Parte |21|

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Joaquín sonrió complacido, mientras veía Emilio acomodar las cosas en un pequeño closet, estaba básicamente babeado por él, con la cabeza ladea y sonreía con coquetería hacia él, su novio grande y musculoso lo veía de un vez en cuando, enviándole besos silenciosos que lo hacían sonrojarse en sobremanera, correspondía haciendo como si atrapara en sus manos cada uno de ellos y cuidadosamente, los depositaba sobre sus labios y mejillas, Emilio murmuraba alguna cosa al aire, un cumplido y lo mucho que estaba extrañándolo mientras acomodaba sus prendas.

Cuando Joaquín terminó desvistiéndose frente a él, distraídamente, quitándose los pantalones cortos, y sólo quedándose en un pequeño conjunto que parecía bastante atractivo, ladeo una sonrisa coqueta mientras se despojaba de su crop top y lo dejar cuidadosamente sobre la cama, antes de sentarse en una silla vieja y poco resistente que se ubicaba en el lugar correcto dándole a Emilio una vista lo suficiente buena, de piernas abiertas, Emilio apenas podía verlo de reojo pero le bastaba, sobre todo cuando Joaquín comenzó a acariciarse a si mismo, deslizando coquetamente la yema de sus dedos sobre la piel de sus muslos regordetes.

Suspiraba mientras lo hacía, cerrando levemente los ojos con la cabeza inclinada hacia atrás, podía ver a Emilio intentándolo seguir con su trabajo, pero fue bastante agobiante cuando con mucho propósito Joaquín se llevó dos dedos a la boca, delineándolos cuidadosamente con la punta de su rosada y pequeña lengua, antes de introducirlo en su cabida bucal, Emilio se obligó a pasar el congojo de saliva en su garganta, mientras lo veía chuparlos con esmero y desmedida, la saliva se le escurría exquisitamente por la barbilla de Joaquín, y su rostro concentrado y precioso era un aperitivo suyo, exclusivo.

Se encontró de repente con la mirada puesta en su chico, analizando a detalle, su propio cuerpo reaccionando mientras notaba lo morbosamente sensual que su pequeño gatito se veía, afianzando los pies sobre el suelo con dureza, temiendo caer, era él, y era suyo, todo suyo, su cuerpo delicado y excesivamente llamativo era suyo también, podía gozarlo minuto a minuto, disfrutándolo tanto como su cuerpo resistiera, gruño bajo una nube extraña de lujuria, su pene irguiéndose orgulloso, mientras divaga extasiado en los movimientos demenciales que Joaquín estaba dándole.

Iba a comerlo, vivir de él hasta que todo su alrededor se esfumara.

Joaquín gimió, buscando un contacto legitimo con sus dedos mientras se deshacía de la pieza de encaje cubriendo lo único que no querría ocultar, no a Emilio, consiguió retirarse la prenda y con un pequeño estirón con su pie logro hacerla caer al suelo, completamente expuesto a Emilio, su cuerpo mostrándose orgulloso ante su dueño, venero con un ronroneo el gemido que escapo de los labios de Emilio, el sonido eróticamente sensual lo consumió y su imagen basto para introducir en su agujero el par de dedos, a su presencia mientras lo escuchaba gruñir, gruñidos secos abandonado su pecho.

-Déjate consumir.- ronroneo, buscando en su interior su punto caliente.

Descubrió el cielo, y ardió feliz en las llamas del infierno, cuando lo hizo

Arqueo la espalda, mordiéndose los labios y dejando escapar agudos gemidos, su estómago contrayéndose gustosamente, noto con la vista nublada a Emilio avanzar, babeando como un perro, sonrió complacido, pasándose con coquetería la lengua por los labios.

-No vas a escapar.- ladeo una sonrisa, Emilio se veía hipnotizado, intentando redimir con sus jadeos, podía ver la erección, el dolor por no tener un atisbo de alivio.

Entonces lo vio caer de rodillas.

Justo frente de el, entre sus piernas, sus ojos dilatados, mientras gruñía, ladeando la cabeza y analizando a detalle sus dedos entrar y salir de su propio orificio, la sensación de poderío haciéndolo vibrar, lo tenía. Emilio delineo con un gemido una larga línea en su muslo, aspirando con agresividad su olor, moliendo suavemente su lengua en la piel sensible de Joaquín, que cantaba gemidos abarrotados de erotismo.

SM -EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora