Capitulo cinco

2.7K 99 13
                                    

Dos semanas habían pasado desde aquel horrible día y yo seguía sin ganas de levantarme de la cama cada mañana.

Pablo no volvió a hablar conmigo en este tiempo, es como si hubiera desaparecido totalmente.

Pero no, sabía que no había desaparecido, porque constantemente le preguntaba a Pedri por cómo se encontraba. Además, lo veía en la televisión.

Mi proyecto con Felix lo llegué a terminar a duras penas, y le pedí que cada uno hiciera su parte, porque no me encontraba bien. Así que apenas termine mi parte, se la mande y el se encargó de unir los trabajos y presentarlo.

No le llegue a contar lo sucedido, pero nos hicimos buenos amigos y él está pendiente de como estoy. Aunque solo le diga constantemente que estoy bien.

Hoy viajaré a Arabia Saudita, pues mañana se jugará la final de la supercopa entre el Barca y el Real Madrid.

No debería ir, pues ya no tenía nada con Pablo, pero él ya me había comprado el boleto y había hecho la reserva en el hotel, que era el mismo en el que se quedaban ellos. El equipo estaba un 80% seguro de que pasarían a jugar la final, y si no pasaban, pues iríamos de todas maneras a ver la final, porque los partidos fueron todos en Arabia.

Obviamente revise en internet que mi boleto aun siguiera vigente y que no se haya cancelado la reserva del hotel, así que no debía preocuparme. Asumí que Pablo se quedaría en la habitación que le diera el equipo, aunque usualmente cuando viajabamos, él se quedaba en una habitación aparte conmigo. Pero ya no es lo mismo, obviamente.

Estas dos semanas estuve dejándole mensajes, intentando hablar las cosas y ver cual era el problema, sin embargo, no obtuve respuesta, más que los ganchitos azules que me indicaba que había visto los mensajes.

–Gracias, que tenga buen dia –agradecí mientras volvía a tomar mi pasaporte y caminaba al área de espera para tomar mi avión.

El viaje se me hizo relativamente corto, pues me la pase durmiendo todo el rato. Cuando llegue, me limite a ponerme mis lentes oscuros y mis audífonos, para pasar desapercibida entre la multitud. Pues los medios sabían que era la novia de Pablo y más de una vez se han detenido a preguntarme si ya no estamos juntos, porque ya no nos ven juntos.

Pedí un taxi hasta el hotel, que no me tomó más de diez minutos de camino.

–Buenas tardes –Hable, esperanzada de que la chica hablara español también.

Ella me sonrió –Hola, buenas tardes –respondió en español también –¿Cómo puedo ayudarte?

Suspire aliviada –Tengo una reserva, a nombre de Bella Ibañez –ella comenzó a escribir en la computadora hasta encontrar mi reserva

Busco una llave y me hizo firmar un papel –Listo, tu habitación es la número quinientos treinta –dijo entregándome la llave

–Gracias –agradecí y me encamine con mis dos maletas en mano, que tenían lo suficiente para tres días

–¿Bella? –escuche detras mio, mientras esperaba el elevador

Me di la vuelta, encontrándome con un rostro conocido para mi. Sonreí grande –Hola, Ansu –salude con una sonrisa

El mencionado se acercó y me dio un abrazo, que honestamente no sabía que necesitaba –¿Como has estado? –pregunto

Yo me encogí de hombros –sobreviviendo, supongo –respondí

El me miró comprensivo, por lo que asumi que los del equipo sabían de mi situación con Pablo

–¿Listos para mañana? –dije, cambiando de tema rápido

Él asintió justo cuando se abrieron las puertas del elevador, ambos entramos

–Xavi nos ha tenido entrenando fuerte, pero tengo un buen presentimiento –dijo emocionado

Sonreí –Espero que ganen –dije sinceramente –ahi estare haciéndoles barra todo el rato

–Gracias, Bella –dijo sin dejar de sonreír. Las vibras de este chico siempre eran buenas

Cuando el elevador se detuvo en el piso cinco, ambos nos bajamos

–¿Están en este piso? –pregunté, y sentí nervios por la posibilidad de encontrarme con Pablo

El asintió –Si, estamos desde la habitación quinientos diez, hasta la quinientos veintinueve

Yo rei –la mia es la quinientos treinta –dije

–¿Te ayudo con las maletas? –pregunto

Yo asentí –Te lo agradeceria mucho –el tomo ambas y me acompañó hasta la puerta

Luego de despedirnos y de que Ansu me dijera que mañana me traería un pase a los vestidores, entré a la habitación, donde me limite a tirarme en la cama e intentar relajarme. Recién había llegado y ya me quería ir de regreso, nada era lo mismo sin él.

 Recién había llegado y ya me quería ir de regreso, nada era lo mismo sin él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nada es iguaaal, nada es iguaaal🥹

Love Me or Leave Me → Pablo Gavi ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora