El médico hablaba, pero yo no podía escucharlo, luego de la primera frase que dijo, solo sonido blanco había invadido mis oídos, ¿Cómo era posible lo que escuchaba?, el apretón de la mano de mi pareja me hizo mirarlo y ver sus ojos empapados en lágrimas, las mismas que sequé con delicadeza.
- ¿Lo escuchaste bebé?, dijo acariciando mis brazos y apegándome a él, claramente estaba emocionado –Estoy tan feliz que podría morir.
- ¿No es broma?, dije viendo como mi pareja emocionado metía su mano bajo la ropa y me acariciaba - ¿Cómo es posible?
-Esto complejiza nuestra agenda, ya que, si bien la radiación de los scanner y radiografías es mínima, por salud nosotros recomendamos no hacerlo en personas gestantes, dijo el médico llamando nuestra atención y dándonos una suave sonrisa –Tenemos dos opciones, o esperamos a que des a luz o utilizamos los últimos exámenes que te hiciste como referencia, los cuales son de hace casi cuatro meses.
- ¿Podemos conversarlo?, dije sabiendo que con mi castaño pensábamos distinto, me bastó ver su mirada para saberlo, así que claramente necesitábamos un momento de calma para decidirlo.
-Claro que sí, dijo guardando todos los exámenes en una carpeta y poniéndose de pie –Mañana en la tarde yo realizo la agenda de las cirugías, así que tienen hasta ese momento para informarme lo que decidieron.
Llegamos al hotel en un mutismo extraño, con cuidado Mew me recostó en la cama y colocó su cabeza en mis piernas, con una sonrisa vi como levantaba mi camisa y llevaba sus labios a mi piel, dejando pequeños besos –Esto es magnífico, soy demasiado feliz, dijo pegando su mejilla a mi vientre y sonriendo –Hola bebé, soy papi Mew y estoy muy emocionado por que estés aquí con nosotros.
- ¿Puedes creerlo?, dije acariciando los cabellos castaños de mi pareja –Un bebecito, tuyo y mío.
-Nuestro, dijo dejando otro beso y volviendo a derramar unas lágrimas –Ahora entiendo tus antojos raros.
- ¿Antojos?, dije sin entender a qué se refería.
- Sándwich de salmón, ¿enserio?, dijo dándome otro beso y refregando su rostro en mi piel - ¿Quieres comer algo?
El sólo hecho de pensar en el sándwich me hizo agua la boca - ¿Podrías calentar los que compramos?
-Claro bebé, dijo antes de besar mi vientre una vez más, con una enorme sonrisa lo vi salir del cuarto a la pequeña salita de estar que tenía nuestro cuarto de hotel, justo cuando iba a mirar la pequeña ecografía de nuestro bebé, mi teléfono sonó llamando mi atención.
-Hola Jom, ¿Cómo estás?, dije viendo que quien llamaba era mi cuñada, de seguro estaban preocupados - ¿Cómo está nuestra princesa?
-Mañosa como de costumbre, dijo con su voz divertida y curiosa - ¿Cómo te fue?
-Pasó algo sorpresivo, antes de hacerme el scanner y la radiografía, me tuve que hacer una ecografía, dónde apareció un pequeño intruso, dije viendo como Mew arrugaba el entrecejo al escucharme, haciendo que me riera, divertido puse el altavoz.
- ¿Un intruso?, ¿tienes un tumor?, dijo la mujer preocupada desde el otro lado, llenando mi corazón de calidez por su amor - ¿No te podrás operar?
-No es un tumor, es nuestro pequeño bebecito, dijo Mew sentándose a mi lado y hablando con su hermana, la cual soltó un agudo grito que nos hizo reír, de pronto comenzó a llamar a Mild y a sus padres y en un segundo estábamos en una videollamada grupal, le pasé el teléfono a Mew mientras yo comía mi pancito –Tiene casi tres meses de embarazo.
ESTÁS LEYENDO
El favor de un psicópata
Misterio / SuspensoGulf investiga a un asesino y violador de niños, cuando finalmente logra atraparlo y encarcelarlo, el juez considera que es inimputable por no estar cuerdo y lo manda a un psiquiátrico lugar del cual escapa jurando venganza contra quienes lo pusiero...