Capitulo cuatro

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–¿Qué onda contigo y esa actitud? –pregunte ya cansada de tener que lidiar con eso –¿Que te hice para que me trates así? –sentí mi voz quebrarse, pero no quería llorar frente a él.

El miro a otro lado, y creanme que me dolió aún más su indiferencia. Deje mi bolso a un lado y me acerque a él

–¿De qué quieres hablar? ¿Ya no quieres estar conmigo? ¿Que sucede? –pregunte ya estando frente a él y buscando su mirada

–Creo que lo mejor para los dos es que nos separemos –dijo sin mirarme

Lo mire sin creerlo –No...no, o sea, ¿por qué? ¿por qué dices eso? –pregunte sin entender

–No siento que estemos en un buen momento de la relación –seguía sin mirarme

Yo lo empuje con todas mis fuerzas, aunque pareciera que no tenía ninguna porque decir que se tambaleo es mucho –¿Por que me haces esto? –volví a empujarlo en mi desesperación

–Bella, es lo mejor que podemos hacer –me miro por unos segundos, pero volvió a mirar a la pared

–¿Ya no me amas? –pregunte, a este punto ya las lágrimas caían por mi rostro incontrolablemente

El no respondió, simplemente miraba a la pared

Yo volví a empujarlo –Mírame a la cara y dime que ya no me amas... –le pedí

El seguía ignorándome

–¿Por qué haces esto? –volví a preguntar y él seguía sin responderme

Y ahí me encontraba yo, llorando incontrolablemente, mientras el amor de mi vida me dejaba ir sin alguna razón válida para mi

–Puedes quedarte en el departamente, yo me quedaré con Pedri –dijo y automáticamente miré en dirección a la puerta; a un lado, se encontraban dos maletas con lo que reconoci, eran sus pertenencias

Lo mire sin creermelo –¿Es enserio? –le pregunte –Amor...por favor... –rogué.

Si, le rogue. Le rogué porque para mí, él era el amor de mi vida. Él era el chico de mis sueños y yo no podía simplemente dejarlo ir.

Volví a acercarme y puse mi mano en su mejilla, a lo que él movió su rostro ligeramente, apartándose de mi tacto

¿Escuchan eso? Es mi corazón partiéndose en mil pedazos

–No entiendo... –murmuré mientras me alejaba de él –No entiendo –dije más alto

–Lo siento, Bella –dijo y comenzó a caminar, acercándose a donde estaban sus maletas

–No, Pablo. Espera –me levanté y lo tomé del brazo –Te amo, enserio te amo –dije suplicando porque no me dejara, quería que se quedara.

Él seguía sin decirme nada, seguía sin darme una muestra de cariño, como si nunca hubiera sentido amor por mi. Y eso, eso me rompió en mil pedazos.

El tomo el pomo de la puerta, pero yo volví a tomarlo del brazo

–No, Pablo. Por favor –rogué por tercera vez. Rogue para que se quedara –Siempre has sido mi Pablo y yo siempre he sido tu Bella...por favor, lo que sea que esté pasando, podemos solucionarlo –dije entre mi mar de lágrimas

El nego –No, Bella. Lo siento, pero debo irme –dijo soltando mi brazo

–Lo prometiste...pro.prometiste que si las cosas no funcionaban, seguiríamos siendo amigos –dije recordando la promesa que había hecho desde un principio –¡lo dijiste! –exclame

–Adiós, Bella –dijo y sin más, se fue. Se fue dejándome en mi desesperación y en mi mar de lágrimas, como si no le importara en lo más mínimo cómo me sentía.

Y así...así es como rompes a la persona que lo dió todo por ti...y que a pesar de todo, lo seguiría dando...

¿Que acababa de suceder? ¿En qué nos hemos convertido?

No mentire, casi lloro mientras escribia todo esto asdfghjk

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No mentire, casi lloro mientras escribia todo esto asdfghjk

Que malo, Pablo):

Love Me or Leave Me → Pablo Gavi ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora