𝖠𝖭𝖨𝖬𝖠𝖫𝖲 -𝐬𝐤𝐳 𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨𝐧

12

Su respiración era agitada e incontrolada.

Aún faltaban unas horas para que todos en la casa despertaran, tenía un tiempo para dormir.

Estaba cansado tras una noche llena de sexo.

O al menos para el era sexo.

Había violado a Jisung. Esa era la verdad. No había otra.

De igual forma lo veía así. Para un enfermo, violar, abusar y tocar, era como jugar. Por eso mismo era tan come mierda como para pensar eso.

-¿Puedes dejar de llorar?-dijo a regañadientes viendo como Jisung lloraba descontroladamente.

Y en un abrir y cerrar de ojos, el menor dejo de lloriquear, solo lanzando pequeños sollozos.

Esa fue una noche dura. La peor de todas.

Fue violado.

Confío en alguien y lo apuñaló de la peor forma.

Se sentía sucio, ni siquiera un baño cambiaría eso.

¿Como le explicaría a Minho su situación?

No le creería.

El sol se hacía ver tras las cortinas de la habitación del mayor. Las horas pasaron corriendo, no tuvieron ni cinco minutos para descansar.

-Escuchame-Chris tomo de los hombros al chico, tomando toda su atención-, no le dirás nada a nadie. Si tan solo se te sale una palabra, no dudaré en matarte a ti y a tu noviecito.

Se limitó a asentir, su voz no salía tras tantos gritos que había dado horas antes.

El mayor le indico que se fuera a la cama y simulara que no sucedió nada, amenazandolo si decía algo.

Lo estaría vigilando. Eso era lo peor.

Cerro la puerta cuidadosamente, sin hacer ruido alguno, acomodándose en su cama, dándole la espalda a la puerta.

No podía llorar, sería un inútil si lo hacía.

Si tan solo se le ocurriera llorar o chistar, preocuparía a Minho y lo llevaría a la misma muerte.

Cubrió su rostro hinchado y mojado -a causa de las lágrimas- con las sábanas blancas y suaves.

No supo en qué momento cayó en un sueño profundo, pero al despertar, todos parecían estar despiertos.

No quiso levantarse, se encontraba en condiciones horribles como para esbozar una sonrisa y fingir que nada había sucedido, cuando uno de sus amigos estaba en peor estado que el.

Apenas podía caminar, su entrepierna dolía y no podía sostenerse a si mismo. Tanto era el dolor, que no podía mover ni un solo músculo, puesto que Chris había utilizado mucha fuerza con el.

Demasiada fuerza.

Minho entró minutos después a la habitación, ya cambiado. Una sonrisa dibujada en su hermoso rostro.

-¿Dormiste bien?

Asintió, a duras penas, tragándose las lágrimas y la tristeza.

-¿Estas bien? Te ves pálido.

La había cagado. Ya estaba preocupando al mayor y no dudaría en soltar todo si Minho se lo pedía de tan buena manera.

-Si, solo estoy cansado-hizo un movimiento con su mano, restándole importancia.

Era obvio que no se encontraba bien. Tenía unas oscuras ojeras debajo de sus ojos color almendra, su nariz estaba roja y podía ver sus piernas temblar detrás de las sábanas.