Su alteza "El príncipe Heredero de Xian Le" había ascendido por tercera vez ,sin embargo ahora hay algo diferente en el. Los demás dioses no lo notan, pero los que llegaron a ser más cercanos a el saben que hay algo diferente, tal vez es su ropa, s...
La ciudad fantasma como todas las noches, estaba muy animada. Los puestos de comida que antes vendían ojos y un sinfín de platillos que harían a alguien vomitar, ahora vendían bollos y platillos que se veían mas comestibles a ojos humanos y de cualquier dios que visitara la ciudad por primera vez. Los fantasmas iban y venían, algunos se detenían en los puestos y otros entraban a los diferentes establecimientos, si no fuera por los aspectos pálidos o raros , la ciudad fantasma se podría confundir con cualquier ciudad humana normal.
- Wow ¿Qué pasó con la comida rara y los fantasmas groseros? - preguntó en un susurro Shi Qingxuan.
- Bueno.. desde que anunciamos el embarazo, los habitantes por cuenta propia y.. tal vez también por ordenes de San Lang, empezaron a cambiar los aspectos de sus puestos pues los ascos me atacaban cada que veía un ojo o algo extraño - suspiró el castaño - Yo traté de decirles que no era necesario pero todos insistieron que era lo mejor.
- Aw - expresó el señor del viento, para el se le hacía tierno como todos los habitantes de la ciudad se unían para cuidar de su "reina". Una vez le tocó presenciar como un extranjero se atrevió a maldecir a Xie Lian ... basta con decir que no salió del lugar ( Lo sabe bien porque el y Hua Cheng también estuvieron involucrados, pero eso ya es historia para otro día).
- Señor del viento ¿Dónde veremos a su alteza? - preguntó el dios, caminando por unas las calles concurridas de la ciudad (Cabe resaltar que aun toma de la mano al señor del viento pues este siempre trata de pararse en los puestos de belleza), su intención era llegar a su hogar y de ahí partir en busca del oficial perdido pero no podían hacer eso si no querían levantar sospechas de Lang Qianqiu.
- Oh, le dije que nos veríamos en la guarida del apostador ¿Escogí bien? - preguntó el menor como si fuera un niño pequeño esperando un halago de su madre.
- Si - sonrió Xie Lian - La guarida del apostador puede ser un buen de reuniones si no queremos levantar sospechas. De todas formas San Lang dijo que también nos apoyaría en lo que pudiera.
- Bien! Entonces vamos a la guarida del apostador! - exclamó el señor del viento en un tono emocionado, echándose a correr con Xie Lian siguiéndolo por detrás.
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Cuando ambos dioses llegaron a la guarida del apostador, lo primero que vieron fue como un fantasma gritaba de dolor por su clara falta de piernas, la escena en si no era algo a lo que Xie Lian no estuviera acostumbrado pero ahora que estaba embarazado le daba ascos las escenas así de grotescas.
- Su alteza ¿ Se encuentra bien? - preguntó Shi Qingxuan al ver el rostro pálido del dios de la chatarra.
- Si.. yo.. permítame un momento - rápidamente Xie Lian se acercó a una maceta que estaba en la entrada y vomitó todo lo que había comido. - Ah... realmente pensé que hoy no sucedería - suspiró derrotado el de blanco, mientras se limpiaba su boca.
- ¿Seguro que quiere seguir con la misión ? - preguntó preocupado el otro. No sabía con que otras cosas se iban a encontrar que fueran causantes de los ascos del príncipe heredero. - Si lo desea puedo acompañarlo a la mansión.