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 El ambiente que había justo en ese momento en el palacio era demasiado pesado. Todos estaban atentos a lo que pasaba, esperando alguna respuesta por parte del hazmerreír de los dioses, sin embargo ningún sonido fue soltado, ya que este prefirió  bajar la cabeza y quedarse callado. Ni siquiera hizo el mínimo esfuerzo por liberarse. 

- ¿Cómo es posible que estés aquí?! - exclamó el dios mas joven- ¡Yo mismo te apuñalé y te encerré en aquel ataúd! ¿Cómo demonios lograste escapar? 

- Su alteza por favor, tranquilícese. No es momento de estar gritando  - habló el señor del viento, intentando calmar la situación y al mismo tratando de que Lang Qianqiu soltara a su alteza. ¿Qué no ve que había problemas mas grandes de que preocuparse? . Seguramente su futuro compadre ya estaba armando un ejército de fantasmas aterradores para atacar la capital celestial y el no quería estar ahí si eso pasaba.

- No me voy a tranquilizar hasta que ese asesino resuelva mis dudas! - gritó apuntando a Xie Lian, pero este ni caso le hacía. El estaba mas preocupado por otro asunto de mayor importancia. 

Claro que esto solo hizo que el dios del este se enojara aun mas y justo cuando estaba apunto de sacar su espada, la voz del emperador celestial lo interrumpió.

- ¿Porqué tanto escandalo? - preguntó Jun Wu justo después de acomodarse en su trono.

Al instante, todos los gritos y murmullos se detuvieron e incluso Lang Qianqiu soltó su agarre de la muñeca de Xie Lian y  se dio la vuelta para hacer una reverencia. 

- Su majestad, solicito su permiso para tener un duelo a muerte con el príncipe heredero de Xian Le .

Justo estas palabras terminaron de ser dichas, cuando tanto como Shi Qingxuan como "Ming Yi" (el cual se le olvidó por completo que el era el mas herido) se pusieron delante del dios de la basura. Y si bien  ambos sabían que las habilidades de Xie Lian con la espada eran excepcionalmente buenas, no querían arriesgarse a que algo le pasara a su futuro ahijado.

- Su alteza Tai Hua, no creo que sea prudente hacer eso! Su alteza salió herido después de defenderlo de "Lluvia Carmesí" no sería justo tener un duelo a muerte. Por favor, reconsidere las cosas - dijo Shi Qingxuan apuntándolo con su abanico, a el realmente no le gustaba pelear pero siempre puede haber excepciones. 

La mayoría de los dioses incluidos Feng Xin y Mu Qing estaban muy integrados al ver como tanto el señor del viento como el señor de la tierra se interponían entre ambos príncipes. Y mas aún cuando vieron que lo hacían para defender a Xie Lian. El cual estaba teniendo una crisis interna por todos los malos recuerdos que le vinieron a la mente.

Ni siquiera estaba poniendo atención a lo que pasaba a su alrededor, el solo pensaba en aquel pequeño y estrecho ataúd, la espada incrustada en su pecho, la humedad que lo rodeaba y los años de soledad que tuvo que pasar en ese horrible lugar que aun le traía pesadillas. Quería irse de ahí, necesitaba estar con su esposo, sentir sus brazos alrededor de el y volver a llorar hasta poder sacar todos aquellos malos sentimientos. 

Estaba tan perdido en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta cuando el emperador le preguntó si el era el goushi Fang Xin, tampoco se dio cuenta cuando dio una respuesta afirmativa, ni de como todos los dioses que lo rodeaban se quedaron asombrados y luego volvieron a murmullar insultos sobre el.

Para este punto, el salón imperial era todo un caos. Unos exigían que el príncipe fuera castigado como era debido, otros exigían el duelo a muerte y luego estaban Shi Qingxuan y Ming Yi, pues mientras que el primero respondía aquellos murmullos y de vez en cuando lanzaba su abanico, el otro comía tranquilamente e incluso en algunas ocasiones el mismo aventó el abanico solo por diversión.

DIFERENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora