CAMINO A LA APOTEOSIS (Parte 3)

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¿Realmente somos libres o ya todo está regido por un destino?

¿Qué tan probable es que un periodista, un detective y una mujer de millonaria se topen en un tren y resulte que van al mismo orfanato?

Hay que destacar que en el tren hubo un asesinato que indica estar relacionado con el mismo lugar y que no está claro que pasa ahí...

¿Quién más iría para allá?

¿Habría más muertes?

Si me pongo a pensar en lo que normalmente dicen las personas: Dios obra de maneras misteriosas.

Me frustra y molesta mucho, ¿por qué carajo seriamos marionetas de él?

Hay que analizarlo detenidamente, intentamos creer que somos libres, pero la realidad es que no y la prueba viviente es que mi pasado me sigue atormentando de diferentes formas, los recuerdos y las pesadillas siguen en mi mente, esto afecta mis actitudes y acciones, entonces se ve alterado todo.

Si agregan que un Dios así lo quiere, entonces no importa que haga, perdí mi libertad.

¿A qué quiero llegar?

Me niego a creer que el asesinato y las presencia de nosotros tres en ese tren...

¡No puede ser coincidencia!

Me niego a aceptarlo, algo más tenía que interferir en un acontecimiento así de complejo, hay tantas cosas que se conectan, alguien con inteligencia tendría que orquestar todo esto.

Surgieron más interrogantes, pero no pensé en rendirme en ese momento, al contrario, estaba más motivado a averiguar qué ocurría.

Retomando donde me quedé...

Los tres estábamos sorprendidos con la revelación de la mujer, el detective le comenzó a hacer preguntas de todo tipo, pero antes pidió que me retirara, tardó un rato, así que nuevamente me fui a mi habitación para descansar o al menos intentarlo, en algún punto no dormir me iba a cobrar facturas.

Estuve por varios minutos sentado en la cama, iba mirando por la ventana y me estaba funcionando para relajarme, si seguía así, en un par de minutos más caería en brazos de Morfeo.

Llegué al punto en donde los ojos están entre cerrados, es como el preludio a dormir, pero algo interrumpió ese anhelado descanso que me merecía.

Un ruido fue provocado entre el golpe de algún objeto con la ventana, fui muy estruendoso, tanto que me quitó el sueño por completo, no me preocupé porque íbamos en un tren en movimiento, simplemente algo le dio, pero no iba a pasar de nueva cuenta.

Al cabo de una hora intenté descansar otra vez, pero un ruido igual, exactamente igual, sonó y entonces me frustré, no tengo mucha tolerancia a la frustración en ciertas cosas y esta era una de ellas.

Supuse que estábamos pasando por un lugar en donde había cosas que podían provocar golpes así, entonces me quedé observando cuidadosamente a la venta y qué había afuera, en eso... Volvió a sonar el golpe, me asusté porque fue justo en mis narices y no vi nada, no tenía sentido, pero así pasó.

Comenzó a suceder cada cinco minutos, eran golpes firmes, tenían un sonido muy específico, algo debía ser lo que los provocaba, tal vez estaba fallando alguna cosa del tren justo en esa ubicación, pero luego el sonido fue recorriendo la habitación poco a poco, primero pasó por el piso y ahí fue cuando cambió un poco el sonido, ya era más parecido a pisadas, pero eran muy potentes, como si algo enorme hiciera que todo en mi habitación retumbara.

Del piso pasó a recorrer las paredes y luego el techo, ahí se quedó por media hora, los pasos incrementaron de fuerza, parecía que quisieran romper el techo a pisotones, en momentos hasta podrían confundirse con saltos, no tenía idea de donde provenía en sonido, pero seguía atormentándome.

NOCHES DE DESVELODonde viven las historias. Descúbrelo ahora