Love Me or Leave Me → Pablo Gavi ✓

Capitulo seis

Me levanté con pesadez de la cama cuando sonó la alarma. El partido no era hasta más tarde, pero si quería caminar un poco e ir por desayuno, pues de alguna manera debería aprovechar el viaje y ayer no lo hice para nada, pues llegué solo a dormir.

Puse música en mi celular y me metí al baño a darme una ducha relajante. Eran solo las ocho de la mañana, por lo que tendría mucho tiempo hasta las siete de la noche, que debía ir al estadio para el partido.

Luego de unos veinte minutos, salí de la relajante ducha y busqué lo que me pondría entre mis maletas.

Luego de revolver un poco la ropa en las maletas, y ver que el clima fuera era un poco frio, me decidi por ponerme un sueter de lana de color verde oliva, un jeans, zapatillas blancas y un abrigo largo de color negro. Tome mi bolso negro, donde puse mi cartera con dinero y mi identificacion, mi pasaporte; y me puse mis lentes de sol. Peine y deje mi cabello naturalmente con ondas, suelto.

Deje preparada la ropa que utilizaría para el partido, que consistía en el suéter lila del equipo con mi nombre, un jeans y unas zapatillas blancas, ademas de un abrigo por si hacia frio durante el partido

Tome mi celular y la llave de la habitación, para luego salir de la misma.

–Buenos días, Bella –dijo Ansu, justamente caminando en mi dirección

Sonreí –Buenos días, Ansu –nos saludamos con dos besos

–¿A dónde vas tan temprano? –pregunto

–Iré a desayunar y a caminar un poco, ¿y tú? ¿Tienen entrenamiento? –pregunte

Él asintió –Iremos a desayunar aquí al hotel, ¿no quieres venir? Estoy segura que todos se alegraran de verte –sonrió

Yo me lo pensé, quizás todos, menos una persona, se alegraría de verme.

–Uhm, bueno –acepte, pues tambien tenia ganas de ver a los muchachos

–Ah, cierto, venía a entregarte esto –dijo dándome el pase para los vestidores –asi puedes pasar a los vestidores antes o después del partido, como prefieras

–Gracias, Ansu –dije y le di un abrazo, pues es la única persona que después de estas semanas, además de Felix, me ha tratado bien.

–No es nada, Bella. Eres parte del equipo, pase lo que pase –dijo correspondiendo mi abrazo

Sin más, caminamos al elevador y esperamos para bajar al área donde sería el desayuno de los jugadores.

Cuando llegamos a la puerta del salón donde se supone que todos estarían desayunando, Ansu abrió la puerta para mi y me dejó entrar primero, de manera que note como todos giraron su cabeza hacia donde estaba.

Sonreí apenada y sentí mis pálidas mejillas colorearse rápidamente.

El primero en levantarse y caminar en mi dirección fue Robert Lewandoski –¡Pero miren quien vino a vernos! –exclamó contento, mientras me abraza y me levantaba del suelo y daba algunas vueltas, varios de los que estaban alrededor rieron y se levantaron para venir en nuestra dirección.

Yo reí mientras estaba en el aire, pues la diferencia de tamaño era mucho y facilmente podia levantarme –Hola, Rob –salude luego de que me dejara en el suelo

–¿Cómo has estado, enana? –dijo mientras me despeinaba cariñosamente

Me encogí de hombros –Ahí voy –me limite a responder

Al igual que Ansu el día anterior, él asintió comprendiendo y no preguntó más.

–Hola, boba –dijo Ferran mientras se acercaba y me daba un abrazo

–Hola, bobo –salude como usualmente nos saludabamos, es uno de los que chicos con los que mejor me llevo, además de Ansu, Rob y bueno, Pedri.

Salude uno a uno a los jugadores, pues a cada uno los conocía y había cruzado palabra con ellos en más de una ocasión. Y si, como han de imaginarse, ni Pedri ni Pablo estaban entre ellos.

Finalmente, me acerque a la mesa de los directivos y los salude a todos, dejando de último a Xavi, quien se levantó de su asiento para saludarme

–¿Cómo está la enana más querida por todos? –preguntó mientras nos dábamos un abrazo de saludo. Al igual que Robert, Xavi ha sido como una figura paterna para mí. Siempre han estado muy pendientes de como estabamos Pablo y yo, y esta vez no era la excepción.

–¿la verdad o la mentira? –le pregunté en un murmuro

El me miró comprendiendo, estoy segura que todos saben de nuestra situación

–¿Quieres hablarlo? –pregunto

Yo negué –No, hoy es su dia y no quiero causar problemas –intente sonreir –Yo solo vine a apoyarlos

–Luego lo hablamos, ¿va? –dijo y yo asenti –¿vas a desayunar? Puedes tomar lo que quieras

Antes de responderle, la puerta se abrió, dejándonos ver a Pedri, quien era seguido de Pablo. Ambos venían riéndose de alguna broma que habían dicho en el camino.

Sentí mi corazón latir con fuerza en ese momento que lo vi. Lo único que pude confirmar, es que mi corazón seguía latiendo por él. Lastima que el mismo se encargó de romperlo.

Cuando todos se quedaron callados y miraron en mi dirección, fue que Pablo me miró. Como si sucediera en cámara lenta, ambos tragamos saliva, yo por los nervios y él porque me imagino que pensó que no vendría.

–Gracias, Xavi. Pero, creo que saldré a comer, necesito un poco de aire fresco –dije, él asintió comprendiendo y luego de darme una palmada en el brazo, se sentó a seguir comiendo.

Me despedí de los chicos con un movimiento de manos y justo cuando quedé frente al chico que me robaba el aliento, tome la valentía de hablarle, tomando en cuenta que él podría simplemente ignorarme como lo ha estado haciendo.

–Suerte, espero les vaya muy bien y ganen –sonreí sin mostrar mis dientes

El solo se quedo mirandome y asintió con su cabeza –Gracias –se limitó a decir

Esta vez fui yo quien asintió con la cabeza y me limité a salir del salón con la mirada de todos en mi. Mensaje recibido. No quiere saber nada de mí. Anotado.

Sigo sin entender el comportamiento de Pablo):