Se desvelaron una vez más, estando en compañía del otro, tal como si jamás se habrían conocido en otro sitio que no fuera ese departamento; solo existieron toda su vida en esas paredes decoradas, de un lugar que con lentitud, toma forma por la reciente mudanza y mantiene cerrado el balcón de gran ventanal.Así se sentía, como si solo existieron allí siempre y no llegaron por su cuenta, sino los acomodaron.
Fue la despedida más incómoda que podrían haber generado; se vieron a los ojos por segundos, desviando sus miradas hacía el resto del lugar, así hasta que Aiden se encargó de romper el silencio y solo deseó buenas mañanas.
Ya no tenía sentido dormir, solo faltaban dos horas para que suene su alarma y deba arreglarse decente y salir en ese aire tan frío.En la mesa quedaron dos cosas, además de lápices pero basta con nombrarlos, pues no resaltan, solo dos dibujos lo hacen: un dragón chino plasmado de forma meticulosa y con varias anotaciones a sus costados, siendo apenas legibles por lo suave del trazo. En otro papel, no tenían una composición uniforme, más bien se trata de garabatos o pequeños dibujos al azar; una que otra flor, cámaras, él mismo. El garabato más grande en esa hoja: ojos.
Grandes y con el iris apenas coloreado, alrededor un par de líneas sueltas simulan frunces del párpado, de una mirada concentrada.
Detalles sin importancia, pues el dueño del departamento los ignoró por completo. No durmió las pocas horas que quedaban, las gastó en redes sociales y tomar un baño.
Apenas su cabeza despertó de todo el material que consumió visualmente, más que nada gracias a la ducha que tomó, sus pensamientos se dirigieron a lo que mencionó el influencer; habló tanto toda la noche y lo único que tuvo su total atención, fue aquella propuesta extraña de ser su modelo para fotografíar. Cabe mencionar que él nunca se percató de que James tomó fotos suyas, al menos solo sabe de las que existen en su redes sociales, ya que las tomó estando conciente.
No tiene idea de que hay fotografías mentales.
Tampoco otras que quedaron como recuerdos o escondidas en su lista de mejores amigos.De cualquier modo, esa extraña propuesta no fue considerada como verídica, sino más bien, como un disparate desesperado, al cuál respondió de forma casual gracias a la falta de decisión.
Quizá se le olvidé luego que propuso eso.
A los dos, quizá se les olvide.Una vez Aiden acabó de arreglarse, estando algo malhumorado por el cansancio que tenía, miró con atención la mesa, acercándose con intenciones de limpiar el desorden en ella, más que nada porque esos materiales deberían estar en su estuche. A medida que junta los lápices y separa las hojas en un costado, presta atención a su lienzo, deteniéndose para leer las correcciones que él mismo anotó a medida que dibujaba.
Eran muchas.
Que frustrante.Ya no comprendía si era muy crítico o si en serio necesita "mover" a seis milímetros una oreja.
Su estado anímico empeoró, corrió a un lado su arte y enseguida sus ojos se encontraron con otro papel, lleno de garabatos despreocupados y sin ser homogénes. Supo que se trata de lo que hizo James durante un par de horas en lo que conversaban, dejó a un costado los lápices en orden y apoyó ambas manos sobre la mesa, dejando en medio lo que llamaba su atención.
Se dedicó a verlo siendo objetivo, en esa composición hay varias cosas que le gustan al de piel oscura, bastante normal hasta que bajó un poco más, quedando frente a frente con esos ojos centrados, hipnóticos por algún extraño motivo que aceleró su interior. Siente que esa expresión centrada ya la vió antes, pero no recuerda dónde y mucho menos reconoce lo que desborda obviedad.
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𝐀 𝐓𝐑𝐀𝐕𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐍𝐓𝐀𝐍𝐀 | 𝖩𝖺𝗂𝖽𝖾𝗇
عشوائي☠︎︎ ───────────── 𝘢 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦𝘴 𝘩𝘢𝘴 𝘣𝘦𝘴𝘢𝘥𝘰 ? Aiden apenas había podido mudarse a un departamento en una zona poblada. Por un momento quizá pensó que se había alejado de todo, que sería un comienzo nuevo y podría hacer lo...