String (Libro 3 Dinastía Indestructible)

Capitulo 36

Lorand

Al solo entrar al dormitorio la encuentro tal cual como mis monitores lo señalaban, dormida profundamente. No sé como está cómoda si tiene el cuello torcido. Aún así me acerco con esa punzada insoportable que surge cada vez al verla.

Su cabello desordenado tiene mechones que cubren lo que hacía, por lo que con sumo cuidado la aparto para verlos. Con cada uno deja claro que no solo es talento sino esfuerzo y mucho trabajo.

Soñaba cuando estaba dentro de una pesadilla, sonreía mientras tenía mil motivos para llorar y caminó sin desfallecer en momentos en los cuales buscaban por todos los medios tirarla.

__ Nunca he sentido admiración por nadie, y cambiaste eso también - mi voz sale en un susurro leve - Tienes poder sobre muchas cosas, Selene.

El que tenga el aire atorado en la garganta me quita el impulso de hablar, no puedo callarlo sin evitar cortarme con las mismas palabras que se abren paso por si solas.

Es angustiante el no tener todo bajo control porque no la puedo mantener a mi lado todo el tiempo pero tampoco la quiero lejos y sería egoísta traerla cuando está solo probando su libertad aún.
La quiero libre pero también conmigo, ese es el problema.

Trazo una figura en su mejilla con la única finalidad de tocar la piel suave que mis yemas recorren. Es la mujer más hermosa y admirable que he conocido en mi vida. Llegó sin previo aviso, entró sin permiso y destrozó todas mis reglas sin ponerse a pensar que todo el desastre ahora me tiene sin rumbo fijo.

__ Acabaste conmigo - digo al llevarla en brazos hasta la cama, depositando su cuerpo en el colchón que se hunde con el peso de ambos. Acomodo su cabeza sobre mi pecho y esta instintivamente me abraza volviendo un caudaloso río la sangre que corre por mis venas.

Con menos asuntos que resolver me quedo dormido de ese modo hasta la mañana siguiente, en la cual aún despierto del todo siendo la búsqueda del cuerpo que estaba a mi lado lo primero que hago.

__ Creí que no dormía, amo - habla desde un extremo. Giro mi cuello para verle enmedio de colores y papeles esparcidos a su lado - Pero llevas haciéndolo toda la mañana.

__ ¿Que hora es? - increpo pasando mis manos por el rostro deseando quitar lo adormilado

__ Las diez - muestra la pantalla encendida del móvil - Tu desayuno

Apunta con su dedo una bandeja con dos platos, uno vacío y otro cubierto aún.

__ ¿Hace cuánto estás despierta? - inquiero.

__ Como dos horas más o menos - contesta sin dejar de mover la mano sobre la hoja - Estabas muy exhausto, supongo.

__ Es probable - miento. Descubrí lo que sucede pero prefiero achacarle a otra cosa lo ocurrido

Voy directo al baño para darme una ducha que relaja mis músculos adoloridos por alguna razón. Entumecidos.

Salgo envuelto en una toalla ganando la mirada de Selene que no disimula ni un poco sus pensamientos.

__ Se te cae la baba por quien no debes, angel pecaminoso - dictamino.

__ Te gusta ver que suceda, amo - devuelve y evito responder para concentrarme en vestirme.

__ Debemos permanecer en Moscú un par de días aún. - le aviso abrochado mi cinturón. Una exhalación es lo que recibo como contestación.

Me incorporo para sentarme a su lado viendo detenidamente lo que hace.

__ ¿Debemos? Yo debo estar en Grecia, me informaron de un problema en una de las bodegas por lo que es necesaria mi presencia allá

__ Si todo lo que quisieron destruir lo tienes en otro sitio ¿a que vas? - la punta del lápiz se detiene por un segundo antes de seguir la línea que traza