SM -Emiliaco

|Final|

|Capítulo dedicado|

ClaudiaJanco9
Gracias por tanto apoyo♡
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-Es pequeño, pero es nuestro, gatito.- le aseguro, besándolo en la mejilla, sonriendo contra su piel suave y tersa.

-Nuestro.- Repitió Joaquín, acariciando los papeles con tanta delicadeza como le era posible. Tenía la voz entrecortada, y los ojos llorosos, el labio inferior atrapado entre los dientes, lucían dulce y mimado, con las mejillas sonrojadas.

-Mira los últimos papeles- Emilio pidió, el obedeció.- ¿Recuerdo que dijiste que preferirías que nos cambiamos a otra casa cuando fuera posible?- lo beso en la oreja, y luego en el cuello, escuchando con felicidad la exhalación de sorpresa que él le dio.

-¿Una casa, Emi?- Cuestionó con sorpresa, leyendo con detenimiento las escrituras de efectivamente una casa.

Quería llorar, o continuar besándolo.

-Es sencilla, y pequeña, pero creo que es suficiente para nosotros, aún tengo que pagar una parte pero podemos mudarnos cuando lo desees.- explicó, conteniendo la risa cuando Joaquín se movió con rapidez hasta acomodarse sobre su regazo, para estar de frente.

Lo abrazo con efusividad, enroscando los brazos alrededor de su cuello, no tardó en besarlo, sonriendo en el proceso, lo sintió llorar, sintió su pecho convulsionar con los débiles sollozos, pero había genuina felicidad en sus ojos al separarse, picoteó con cariño la punta de su naricita, chillando de felicidad, Joaquín lo siguió, ladeando la cabeza de lado a lado riendo con los labios ligeramente abiertos.

-Te amo, grandote, te amo muchísimo, muchísimo.- Aclamó, abrazándose a él con fuerza.

Emilio lo observo, observo lo bonito de su rostro, lo bien que lo hacía lucir el sonrojo en las mejillas, tenía la nariz respingada y levemente arrugada en una expresión alegre, y felizmente desmedida, nadie lo preparó para el sinfín de sentimientos, y sensaciones que la sola voz de Joaquín le regalo, sus vibraciones dulces y armoniosas, atrayéndolo a una torrente de emociones, el momento íntimamente agonizante lo sostuvo al borde de las lágrimas, entonces sin siquiera pensarlo, dejándose llevar por lo que su corazón sentía movió los labios.

-También te amo gatito.- Había susurrando, la seguridad, y el amor en su voz, fue la grata sorpresa para ambos.

Joaquín sonreía, ladeando la cabeza con la respiración pastosa, agradable para su corazón, soltando vaho sobre sus labios húmedos por los besos previos.

-¿De verdad?- cuestiono con vergüenza, sonrojándose minuciosamente en el proceso, no contuvo el deseó inestable de besarlo, lo hizo cómodamente, apoyándose en la suavidad esponjosa de sus pomposos labios.

-¿Lo dudas?- Joaquín negó, haciéndose sus narices rozar tiernamente.

-Solo.. Hum me gusta que lo hayas dicho, por fin, pensé que nunca te escucharía decirlo.- explico vagamente, pegándose tanto como fuese posible a su cuerpo.

-Estaba seguro de esto, pero quería tenerte seguro primero, antes de iniciar de nievo, ahora puedo decirte que me tienes aquí, que nunca vas a estar solo, pero sobretodo puedo decir que te amo, quieres todo lo que necesite siempre.-

No mentía al respecto, estaba enamorado, perdidamente enamorado, loca y profundamente, enamorado y perdido.

Felizmente perdido