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Capítulo 17

Aquella noche, tarde, después de que los aurores hubieran abandonado el colegio con los dos culpables y todo el castillo estuviera dormido, Severus se abrió paso por la silenciosa estructura y salió hacia el punto de aparición.  No lo habían llamado, pero después de lo que había visto en la mente de Harrison durante la oclumancia, y la fuerza de su rabia por su ataque, sabía que necesitaba hablar con el Señor Tenebroso.  Apareció directamente en la mansión Malfoy.  Como era amigo íntimo de Lucius y padrino del heredero de la familia, hacía muchos años que le habían puesto una llave para entrar en la guardia y esta noche estaba agradecido, pues podía aparecerse directamente en la sala de recepción, en vez de tener que caminar un kilómetro y medio hasta la casa.

Un elfo de la casa apareció en cuanto llegó, pero él lo ignoró, diciendo que estaba visitando al Señor Tenebroso y que haría una visita a Lord Malfoy en un momento más apropiado.  El elfo hizo una reverencia y volvió a su nido.  Severus se abrió paso por los silenciosos salones de la mansión, ignorando los retratos de los muchos antepasados Malfoy pintados.

Al ver una luz bajo la puerta del estudio del Señor Tenebroso, el hombre llamó y esperó a que lo atendieran.

"Adelante, Severus", la voz del Señor Tenebroso atravesó la puerta cerrada.

Severus entró en el despacho e hizo una reverencia superficial antes de indicarle benignamente que tomara asiento frente a la verdadera forma de su Señor.  Thomas Gaunt estaba sentado detrás del escritorio, con las manos perfectamente cruzadas frente a él.  "Severus, espero que no hayas venido con noticias de más incompetencia de los rangos inferiores.  Lucius trajo noticias de otro desastre en el Ministerio.  Si me traes más, me temo que no podré controlar mis reacciones -dijo en voz baja, con una mirada cansada en los ojos, para nada el rostro enloquecido y feliz por la tortura que solía adornar la versión serpiente del hombre que solía aterrorizar a los rangos inferiores para que le obedecieran cuando algo no seguía su plan.

"No, mi señor", respondió Severus.  "Sé que no me llamaron, pero los recientes acontecimientos hicieron imperativo que discutiera la situación con usted".

Thomas se incorporó un poco, prestándole al hombre toda su atención. 

Snape respiró hondo y empezó primero con la noticia más impactante.  "Harrison fue atacado ayer por la mañana durante el desayuno por Ronald y Ginevra Weasley.  Presumiblemente estaba distraído, ya que no reaccionó a su patronus ni a la advertencia mágica del ataque.  El señor Weasley le envió un maleficio explosivo justo cuando salía de las escaleras del séptimo piso, desde un hueco en el camino más directo desde la sala común de Gryffindor hacia el Gran Comedor.  Precisamente en ese momento, las escaleras empezaron a cambiar y Harrison no pudo evitar su caída.  Debido al cambio, cayó desde el séptimo piso hasta el rellano del tercero, cuatro pisos más abajo.  Sufrió múltiples fracturas compuestas peligrosas, laceraciones y perforaciones en los órganos internos, incluido un pulmón perforado y colapsado, numerosos rasguños y laceraciones en la piel, una conmoción cerebral y una hemorragia cerebral."

Thomas parecía conmocionado por la cantidad de lesiones sufridas por el adolescente.

Severus asintió, viendo la expresión furiosa en el rostro de su señor, y continuó.  "Por lo que sé, cuando cayó, su patronus extrajo toda la magia que pudo antes de que impactara, la suficiente para llevármela a las mazmorras.  El señor y la señorita Weasley no esperaban que el ataque funcionara, aunque tenían planes de herir o dañar mortalmente a Harrison finalmente, y empezaron a gritarse en lo alto del rellano.  Los retratos se apresuraron a ir al Gran Comedor para alertar al personal.  Minerva y yo fuimos las primeras en oír el mensaje y las primeras en localizarlo". 

A Severus se le quebró la voz al pronunciar las últimas palabras y se le hizo un nudo en la garganta al pensar en los sucesos del ataque y sus secuelas con más calma.