𝖼𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗎𝗇𝗈

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La puerta de madera pintada de blanco se abrió ligeramente, dejando ver unos dedos pálidos que tocaban la pared buscando el interruptor de la luz, acompañado con un par de murmullos por no verlo, aunque cuando lo tocaron y lograron prender la luz, la puerta se abrió por completo, dejando ver a un joven detrás de ella, quién se veía bastante sonriente.

──Se ve bien...

El chico de cabello bicolor dirigió su mirada por todo el alrededor, estaba viendo que todo se encontrase en su lugar. Eso es lo que más quería, la perfección del lugar, cuestión lograda para su gusto.

Después de un tiempo, decidió mudarse a una ciudad más grande, al fin lo logró y lo emocionaba bastante como se veía su departamento; más que nada por el gran ventanal con salida a un balcón que tenía. Apenas entraba podía ver hacia afuera por ese sitio, podía ver con claridad que pasaría mucho tiempo en ese sitio, lo más seguro es que escucharía música mientras veia la ciudad durante la noche.

No es que se haya mudado a un sitio muy transitado, aún así, la vista no era desagradable ni mucho menos.

El departamento era pequeño en sí, la sala y comedor se encontraban fusionados y la cocina apenas se separaba de estos por la isla que abría paso a los electrodomésticos detrás de ella. Al menos el departamento se veía interesante.

El programa había acabado hace ya unos... ¿Meses? Estaba seguro que no fué hace un año, bueno, no se encontraba tan seguro con esa información, solo entendía que pasó un tiempo del mismo y que la emoción que vivió en ese transcurso se perdió por completo.

Fue interesante por un momento, pero luego volvió a ser Aiden.
Simplemente, Aiden.
No era molesto, era normal.

A decir verdad, no conservó el contacto con nadie, quizá de vez en cuando Lake enviaba algún que otro reel por Instagram. No iba más allá de eso. Tampoco es como si hubiera esperado continuar con alguien de ese sitio, solo las chicas se encargaron de mantener un vínculo entre sí, al igual que Hunter, Tess y -probablemente- Ally.

──No pensé que fuera a haber tanto silencio... ──intentó reír un poco consigo mismo por aquella cuestión, pero solo pudo emitir risas incómodas y forzadas, nada a lo que no pudiese acostumbrarse. ──Mierda.

Por un lado debería dormir, pues era bastante tarde, probablemente pasaban las diez de la noche, llegó relativamente tarde por estar recorriendo antes de instalarse por completo. Desempacar sus pertenencias tampoco lo consideraba una opción, más que nada por el horario, presentía que si sacaba absolutamente todo de las cajas, acabaría estresándose o se cansaría sin siquiera haber empezado.
No consideraba una buena idea que su primera semana se resumiera en desastre.

Luego de pensar por unos minutos que podría hacer, "despertó" de esa ensoñación con la conclusión de que sería satisfactorio recostarse a ver television, asi que evade su responsabilidad e hizo a un lado las cajas que dejó sobre el sofá, colocándolas en el suelo para acto seguido, recostarse en el mismo y usar el control remoto para encender la televisión.

Esa mudanza lo hizo sentir a gusto. El departamento está amoblado, era lindo. se encontraba en la ciudad que quería y podría vivir de otro modo.

──¿Quién sabe, Aiden? Incluso podrías acabar siendo famoso. ──Se burló de sí mismo.

Y sin más, empezó a cambiar canal tras canal, relajado y sin intenciones de moverse del sitio tan cómodo que encontro en aquel lindo sofá de color hueso.

Planeaba pasar un largo rato haciendo eso.

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𝐀 𝐓𝐑𝐀𝐕𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐍𝐓𝐀𝐍𝐀 | 𝖩𝖺𝗂𝖽𝖾𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora