Capítulo II

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- ¿Café o agua?, dijo Tul con una sonrisa idiota, una que siempre tenía antes de decir o hacer alguna estupidez.

-Café por favor, dije estirando mi mano y recibiendo un tazón humeante, que bebí con placer –Esto es un orgasmo líquido.

- ¿Hace cuánto no tienes uno real?, dijo burlándose de mí y sentándose a mi lado –Cada día te ves más rígido.

-Eso no te incumbe, dije golpeándolo con mi pierna y moviendo su silla.

-No seas egoísta soy tu mejor amigo, dijo tocándose el pecho de forma dramática, como si lo hubiera herido de muerte con mis palabras, cuando me iba a volver a molestar, el capitán entró y todos lo seguimos, ya que, teníamos reunión de equipo.

En silencio nos sentamos y esperamos a que nuestro jefe comenzara la reunión –Buenos días detectives, espero que estén con sus sentidos alerta por qué tenemos un caso jugoso entre manos, dijo tirando una carpeta con una serie de fotos en la mesa, en ese momento me di cuenta, que era la del psicópata de niñas de Chiang Mai

- ¿No lo habían capturado?, pregunté mientras miraba a mi jefe, que asintió mientras continuaba la reunión.

-Lo capturaron hace seis meses, sin embargo, no se obtuvo condena, el juez consideró que era inimputable porque estaba enfermo de la cabeza, dijo apretándose la sien y tomando agua –Lo mandaron a un centro psiquiátrico.

- ¿Cuál es el problema entonces?, preguntó Tul a mi lado, claramente todos estábamos confundidos.

-El problema es que hace cinco días se escapó y no sabemos dónde está, dijo mostrando una serie de misivas con amenazas y ataques asquerosos –Debemos encontrar y volverlo a encerrar, además de proteger a la única víctima sobreviviente y al fiscal del caso.

- ¿Amenazó a un fiscal?, dijo uno de nuestros novatos, el cual estaba tan asombrado como el resto, no era normal que los delincuentes amenazaran a los fiscales - ¿Está loco?

-Eso dijeron los médicos, dijo el capitán proyectando las amenazas en la pantalla –Creo que se obsesionó un poco con el fiscal que lo encarceló.

- ¿Estamos prestando protección al fiscal y a la víctima?, dijo mi amigo anotando unas cosas en su libreta -¿Por qué nosotros?

-La policia de Chiang Mai no puede con esto, por eso pidieron nuestra ayuda, dijo el asistente del jefe, mientras le entregaba una carpeta a Tul -Son una unidad pequeña y sin tantos recursos como nosotros.

-Tú y Suppasit estarán investigando sobre el paradero de Jack, Tay y off irán donde la víctima y Kao cuidarás al fiscal, dijo terminando la reunión, antes de que saliera me acerqué al capitán.

-Disculpe señor, ¿Quién es el fiscal amenazado?, dije caminando a su lado, claramente el hombre vivía apurado.

-El fiscal Traipipattanapong, dijo sin detenerse en ningún momento, haciendo que mi corazón se detuviera por unos segundos –Él no quiere protección, pero el ministerio público lo decidió, así que solo por eso asignamos a un policía.

- ¿Existe la posibilidad de cambiar mi asignación?, dije sabiendo que no había posibilidad que dejara que otro idiota cuidara a Gulf, mucho menos a Kao –Conozco al fiscal desde la secundaria, así que creo que será mucho más fácil para el, que yo sea su protección asignada.

-Háblalo con Kao, si él no tiene problemas yo tampoco, dijo entrando a su oficina y dando por terminada esta charla, rápidamente fui al cubículo de mi colega y afirmé la cadera en su mesa.

El favor de un psicópataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora