Mi Little Pony Nueva Generación (Libro 1): Un Consuelo Amoroso.

Capitulo 3.

El sol estaba saliendo a través del horizonte, los primeros rayos del sol golpeaban las calles de Maretime Bay, iniciando así un nuevo día. Mientras más alto se elevaba el sol, los rayos empezaron a tocar los edificios, entre ellos la comisaria.

Dentro, Misty seguía durmiendo profundamente, con una sonrisa marcara en su rostro. Estaba acostada boca abajo, con la cabeza postrada en la almohada. Estaba teniendo un buen sueño, pues soñaba que por fin había conseguido lo que tanto anhelaba durante tanto tiempo. Sin embargo, no dudo mucho, la luz del sol entro por la ventana. La luz había llegado hacia su rostro, haciendo que ella abriera lentamente sus ojos, se tomó unos momentos, antes de antes de despertarse por completo. Su rostro paso de felicidad a una de decepción, todo había sido solo un sueño. Ella soltó un suspiro desanimado, dirigió su mirada hacia donde estaría descansando Hitch. Se sorprendió al ver que el ya no estaba allí, miro hacia todos lados, pero no había rastros del sheriff. Misty soltó un suspiro, bajo la cabeza, sumergiéndose en sus pensamientos. Luego de unos momentos, escucho un sonido, a lo que padecían pisadas. Esto saco a Misty de sus pensamientos, dirigió su mirada hacia donde venia el sonido, pero no había nada, más que unos papeles tirados, que no estaban ahí en primer lugar. 

Misty se levantó de la cama, saliendo de la celda. Una vez a fuera, escucho una pequeña risa que provenía hacia uno de los escritorios, algo que la iso sentir algo incomoda. Algo nerviosa se acercó al escritorio, solo para no encontrar nada. Otra risa se escuchó, esta vez detrás de ella. Volteo la mirada hacia atrás, solo para ver una pequeña figura moverse muy rápido hacia el otro escritorio, mientras soltaba otra risita. Misty padecía haber reconocido a la figura, lo había visto hace tiempo. 

Misty se acercó al otro escritorio lentamente con una pequeña sonrisa, para así sorprenderlo. Salto donde se supone debería estar, solo para saber que ya no estaba. Los pasos se escuchaban en los estantes, volteo hacia esa dirección, solo para escuchar los pasos hacia el otro escritorio, hacia la prisión, se escuchaban en todos lados, al igual que las risas. Varios objetos cayeron al suelo, debido a los pasos. Misty, viendo el desorden que armaba, empezó a intentar a atrapar al ser inquieto, antes que regresada Hitch, para limpiar el lugar, no queriendo que el viera el desorden.

 Pero mientras se abalanzaba hacia él, solo logro chocar contra la pared. Lo intento de nuevo, solamente para volver a chocar contra el escritorio. Por más que lo intentaba, el lograba esquivarlo y la hacía chocar, esto siguió así durante varios minutos. 

Después de varios intentos fallidos, Misty logro atrapar al pequeño dragón, mientras corría a su lado, fue el momento que ella se abalanzo hacia él.

-¡Aja, te tengo!- grito, cayendo encima en una pila de papeles desordenados. Habían papeles esparcidos por todos lados. Misty estaba feliz de que por fin lo allá atrapado, soltaba suspiro tras suspiro, estaba muy cansada de intentar atraparlo.

-Enserio...eres...un dragón...muy...travieso...-hablaba mientras suspiraba, antes de recibir una bola de papel en la cara. Levanto la mirada, viendo como el pequeño dragón le lanzaba más bolas de papel, mientras él se reía.

-ou, no, detente- suplico ella, pero el solamente le lanzaba más bolas de papel a un ritmo más rápido. 

Hitch abrió la puerta de la comisaria, llevaba consigo una caja llena de donas para desayunar. Sus ojos se abrieron a ver el desorden en todos lados. Su mirada se dirigió hacia ambos, Misty estaba nerviosa, mientras que el dragón reía mientras corría hacia el abrazándolo y subiéndose en su lomo. Su mirada se volvio hacia Misty que aún estaba parada aun nerviosa.

-Pu...puedo explicarlo- hablo ella, empezó a contar de como inicio todo, pero se sorprendió a ver que Hitch estaba riendo.

-Está bien, no te preocupes, yo sé perfectamente que fue este pequeño dragón travieso-dijo mientras acariciaba la cabeza del dragón. Lo dejo encima del escritorio, para luego empezar a levantar todas las hojas esparcidas.