String (Libro 3 Dinastía Indestructible)

Capítulo 44

Selene

El cabello se levanta con el viento frío a medida que camino del brazo del hombre que me acompaña con un ramo de flores y una fotografía de nosotros cuando apenas éramos unos niños hasta llegar a la estatua en forma de arcangel que está sobre la tumba de Khloe Vryzas, mi madre.

Me siento en la tierra y éste niega con una sonrisa melancólica cubriendo su rostro. Copia mi acción segundos después, quedando a mi lado mientras ayuda a acomodar las flores en su lugar.

__ Está orgullosa de tí - declara Zeth con voz suave - Vio un futuro muy prometedor, y hoy me doy cuenta que no se equivocó en eso tampoco.

__ No se equivocó con los dos. - exclamo, recibiendo el anillo que usó en su mandato. A nadie más que a ella le corresponde tenerlo, todos saben que se perdió y como tal quedará.

Si continúo en mi puesto es porque me corresponde por derecho y ahora que cargo a un mini Lorand en el vientre, quiero que ese sea mi legado para él. Así como su padre crea lazos con sujetos que están siendo las mejores opciones para una alianza, también quiero que tenga algo de su abuela y su madre juntas.

__ Por mucho que haya decepcionado a las dos, haré mi mayor esfuerzo para repararlo - alude con vergüenza - Nunca me cansaré de pedir perdón, y mucho menos consideraré una exageración que decidas exiliarme. Tienes la autoridad de hacerlo, pero sobretodo respetaré esa decisión y la voy a acatar.

__ No haré eso. No olvido las cosas tan fácil, no haré de cuenta que nada pasó. Soy rencorosa y desconfiada para este punto de mi vida - tomo su mano - Pero eres el único integrante de mi familia antigua que me queda. Mereces el que te dé el beneficio de la duda por todo lo que has hecho por mí.

__ Y no pienso defraudarte - asegura. Me voy contra su pecho y Zeth me rodea con los brazos como cuando era una niña. Se vuelve mi refugio una vez más, solo que ahora tengo otro más, el cual se le igualó y superó.

Si pude cambiar el hecho de no tener rumbo fijo en la vida, puedo darle otra oportunidad a mi hermano.

__Me iré a un retiro. - oigo decir. Levanto la cabeza para verlo.

__ ¿Espiritual? - increpo.

__ Tengo cara de todo, menos de eso - se ríe - Ese ser que llevas en el vientre necesitará protección todo el tiempo. Y estoy seguro que el padre no querrá nadie se le acerque. Correrá peligros y requerirá que todos los que lo rodean cubran su supervivencia y su tío no se quedará atrás.

Es lo que más me preocupa pero me gusta que planee protegerlo.

__ Te lo agradezco. - le quita importancia como si su finalidad ahora es estar pendiente de lo que tiene que ver conmigo.

Ambos caminamos fuera de la casa que es asegurada para que nadie ajeno tenga acceso. Solo él y yo tendremos la opción de entrar, lo cual es mejor. No viviré en esa casa porque mis recuerdos no son agradables como tampoco lo son en la fortaleza Horváth, así que el apartamento de Lorand en Budapest es nuestro hogar por ahora.

__ ¿Aún quiere matarme? - asiento al ver al húngaro prestar atención a mi hermano - No lo culpo. Me lo merezco.

__ No voy a contrariar eso - me despido de él cuando llegamos a su auto - Ten cuidado. Pronto nacerá mi bebé y quiero presentarle a su tío.

__ Los niños recién nacidos son feos. Nadie me quitará esa idea de la cabeza - alega riendo.

__ Pues cuando nazca mi pequeño te guardas esos comentarios. Lo llegas a decir y el feo serás tú luego del sartenazo que te daré - sentencio - Vete antes que escuchen tus tonterias.