Capitulo once

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Me desperté sintiendo caricias en mi cabello, abrí los ojos extrañada, encontrándome con el responsable de las caricias y automáticamente los recuerdos de anoche invadieron mi mente.

–Buenos días... –murmuró el ojimiel mientras me miraba

Me aclaré la garganta –Buenos días –murmuré

Sin entender mucho, me senté, dejando de lado las caricias y pase mi mano por mi rostro, cayendo en cuenta de que me había dormido con el maquillaje y con el vestido de ayer

–Nos quedamos dormidos...–dije recordando que habíamos llegado a casa y como si estuvieramos en modo automático, fuimos directo a la cama y nos quedamos dormidos.

Él asintió –ahm...¿hablaremos de lo que pasó ayer? ¿y hace unas semanas? –pregunte

El me miro sin decir nada por unos segundos y quito su mirada –Bien, entonces supongo que Pedri te espera en su casa

Me levanté de la cama y me encamine al baño, pero antes de que entrara, escuchamos unos golpes en la puerta

Nos miramos extrañados –¿Esperas a alguien? –pregunto

Yo negué –No, a menos que sea Felix –me encogí de hombros –¿podrías abrirle? Necesito darme un baño

El asintió y salió de la habitación. Suspiré y entré a la ducha, necesitando refrescarme. Puse música en mi celular y procedí a quitarme el maquillaje con agua micelar, para luego meterme a la ducha y relajarme en la lluvia artificial. Me tardé unos quince minutos, pues necesitaba lavarme el cabello.

Cuando salí del baño, pause la música y justo escuche voces en la sala de estar. Me extraño pero decidí vestirme antes de ir a ver quien había llegado.

Escogi una falda larga de color crema con un estampado de manchas negras y un top blanco. Dejé mi cabello suelto para que se secara y me puse mis pantunflas blancas, me puse un poco de perfume y salí de la habitación.

 Dejé mi cabello suelto para que se secara y me puse mis pantunflas blancas, me puse un poco de perfume y salí de la habitación

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Me quedé en shock al ver quienes habían llegado

–¡Bella! –saludo mi suegra, ¿o debería decir ex-suegra?, al verme salir de la habitación

–¡Gavinin! ¡Hola! –la salude correspondiendo al abrazo lleno de cariño que me daba

–¿Cómo estás, Bella? –saludo mi suegro, igual dándome un abrazo

–Muy bien ¿y usted? –Respondí con una sonrisa

–Sabes que puedes tutearme –dijo y yo asentí, aunque me era un poco dificil tutearlo, mas que nada por respeto

–Hola, Bella –saludo Aurora, hermana de Pablo

–Hola, Au –salude con un abrazo

–Dice Pablo que se les había olvidado que veníamos –dijo la madre del mencionado

Yo asentí –Uf, si. Es que hemos estado super ocupados, ya sabeis...Pablo se la pasa entrenando y yo en clases –explique –pero siempre son bienvenidos –ellos sonrieron –¿ya comieron? –pregunte

Ellos negaron –recien llegamos y quisimos visitarlos –explico Aurora

–Perfecto, entonces...¿les parece si les hago algo de comer? ¿o tienen mucha hambre?

Ellos se encogieron de hombros –No queremos causar molestias –dijo Gavinin

Yo negué –Para nada, ¿les parece si compro desayuno y ya para la cena les cocino algo? Así, como de bienvenida –dije emocionada

Ellos asintieron –Nos parece perfecto, ¿necesitas que compremos algo?

Yo volví a negar –No, ustedes ponganse comodos. Está la habitación de invitados por si desean dejar sus cosas mientras y si quieren bañarse o cambiarse –les indique. Ellos dieron las gracias y fueron a la habitación.

Por lo general cuando venían, que muy rara vez venía Aurora, los padres de Pablo dormían en la cama doble de la habitación de invitados. Y cuando Aurora venía también, como en esta ocasión, dormía en el sillón-cama que tenemos en la sala de estar, es muy cómodo en verdad.

Entre a mi habitación y me encontré a Pablo sin camiseta, secándose el cabello. Busque mis zapatillas blancas para cambiarme las pantunflas.

–No le dijiste nada a tus padres ni a Aurora, ¿cierto? –pregunte mientras me sentaba en la cama y me cambiaba los zapatos. Él negó y yo hice una mueca –Vale, pues...ire a comprar desayuno y cosas para la cena, ¿te quedas o te irás donde Pedri? –pregunte, si...la verdad estaba muy resentida con todo el tema de que se fue y me dejo sola.

El se acerco, aun sin ponerse su camisa –¿podemos hacer como que no paso nada? –pidio

Yo lo mire sin poder creer que me lo pidiera –No lo se, Pablo...¿podemos? –pregunte con ironía

El hizo una mueca –Prometo que luego hablaremos de todo, ¿si?

–¿En serio lo prometes? –pregunte mientras me levantaba y me cruzaba de brazos

El puso sus manos en mis hombros y los acarició levemente –Lo prometo, Belle...

Suspire y asentí –Está bien –él sonrió grande y me dio un abrazo

Reí un poco, pero me separé del abrazo –¿Vienes conmigo a hacer las compras? –pregunte

El asintió –Mientras mis padres y Aurora pueden descansar algo –dijo mientras se ponía un suéter blanco. Entonces vi que llevaba un short de color crema y zapatillas blancas, íbamos combinados...

Antes de salir de la habitación lo tomé del brazo –Pablo... –lo llamé, él me miró esperando a que le hablara –ahm...¿Hice algo mal para que me dejaras? –pregunte

El suspiro –Es más complicado de lo que crees... –tomó mi mano y le dio un leve apretón –Pero no...no hiciste nada mal, Belle...

no hiciste nada mal, Belle

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Holaa por aqui

¿Alguien leyendo?👀

Habia tardado en subir porque tenia un examen de la universidad, pero ya estoy de vacaciones!!

Espero les este gustando tanto como a mi(:❤️

Love Me or Leave Me → Pablo Gavi ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora