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"Lluvia Carmesí que busca la flor" definitivamente estaba teniendo la peor mañana de su vida.

Al despertar se dio cuenta que su preciado y amado esposo no estaba a su lado, ni tampoco en algún lugar de la Mansión Paraíso. Lo buscó y buscó, pero no había rastro de su presencia y eso lo estaba empezando a desesperar demasiado.

Mandó a todos los fantasmas a buscarlo y por si las dudas se aseguró de que el molesto primo de su alteza siguiera en su forma de muñeca daruma. No podía dejar que su precioso gege estuviera por ahí perdido y menos ahora que está cargando a su heredero.
Su casi inexistente paciencia estaba llegando a su fin cuando una familiar voz lo llamó por su canal espiritual privado.

"San Lang ¿Ya despertaste?" - preguntó su amado esposo.

- Gege , gege ¿Dónde está? ¿Se encuentran bien? ¿Necesita que vaya por usted? - contestó el fantasma muy preocupado. Sin su esposo presente , era capaz de cualquier cosa con tal de saber que estaba bien.

"Estamos bien San Lang.... y bueno respondiendo  a lo otro , tal vez no te guste donde estoy" y en definitiva a Hua Cheng no le gustó escuchar lo último. 

- Gege dígame donde está para ir con usted ahora mismo.-  el pobre fantasma estaba a nada de un colapso nervioso, solo había dos lugares en donde no le agradaba que su dios estuviera y estaba cien por ciento seguro que Xie Lian no estaba en el monte Tonglu.

"Eh... bueno yo... puede que haya ascendido , esté en la capital celestial, tenga una deuda de 8 millones de créditos y ahora tengo que ir a una misión para atrapar un fantasma" .

Bien... eso definitivamente no era lo que quería escuchar. Su adorado esposo estaba en aquel nido de víboras que solo esperaban a que cometiera un error para echárselo en la cara por toda la eternidad y al parecer apenas llegó ya lo querían convertir en un asistente ¿Qué acaso no ven que su dios no está condiciones? además ¿Cómo que es que ahora tenía una deuda?.... bueno aunque eso último lo podía resolver en un momento.

- Esposo quédate donde estás, iré por ti. - contestó en un tono serio.

"Espera a que baje esposo, aun estoy en el reino celestial. Creo que piensan que soy demasiado débil y necesito escoltas, pero es obvio que nadie quiere venir conmigo." 

- Tranquilo gege, no necesita que unas víboras como esas sean sus escoltas. Avíseme cuando baje para ir contigo.

"Gracias por eso San Lang, te amo" - y con esa última frase se cortó la comunicación.

Ya sabiendo que su amado y su bebé no nato se encontraban bien, se relajó solo un poco y se fue a pagar la "pequeña" deuda de su gege.

Ya sabiendo que su amado y su bebé no nato se encontraban bien, se relajó solo un poco y se fue a pagar la "pequeña" deuda de su gege

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- Lo siento su alteza, por culpa del General Xuan Zhen nadie quiso unirse- dijo Ling Wen con un poco de lastima en su tono de voz. 

- No importa, puedo ir yo solo. - contestó con una sonrisa mientras se daba la vuelta para irse, agradeció internamente a Mu Qing por ocasionar eso ya que así ningún dios sufriría la ira de su amado fantasma. Sin esperar mas tiempo, se fue de ahí y se dirigió al reino mortal. 

Apenas su pie tocó un poco de pasto, cuando fue recibido con una oleada de mariposas plateadas que se arremolinaban a su alrededor haciéndole cosquillas.

- Yo también te extrañé San Lang- dijo sonriendo al sentir aquellos fuertes brazos rodear su cintura con sumo cuidado. 

- Este San Lang sufrió mucho por la larga ausencia de su querido esposo -murmuró el contrario cerca de su oído al mismo tiempo que lo acercaba mas a el y aspiraba su dulce aroma.

De manera disimulada sus manos acariciaron el plano vientre del príncipe, sintiendo una pequeña presencia de energía espiritual y sonrió al hacerlo , ya que le indicaba que su pequeño bǎobèi se encontraba bien.

Xie Lian solo pudo rodear con sus brazos la fuerte espalda del fantasma y disfrutar el momento al mismo tiempo que se  pegaba mas el. Estas horas sin el habían sido las mas largas de su vida y sabía que ambos necesitaban ese abrazo después de tantas emociones por un día.

- Vamos a buscar una casa  de té gege, ahí podemos hablar de la misión y comer algo - comentó el de rojo llevando sus brazos a las piernas de su esposo , levantándolo en el proceso y sacándole una risa al mas bajo.

- San Lang puedo caminar - dijo tratando de tener un  tono de reproche en su voz, pero le era imposible por su risa que se le escapaba, sin embargo aunque su voz pedía que lo bajaran, su cuerpo hacía otra cosa ya que a pesar de eso no hacía  nada por tratar de alejarse.

Definitivamente esos dos se habían extrañado demasiado, aun cuando solo se habían separado unas cuantas horas.

Continuara....

Preparen su insulina señores, por que estos dos serán tan dulces que darán diabetes de solo verlos.

Espero les haya gustado mucho este capítulo.

 En el próximo veremos como será el encuentro entre Fu Yao , Nang Feng y San Lang

Sin mas que decir, me despido.

Arigato :3 



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