Necesidades apagadas

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Quizás con uno de tus besos se me quite lo triste, hoy me levanté sin ganas y te necesito.

Soy tan inseguro que tengo miedo de que algún día te canses de mi, solo... Te extraño y te quiero abrazar.
Se desde el fondo de mi corazón que mereces mucho más, pero en verdad quiero que te quedes conmigo.

Eres increíble, quizás ahora no lo ves porque estás triste y lo sé porque a veces hablo conmigo de ti.

Yo no creo en tentaciones, cuando uno se enamora no tiene ojos ni corazón para ninguna otra persona, así de fácil. Donde está mi amor, está mi lealtad, no hay más.

Extraño los besos que aún no nos hemos dado, te tengo en mi cabeza a diario.
¿Por qué no llamar ahora? ¿Por qué no perdonar ahora? Se espera mucho para la navidad, el viernes, un año más, cuando se tenga dinero, cuando el amor llegue, cuando todo sea perfecto... ¿Porque?

Incluso pienso que a la frase ¿Te puedo llamar? Le sobran dos eles.

Juro que no quiero nada, solo estar solo y en paz, pero cuando ella se me acerca quiero todo.

Yo sé que estás haciendo un esfuerzo enorme, que a veces todo te cuesta el doble, pero paciencia, porque el que sabe esperar, siempre recibe lo que merece.

Hay mucha gente genial en el mundo. Gente que sabe querer, que sabe ser amiga, que ayuda, que cura. Gente que te carga las pilas para salir a pelear todos los días, y te recuerda que no todo está mal en este mundo. A esa gente tienes que buscar, a esa gente tienes que cuidar.

Vengo de la guerra y creo en la paz, vengo del caos y creo en la belleza, vengo de la oscuridad creo en la luz.
Vengo de muchas cosas, pero esas cosas no vienen conmigo.

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