samael la trajo devuelta a la realidad.
—Piojo —la llamó, le sonrió para tratar de tranquilizarla.
Luego de unas cuantas palabras de consuelo salieron a un oscuro pasillo y tomados de la mano caminaron hasta una puerta negra al final de ésta, de allí salía Charles, aquel viejo vampiro con apariencia joven.
—Hola Emma, es un gustó verte de nuevo —dijo con una sonrisa, Charles era rubio, blanco, con una cicatriz de quemadura en su cara que ocupaba parte de su lado izquierdo, su contextura era delgada, y al igual que Samael, vestían completamente de negro.
![](https://img.wattpad.com/cover/328557343-288-k916611.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Señales | Carlise Cullen
FanfictionLuego del enfrentamientos con los Vulturis el clan Cullen sigue su vida cotidiana, pero tras pasar unos años un nuevo visitante llega al pueblo de Forks arrastrando consigo un pasado tormentoso y personas que podrían llegar a causarles problemas. Ca...