Capítulo 1

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Era curioso cómo había encontrado comodidad al estar en una iglesia, ya que nunca había estado en una el tiempo suficiente para escuchar un verdadero sermón.

Por otra parte, hasta hacía poco tiempo, apenas había visto el exterior desde su periplo por varias casas de acogida. Si uno podía llamar a los sitios donde había vivido hogares, ya que en realidad no eran nada más que prisiones bajo la apariencia de casas de dos plantas. Las únicas veces que su tutor lo había dejado salir, había sido para ir a pie a hacer las compras del supermercado o para ayudar a alguno de sus hermanos de crianza, Ten o Xiumin, en una misión que requiriera de sus conocimientos especializados.

Henry se instaló en uno de los muchos bancos de roble que recubrían la totalidad del ancho de la iglesia.

Él había elegido ese asiento, ya que, dada la hora, solo él ocupaba el edificio. Aunque, debido a que estaba en Flint, la ciudad continuaba su bullicio por todas partes. La audición de su felino interno le permitía recoger los sonidos lejanos del tráfico, a una pareja discutiendo en un callejón cercano y los aviones de un aeropuerto próximo. En lugar de sentir resentimiento por la intrusión auditiva, Henry los aceptaba. Los sonidos le hacían saber que ya no estaba aislado.

Respiró profundamente, saboreó el aroma del polvo, el cuero viejo y la cera derretida. Esos olores también servían para calmarlo, aunque si le preguntaran por qué, le sería muy difícil dar una razón de qué era lo que lo había llevado allí el último par de semanas.

Echó un vistazo al interior del edificio, apreciando la belleza de la arquitectura. Las vidrieras a ambos lados del enorme santuario eran obras de arte. Aunque nunca había estado en la escuela dominical, todavía podía identificar muchas de las escenas bíblicas exhibidas en las ventanas que representaban al hijo pródigo, y no podía dejar de ver la ironía en el paralelismo con su propia vida, a pesar de que la separación de su familia no había sido voluntaria.

Un fuerte viento soplaba fuera haciendo crujir la antigua construcción. Henry aguzó el oído, siempre en estado de alerta por si escuchaba sonidos reveladores de aleteo de alas, lo que significaría que los Cuervos estaban cerca.

En su vida anterior, los cambiaformas Cuervos nunca se habían molestado con sus dos hermanos de crianza o con él, ahora que habían vuelto al redil de la coalición de felinos, las cosas habían cambiado.

Si su hermano mayor biológico, Minhyun, se enteraba que Henry se escapaba casi todas las noches, el cambiaformas tigre estaría algo más que molesto. A pesar de que sólo se habían reunido hacía unos pocos meses, Minhyun había hecho su misión personal proteger a Henry en todo momento. Para alguien que había crecido, básicamente, teniendo que valerse por sí mismo, las restricciones y mimos lo crispaban.

Sin embargo, sabía que Minhyun tenía buenas intenciones, por lo que Henry mantenía sus sentimientos dentro de su pecho. El viento sopló de nuevo. Casi por reflejo, Henry cerró más su maltratada chaqueta vaquera. Mientras que el aire en la iglesia casi no le daba la misma mordedura que fuera, todavía se sentía frío. Henry se resistía a salir, pero era hora de volver a la sede.

Resignándose a su actual situación, permitió a su mente divagar sobre cosas mundanas. Habían puesto a su disposición un improvisado laboratorio para que trabajara y tenía varios proyectos en desarrollo.

En realidad, por primera vez desde que había sido rescatado, se sentía un poco emocionado por su trabajo, incluso aunque no albergaba la ilusión de que alguien le diera uso a todo lo que producía. No cuando la coalición tenía una gran variedad de costosos equipos militares a su disposición.

Aunque había un proyecto, que si tenía éxito, podría hacer que se ganara finalmente un poco del respeto que quería tener dentro de la coalición. Entonces, tal vez todos ellos dejarían de mirarlo con expresión hastiada.

Serie de los CP 07 - Una Distracción TentadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora