Desperté de golpe, miré a todos lados y no había nadie, la neblina se había disipado, salí de la pequeña cueva para buscar a los demás y no había nadie.
Cuando observé al cielo por un ruido en los árboles, me percaté de que estaba rojo, la tonalidad era muy parecida a la sangre, era hipnótico...
- ¡Volví, mi amor! -Esa voz... Esa maldita voz.
Entre ramas a la distancia se podía observar a quien alguna vez amé, traía un cuchillo en cada mano y la sonrisa que tenía en su rostro nuevamente perturbaba, la sensación eres demasiado repulsiva, sus dientes y encías se notaban exageradamente, la sangre goteaba por todas partes, pareciera que se había comido algo... Ni siquiera puedo pensar en ello.
- ¡Te doy tiempo de correr! -Eso no sonaba nada bien, ¿por qué me daría tiempo para correr?, a menos que...
- ¡Si te alcanzo te voy a destripar vivo, mi amor! -No lo pensé dos veces y salí corriendo, me puse peor que con los lobos en menos de 1 minuto.
- ¡Vamos a jugar a las escondidas!, ¡Si no te encuentro para cuando oscurezca, te salvas! -Me quedé sin esperanzas...
Cuando volteaba hacia atrás se veía como corría con gran velocidad hacia mí, estaba rogando porque apareciera el detective con su arma.
Un golpe contra el piso me llenó de alivio, miré para atrás y era ella tirada, se había enterrado uno de los cuchillos en el brazo, todo estaba bien hasta que...
Ni se inmutó con el cuchillo atravesando su brazo izquierdo, se levantó con apoyo de un árbol y de nueva cuenta me persiguió, yo le lanzaba piedras y todo lo que encontrara a mi paso.
Uno de mis ataques lo recibió directamente en la cabeza, ella terminó en el suelo de nuevo, sangraba y su cara se llenó toda de rojo, pero no le impidió sonreírme otra vez, ahora sus dientes estaban afilados, como si se tratara de la boca de una piraña o algún animal así.
Yo estaba corriendo con todo mi ser, pero sin importar nada, sus carcajadas sonaban cada vez más cerca, la idea de que una mujer que alguna vez amé y que ahora me perseguía para matarme era demasiado retorcida.
También se escuchaba que sus huesos comenzaron a tronar, era como si se movieran con brusquedad de alguna forma, miré hacia ella y sus extremidades se fracturaban, me perseguía como si fuera un animal, estaba corriendo con sus brazos y piernas, "andaba en cuatro patas", ahí me perturbé aún más.
Ya no solo eran carcajadas los sonidos que salían de su boca, producía ruidos extraños, rechinaba los dientes y jugaba con su lengua a imitar animales o insectos, escupía sangre de vez en cuando y apresuraba el paso cuando yo la miraba, se había enterrado las dos armas, pero seguía sin importarle.
Ya ni siquiera parecía algo humano, se había convertido en algo amorfo, su postura al correr ya ni siquiera parecía de animal, era una abominación, le escurría sangre y una baba negra de dentro de la piel, el cabello se le comenzó a caer y la boca se le fue abriendo mucho más, la piel de los lados de su rostro se desgarró, estaba mutilada de oreja a oreja...
Me percaté de como mi cuerpo se estaba cansando, pero no podía detenerme, nuevamente volteé a ver qué tan lejos venía y la situación fue escalofriante, todo se hizo peor.
La mandíbula le colgaba de un lado, específicamente el izquierdo, también le faltaba el ojo de ese mismo lado, en la cavidad donde debía tenerlo se veía llena de oscuridad y le escurría sangre, el otro ojo estaba hinchado, pareciera que le fuera a explotar y se encontraba muy dilatado.
Por todo su cuerpo había huesos saliendo de esa cosa, incluso tripas le colgaban de su interior, la columna se salía en ciertas partes, en otras se notaban los músculos expuestos, también aumentaba cantidad de líquido que salía de todos sus orificios, pero esta vez era verdoso, era uno diferente al negro y a la sangre.
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NOCHES DE DESVELO
HorrorAntología de historias de terror, se abordan distintos géneros e híbridos, subiré historias completamente originales. ¿Te atreves a leer todas las historias?