Lo veo pasar todos los días en punto de la media noche, aparentemente es un gato cualquiera, pero no, hay algo maligno en su ser, no tengo la menor duda.
No tengo idea de cómo entra a mi habitación, siempre está completamente cerrada y aun así, sigue apareciendo cuando menos me lo espero.
Cuando le conté a mi mejor amiga, me dijo que era de la mala suerte, que probablemente algo malo sucedería en los próximos días, no sé qué pensar al respecto, pero el hecho de que ese maldito gato entre sin problemas, aunque todo esté cerrado, sí me asusta mucho.
Lleva 5 días entrando, lo común es que merodeaba a mi alrededor, pero anoche se subió sobre mí abdomen cuando dormía, me rasgó la ropa, pero no la piel.
- ¡Hola, Rodrigo! -Un susurro me erizó la piel, estaba nuevamente encerrado en mi habitación, ¿quién podría ser?
El gato estaba aún más cerca de mí, junto a mi oído derecho su pequeño cuerpo yacía sentado, su mirada era firme, buscaba algo y era escalofriante.
Después de eso, el gato no apareció por más días, incluso ya pasó más de un mes, pero... Siento que me observa aunque no lo puedo ver.
Anoche cenaba solo en casa, escuché que algo movía cosas en la cocina, me acerqué a identificar qué ocurría y ahí estaba una vez más el gato, estaba sentado sobre la estufa mirándome fijamente con unos penetrantes ojos rojos.
Entré en pánico, la estufa estaba encendida y el animal ni se inmutó ante el fuego, pude observar cómo se incendiaba su cola.
- ¿Me extrañaste, Rodrigo?, porque yo a ti sí.
- ¿Qué... quieres...? -Mi cuerpo temblaba en contra de mi voluntad.
-Quiero probar tu alma y he esperado suficiente.
No sé cómo, pero justo después de las palabras pronunciadas por ese perturbador felino, perdí la capacidad de hablar, pero no era como en los sueños, en donde no sale sonido de la boca, fue algo más tétrico. No había boca o al menos, así me sentía yo.
Y la situación siguió empeorando, poco a poco se incrementaba un horrible dolor, algo desde dentro de mí me jalaba las cuerdas vocales, las estiraba sin mucho esfuerzo.
El gato comenzó a sonreír, era una escalofriante sonrisa de oreja a oreja que mostraba unos afilados colmillos, eran tan puntiagudos que son la punta abrirían mi piel sin duda alguna.
El fuego seguía recorriendo los pelos del animal, se estaba quemando casi por completo, podía ver como su pequeño cuerpo era consumido por las flamas ardientes, en algunas zonas ya se veía la piel siendo consumida por el fuego, era aterrador y asqueroso.
Cerré mis ojos, pero por alguna razón lo seguía viendo, como si mis ojos siguieran abiertos, intenté correr, pero mis piernas no se movían, me sentía pegado al suelo.
El olor era repugnante, tenía ganas de vomitar.
El gato estaba quemándose por completo, pero aun así mantenía la sonrisa perturbadora y me seguía mirando, parecía que disfrutaba el quemarse.
Cuando menos lo esperé, terminé orinando mi ropa y llorando, no entendía nada, estaba lleno de miedo.
El felino se bajó de la estufa y caminó lentamente hacia mí, seguía con fuego sobre toda su piel y no paraba de estar sonriendo, no parecía que sufría, era algo demoniaco. Una parte de mi ser quería que fuera una pesadilla, pero yo sabía que no lo era, era la maldita realidad.
El gato saltó hacia mí, lo tenía en mi cara atacándome, con sus patas estaba abriéndome la boca a la fuerza, estaba... ¡Estaba intentando entrar dentro de mí!
No sabía qué hacer... Entonces vino una idea... Masticarlo.
Comencé a triturar con fuerza y apresuradamente al felino, escuchaba sus huesos tronar.
En la mañana del día de hoy me levanté del suelo, tenía el cadáver de un gato en mi boca, la sangre escurría por todas partes, apestaba a carne quemada, había lágrimas por todo mi rostro, escupí los restos inmediatamente.
Corrí al baño, me llenaba la boca de agua y me cepillaba una y otra vez los dientes, gárgara tras gárgara intentaba sacar los restos del gato de mí, pero no había ningún cambio. Así estuve durante horas, terminé llorando otra vez.
Ahora sabes porquédejé esta nota junto a mi cuerpo, cuando me di cuenta de que no podría cambiarnada y que recordaría lo sucedido el resto de mi vida, por eso tomé el cuchilloe hice lo que hice. No tenía opción.
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NOCHES DE DESVELO
TerrorAntología de historias de terror, se abordan distintos géneros e híbridos, subiré historias completamente originales. ¿Te atreves a leer todas las historias?