𝖠𝖭𝖨𝖬𝖠𝖫𝖲 -𝐬𝐤𝐳 𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨𝐧

8

Vieron como los cuerpos atados se movían poco a poco debido al ruido que provocaban. Sus ojos se abrieron lentamente, mirándolos fijamente a los ojos.

Uno de ellos se veía muy delicado de salud, pues apenas podía respirar bien y tenía un pie herido. El otro, tenía un ojo morado y un corte en su frente.

Minho se atrevió a caminar hacia ellos, sin hacer ningún movimiento que los asustara.

—¿Hola?

Apenas respondieron, bajaron la cabeza de inmediato en el segundo en que Minho intento darles la mano para saber si se encontraban bien.

—Debemos irnos, Minho—el mayor asintió, aun asustado y corrió rápidamente fuera del lugar.

Al salir, cerraron la puerta, dejando el respectivo candado, que ahora estaba roto.

—¿Crees que Christopher sepa de esto?

—Es su granero, ¿como no lo va a saber?—dijo Jisung, casi a gritos.

Era imposible. No podía estar pasando.

Chris no era capaz de...

En difinitiva, el no sería capaz de hacer tal cosa.

Pero nadie les podía confirmar eso aún.

Corrieron hacia la pequeña casa, donde ya se encontraban sus amigos.

—¿A dónde mierda estaban?—gruño Felix al ver las sonrisas inocentes que mostraban los recién llegados.

—Estabamos...hablando.

Sin confiar en su pobre excusa, solo se dirigió al baño, para poder irse a dormir.

Todos lo siguieron, sin hacer otro movimiento.

Jeongin había ido a visitar a Jisung a su habitación, ya que el último le había prometido una partida de su juego de mesa favorito.

—¡Me lo prometiste, Jisung!

—Esta bien, está bien—termino cediendo.

Luego de diez largas partidas de monopoly, el menor se decidió por irse a dormir a su respectiva habitación. Pero antes, Jisung lo tomo de la muñeca, cerrando la puerta rápidamente. Jeongin lo miro confuso.

—Si te digo esto, debes prometer que te quedaras callado—el chico asintió, empezando a desconfiar de sus palabras.

—¿Que sucede?

—En el granero hay...—las palabras no salían de su boca, seguía horrorizado al recordar de manera torturosa aquella perturbadora imagen que no lograba eliminar de su
cabeza—. Cuerpos.

Cuerpos.

Tenía ganas de gritar, llorar y correr espantado con tan solo pensar que ellos podrían ser los próximos ahí.

Solo lanzó un gemido de dolor, empezando a sollozar.

Jeongin solo se dedicó a lanzar grandes carcajadas, tomándose todo como broma. Jisung detuvo su silencioso lloriqueo y miro ofendido al menor, quien tenía una de sus manos en el estómago al no parar de reírse.

Se detuvo al ver como su amigo no reía.

—¿Estas hablando en serio?—el muchacho asintió lentamente.

Y otra vez, Jeongin no contuvo la risa, llegando casi hasta el punto de largarse llorar.

—¡Deja de reírte!—lo regaño mientras golpeaba su brazo, sacándole muecas de dolor al chico.

—Deja de jugar, ¿tomaste o que?

—Jeongin, te estoy diciendo la verdad—insistio—. Minho y yo vimos cosas horribles allí adentro. Habían dos chicos atados de pies y manos, aún con vida. Nosotros podríamos ser los siguientes.