Autismo Jenlisa

Prólogo

Lisa era considerada la omega más linda y tierna de la empresa Kim. Piel porcelana y lindos labios rosados, figura esbelta y altas piernas. Tan dulce como miel en persona

Era asistente de la hija menor de los Kim. Su trabajo no era nada fácil, si cometía un error podría ser despedida, su jefa era muy exigente, le gustaba el orden y la limpieza, cualquier mancha en su despacho podría causar un terrible ataque. Su jefa tiene la manía de tener todo ordenado, por color, peso y altura, textura y aroma

Cualquier falla que hubiera, la omega tenía que ser rápida en solucionarlo, si no, estaba segura de que se quedaría sin trabajo. Todo tenía que tener solución si quería tener sus buenos lujos. A veces pensaba que era su niñera y no su asistente, pero era una muy buena paga

Su jefa era una mujer alfa de pocas palabras, odiaba a las personas nuevas, la omega en algún momento lo fue. Para aclarar mejor, la había conocido cuando tenía 19 años, su jefa tenía 17

El encuentro fue terrible, nunca presto atención hacia su persona y cuando por fin había obtenido su atención, la alfa tubo uno de sus terribles ataques

Su jefa era autista.

Con la mayor paciencia del mundo, aprendió cada aspecto de su jefa, las cosas que le gustaban y las que no, sus comidas, su olor. Cada minúscula cosa que la ayudara a conservar su trabajo.

Jennie amaba los gatitos, por lo cual dos semanas después volvió a encontrarse con la alfa, el gatito en sus manos llamo la atención de esta, alejándose después de arrebatárselo, pero por lo menos la había mirado a los ojos.

Su primer año no fue el mejor, fue uno de los peores en su relación de jefa-empleada,
Jennie normalmente tenía ataques todos los días en su presencia, eso le dificultó mantener su empleo. Pero con un poco más de esfuerzo, jennie se fue abriendo de la mejor manera.

Logro descifrar que causaba los ataques de la joven haciendo que todo fuera más fácil.

Ahora era todo lo contrario, jennie le tenía tanta confianza que no le importaba desnudarse enfrente de ella, dependía de la omega las 24 horas del día por los 6 días que trabaja.

El domingo era su día libre, aunque se suponía que debería descansar, jennie le había apodado como los "domingos de mimos". Un día donde solo se quedaban en la cama y miraban películas, Lisa todavía seguía explicándole como funcionaban los sentimientos de las demás personas

"No debes ignorar a tus padres, jennie"

"No puedes andar en la calle en celo"

"No debes hacer berrinches cada vez que no consigas algo"

"No te golpees"

"No te aruñes"

"Nada de golpear a las personas"

"No creas los malos comentarios"

La alfa no pudo ser mimada ese domingo. El lunes estaba insoportable.