Capítulo 35

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Selene

Coloco las carpetas con todos los diseños que serán enviados a los contribuyentes de Paul, los cuales serán encargados de este proyecto también.

No hay límites en cuanto al presupuesto, cosa que no tengo pensarlo mucho para saber de dónde proviene, tampoco es como si fuera a negarme a recibirlo. Si quiero lograr mis objetivos todo será bienvenido sin importar los términos en los que nos encontramos.

Me hicieron caer como se les antojó, ahora no deben quejarse de las artimañas que use para escalar a donde pertenezco.

__ Los que nos falta es poco - comenta Paul recibiendo la carpeta que mete en el maletín con las últimas creaciones - La línea de lanzamiento será de las más impresionantes, tu debut nadie podrá superarlo. Y me siento orgulloso de alguna manera, es un poco extraño ¿no? - niego genuina.

__ Es porque me estás ayudando a moverme entre todos tus colegas - atribuyo

__ Todo lo has hecho sola, y eso es lo admirable. No cualquiera logra lo que tú, se necesita mucha energía para no desfallecer en los primeros obstáculos - elogia con una mirada de esas que no se le dan a muchos en el mundo - Estoy frente a uno de los más grandes resurgimientos de la época, es lo que contaré cuando sea abuelo.

__ Apenas tienes treinta y ya hablas de nietos.

__ Hay que planear la vida, Selene. O al menos soñar lo que quieres para no caer en la desesperación de no tener lo deseado aún. Si la realidad no nos gusta, usamos la locura a nuestro favor para crear otra - añade antes de marcharse.

Coincido con él, casi en su totalidad. Es decir, estando con mi padre y hermano prefería ir a quedarme con Alicia a su casa, en lugar de ser la señalada a la cual nadie se acercaba. En manos de Ferenc, me hacía a un lado hablando en mi mente lo que haría una vez saliera y ahora que estoy fuera solo me hace falta una cosa.

Un poco irónico que ansiaba la libertad, pero ahora que la tengo extraño a quien lo hizo posible.

Me traslado hasta la cafetería en la cual ya Darío se encuentra esperando, su sonrisa se ensancha al verme entrar mientras camino hacia su puesto. El tipo es muy atractivo, su altura es más que la mía y ese traje ejecutivo le da un aspecto por el que muchas suspiran.

Lo recuerdo más delgado, aunque con eso siempre suspiraba siendo la burla de Alicia al verme en modo tonta con él.

__ Creí que no llegarías - exclama con cierto alivio en su voz - No es reproche cabe aclarar.

__ Lo lamento. Tuve que hacer la entrega de un material importante a alguien y la reunión se extendió más de lo esperado - me acomodo en el espacio frente al suyo - ¿Ya ordenaste?

__ No, estaba esperando por tí - asiento tomando el menú que se encuentra a un lado buscando algo ligero que pueda degustar.

Nos decidimos por un frappé que nos llega en cuestión de minutos en los cuales escucho sucesos en su universidad luego de separarnos.

__ ¿Recuerdas a Ignacio? - asiento aún cuando no tengo idea de a quién se refiere. La marca en su cuello me da los datos que no buscaba, pero, la marca en su dedo aunque ligera deja claro todo - Se casó hace unos meses con la novia que tuvo desde hace años.

__ ¡Oh, que bien! - aludo con una mueca de sonrisa después de tomar un poco de mi bebida espumosa

__ Esa fue mi inspiración para creer que el destino podía acercarme otra vez a aquella chica dulce que fue mi novia por ¿cuánto?

__ Ocho meses - respondo ante su duda.

__ Ocho meses que nunca salieron de mi cabeza - declara sentimental convenciendome de la naturaleza de su actuar - El destino supo que era bueno juntarnos de nuevo.

String (Libro 3 Dinastía Indestructible)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora