CAPITULO #1

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Pandora, mi tierra y mi bosque, pero jamás un hogar...

Desde muy pequeña fui arrebatada del seno de mi madre por las crueles bestias que habitaban Pandora, los jinetes de avatar me cuentan que en una de sus tantas expediciones por el bosque, meses después de que la guerra terminara, ellos me encontraron en las orillas de un río, llorando y buscando consuelo junto al cuerpo de mi madre ya sin signos de vida.

Con forme yo iba creciendo, tanto los soldados como los científicos y todo personal de la RDA, me enseñaron todos sus conocimientos, desde entrenamiento militar avanzado, hasta saber utilizar los aparatos del laboratorio.

Fui nombrada por aquellos humanos, más no recibí ninguno de sus apellidos o títulos, Kana fue el nombre que eligieron para mí. Por suerte, jamás estuve sola, me dejaron con un buen científico, el señor Mc'devon, el se encargó de enseñarme lo básico como leer, escribir, aprender el idioma de los Na'vi y cada una de sus costumbres.

La RDA no estaba preparada para criar a un niño Na'vi, por lo que construyeron un lugar especialmente para mi, no negaré que me sentía como un animal enjaulado ya que no tenía permitido salir de esa área al caer la noche, al menos sin la supervisión de un soldado, pero era tranquilo respirar mi propio aire sin necesidad de cargar con mi tanque de oxígeno todo el día dentro del cuartel, aunque lo utilizara en ocasiones, era molesto.

Me encontraba en el campo de entrenamiento, fuera de las instalaciones, observando los enormes árboles frente a mi, preguntándome si algún día tendría el permiso de salir a explorar el entorno, aunque era imposible hacer como si no existiera esa malla electrificada que me separaba de aquel lugar. Mientras seguía caminando, sin quitar la vista de ese lugar, escuché que alguien se acercaba corriendo hacia mi por detrás y giré varios metros antes de que el saltara a asustarme.

- Necesitas practicar más, eres pésimo para atacar por la espalda - Dije mientras veía al hombre borrando su sonrisa.

- Yo soy bueno con mis estrategias de ataque, era imposible que me escucharas desde esa distancia - Este empezó a bajar la velocidad de su caminar.

- Recuerda que mis sentidos son más agudos que los tuyos, puedo oírte desde lejos - Está vez me agaché un poco para poder estar a su altura.

- No, tu cada día mejoras más, estás avanzando y estoy orgulloso de ti, hás recibido un buen entrenamiento militar - Me sonrió.

- Eh aprendido de los mejores estando aquí, es algo de lo que estaré agradecida - Hablé mientras me volvía a levantar y le devolvía la sonrisa sin mostrar mis colmillos.

- Aunque aveces se me olvida que solo soy un simple jinete de Avatar, un nerd y un científico - Admitió el hombre cruzando los brazos.

El señor Mc'devon hizo una pausa, apartó su mirada de mi para después voltear a ver del otro lado de la malla, yo imité su acción. Desde que lo conozco, el siempre ah sido una persona con un espíritu aventurero, cada vez que el sale en el cuerpo de un avatar, me trae su experiencia en el bosque, dándome pequeñas clases de como sobrevivir allá afuera en caso de que algún día, me dejen salir.

- El Coronel Horron quiere hablar contigo, al parecer también ve lo mismo que yo veo en ti, tal vez acepte tu petición de poder salir de las instalaciones- Me apuntó con su dedo incide y regresando su mirada a mi.

- ¿Lo dices de verdad? ¿Podré salir al fin? - Giré mi cabeza rápidamente hacia el y hablé casi en un grito mientras agitaba mi cola por la emoción.

- Tranquila Kana, es solo una suposición mia, tal vez te quiera ver por algo más... - El señor Mc'devon arrugó su frente - O será que de nuevo te metiste en problemas, niña - Finalizó la frase rodando los ojos.

En un sueño - Avatar the way of water Donde viven las historias. Descúbrelo ahora